HISTORIA DE LA MUSICA EN CAMAGUEY.
Durante las primeras cinco décadas del siglo XX, los escenarios de Camagüey acogieron las actuaciones de importantes compañías teatrales o cantantes que nos trajeron su arte. Sin lugar a dudas el de mayor fama mundial lo fue el tenor Enrico Caruso que incluyó a Camagüey en su gira por varias ciudades de la isla en el año 1920, como al igual lo hacía cualquier artista de prestigio que actuara en La Habana. No faltaron en esos años espectáculos populares como el de los Coros y Danzas de España, que actuó en un antiguo estadio en la Carretera Central vía Oriente, (década del los años 40´s), o cantantes populares del patio nacional o extranjeros que visitaban La Habana y nos incluían en su recorrido por el interior de la república. Muy populares fueron las actuaciones del grupo folclórico “Cabalgata Española” que incluía a una novel y ya valiosa mezzosoprano Martha Pérez, y que algunos de cuyos integrantes permanecieron luego en Cuba triunfando en la radio y televisión habaneras. Artistas tales como Libertad Lamarque o Jorge Negrete, entre otros más, fueron aplaudidos también en nuestros teatros.
Se trataba mayormente de visitas individuales contratadas por sus empresarios con los administradores de los locales o teatros donde se presentaban. Pero el tiempo ya ha había llegado para que se pudiera ofrecer a los camagüeyanos música con mayúscula y en forma organizada. Esa fue la ingente labor de un médico villaclareño afincado en Camagüey: Chalón Rodríguez Salinas. Con su dinamismo característico y la colaboración de otros camagüeyanos de bagaje intelectual y artístico, creó y dirigió la “Sociedad de Conciertos de Camagüey” que en cada temporada anual nos permitió disfrutar de los más renombrados intérpretes, pianistas, violinistas, cantantes que nos brindaron su arte y su maestría. De ello sean muestra algunos nombres: Artur Rubistein, Andrés Segovia, Alicia de la Rocha, Jascha Heifetz, la soprano Victoria de los Ángeles, Claudio Arrau, Mariemma y su ballet español, la presentación de la ópera Madame Butterfly… Se ofrecía un promedio de cinco presentaciones por temporada y éstas se sucedieron durante varios años hasta que quedaron truncadas por el nuevo orden que se establecía en la nación.
Cabe anotar dos anécdotas. La primera sucedió durante la presentación del guitarrista Andrés Segovia. Las funciones de la Sociedad de Conciertos se realizaban generalmente en el Teatro Casablanca (calle Estrada Palma), pero en oportunidad de la presentación del famoso guitarrista, por un desperfecto en el aire acondicionado del teatro su actuación tuvo que realizarse en el teatro América (calle de General Gómez). Dicho teatro carecía de aire acondicionado pero poseía espaciosos pasillos laterales que, puertas abiertas, facilitaban un ambiente adecuado a los asistentes. Sin embargo, no se contaba con la presencia de un felino en uno de dichos pasillos, tal vez habitual residente del mismo, o que hubiera llegado atraído por la música que tan bellamente interpretaba Segovia en su guitarra. El caso es que emocionado -o molesto porque lo hubieran despertado-, comenzó a maullar con insistencia… Y Andrés Segovia dejó de tocar. Encendieron las luces y varios de los asistentes se enfrascaron en la búsqueda del gato hasta que lo encontraron y lo llevaron bien lejos para que no reincidiera. Entonces, solo entonces, después de esperar pacientemente, Andrés Segovia reanudó su concierto.
La otra anécdota que puedo contar, aunque en realidad se refiere a una actividad teatral, sucedió en el Teatro Principal durante la actuación de la compañía española de Teatro “Lope de Vega”, que representaba “La Vida es Sueño” de Calderón de la Barca. (Década de los 50´s). Estábamos en la escena del monólogo de Segismundo cuando uno de los telones de la obra comenzó a rajarse. No lo hizo con estrépito, sino poco a poco, como si quisiera poner música de fondo al monólogo que recitaba el actor. Al fin decidió dejar caer de golpe lo que quedaba de él. El actor no se inmutó y siguió su monólogo. El público tampoco se inmutó y permaneció en completo silencio. Al término de la obra, cuando toda la compañía se presentó en el escenario para recibir los aplausos, su director se adelantó, pidió al público que cesaran los aplausos y con sentidas palabras les expresó su agradecimiento por la compostura que habían mostrado ante el incidente del telón, la que calificó de excepcional, porque eran pocos los públicos que sabían dar tal muestra de respeto y de cultura. Su reconocimiento no quedó allí, porque en una representación de la compañía en España, tuvo a bien referirse a ese incidente y a la ejemplar actitud del público “de una capital de provincia de Cuba”. La anécdota la cierro agregando que ese último comentario fue oído precisamente por una camagüeyana que por aquellas fechas visitaba España y estaba presente en dicha función, Dolores Roig Cuní.
Son muchas las figuras camagüeyanas, criollos o extranjeros que adoptaron al Camagüey como hogar propio, que ayudaron a enriquecer su acerbo cultural. Además de los ya mencionados propulsores de las sociedades culturales que hemos reseñado, podemos señalar a otros de amplia significación en la historia de la música cubana: Emilio Agramonte y Piña (1863-1918), primo de Ignacio Agramonte, patricio y musicólogo; José Marín Varona (1859-1912), iniciador en Cuba de zarzuelas de tema costumbrista, gran compositor y pedagogo, Gaspar Agüero y Barreras (1873-1951), Gaspar Villate (1851-1891), Luis Casas Romero (1882-1950), Gabriel de la Torre y su esposa española Lina Campuzano, José Molina Torres; la cantante Ana de Armas, de gran fama por la exquisitez de su voz en arias operáticas, La pianista Tomasa Basave y Ramona Bernal, mezzosoprano muy aplaudida en los salones habaneros, triunfos a los renunció por una vida conventual. Los hermanos Rafael y Enrique Palau, organistas y pianistas. Aurelio Sariol, profesor de música, y la propia Amalia Simoni, que durante su estancia en Italia antes de su matrimonio con Ignacio Agramonte aprovechó para recibir clases de canto con renombrados profesores.
GacetadePuertoPrincipe/AnaDoloresGarcia/
InternetPhotos/www.thecubanhistory.com
FROM my Old CAMAGUEY. History
The Cuban History, Hollywood.
Arnoldo Varona, Editor
MUSIC HISTORY IN CAMAGUEY.
During the first five decades of the twentieth century , Camagüey scenarios hosted performances by major theater companies or singers who brought their art. Undoubtedly the worlds major it was the tenor Enrico Caruso in Camagüey involving his multi-city tour of the island in 1920 , just as he did any act prestigious artist in Havana. No shortage in those years popular shows such as the Songs and Dances of Spain , who served in an old stadium in Central Road via East ( decade of the 40’s ) , or popular singers of the national and foreign visiting yard Havana and included us in his tour of the interior of the republic. Very popular were the performances of the folk group ” Spanish Parade ” which included a novel and valuable and mezzo-soprano Martha Perez, and some of whom remained in Cuba after triumphing in Havana radio and television. Artists such as Jorge Negrete and Libertad Lamarque , among others, were also applauded in our theaters .
It was mostly individual visits by their employers contracted with local administrators or theaters where they arose. But time has already come for you could offer music camagüeyanos capitalized and organized manner. That was the daunting task of a doctor who lives in Villa Clara Camagüey: Chalon Rodriguez Salinas. With his characteristic dynamism and collaboration of other Camaguey intellectual and artistic background , he created and directed the ” Concert Society Camagüey ” in each annual season allowed us to enjoy the most renowned performers , pianists, violinists , singers who gave us their art and mastery. It shows some names are : Artur Rubinstein , Andres Segovia , Alicia DeLaRocha , Jascha Heifetz, the soprano Victoria de los Angeles Claudio Arrau, Mariemma and Spanish ballet , presenting opera Madame Butterfly … An average of five performances per season were offered and these happened for several years until they were dashed by the new order was established in the nation.
It scored two anecdotes. The first occurred during the presentation of guitarist Andrés Segovia. The functions of the Concert Society is generally performed in Casablanca Theatre ( Estrada Palma street), but on the occasion of the presentation of the famous guitarist , by the failure of the air -conditioned theater his performance had to be performed in the theater America ( street General Gómez ) . This theater had no air conditioning but had spacious aisles that open doors, facilitated a suitable environment to attendees. However, there were no presence of a cat in one of those halls , perhaps ordinarily resident thereof, or that he would have attracted to music that Segovia played so beautifully on his guitar. Anyway, excited or upset , because he had awakened , started meowing insistently … and Andrés Segovia stopped playing . They turned on the lights and several assistants they engaged in finding cat until he was found and taken right away to not re-offend . Then , only then, after waiting patiently , Andrés Segovia concert resumed .
The other story I can tell, but actually refers to a theatrical activity took place in the Main Theatre during the performance of the Spanish theater company ” Lope de Vega ” which represented ” Life is a Dream ” by Calderon de la Barca . ( Decade of the 50’s) . We were on the scene Segismundo monologue when one of the curtains of the work we began to crack. He did not noisily , but slowly , as if to add background music to monologue recited the actor. Finally he decided to drop suddenly what was left of it . The actor did not flinch and continued his monologue . The public did not flinch and remained completely silent. At the end of the play, when the whole company was presented on stage to the applause , the director came forward, asked the public to cease the applause and heartfelt words expressed their gratitude for the composure they had shown before the incident backdrop , which he described as exceptional , because there were few who could give such public displays of respect and culture. Their recognition was not there, because in a representation of the company in Spain , was pleased to refer to the incident and exemplary attitude of the public “from a provincial capital of Cuba .” The anecdote I close by adding that last comment was heard by a camagüeyana precisely at that time that he visited Spain and was present at the function , Dolores Roig Cuni .
Many foreign figures or Camaguey , Camaguey Creoles as adopted at home, which helped enrich their cultural wealth . Besides those already mentioned propellants cultural societies we have reviewed, we can point to other broad significance in the history of Cuban music : Emilio Agramonte Piña (1863-1918) , cousin of Ignacio Agramonte , patrician and musicologist , Jose Marin Varona (1859-1912) , founder of zarzuela in Cuba landscape paintings , great composer and pedagogue , Aguero and Barriers Gaspar (1873-1951) , Gaspar Villate (1851-1891) , Luis Casas Romero (1882-1950) , Gabriel Tower and his Spanish wife Lina Campuzano , Jose Molina Torres , singer Ana de Armas, of great fame for its exquisite voice in operatic arias, pianist Tomasa and Ramona Basave Bernal, mezzo highly applauded in the Havana Banquet , triumphs waived by the monastic life . The brothers Rafael and Enrique Palau , organists and pianists. Aurelio Sariol , music teacher , and self Amalia Simoni, that during his stay in Italy before her marriage to Ignacio Agramonte took to singing lessons with renowned teachers.
GacetadePuertoPrincipe/AnaDoloresGarcia/
InternetPhotos/www.thecubanhistory.com
FROM my Old CAMAGUEY. History
The Cuban History, Hollywood.
Arnoldo Varona, Editor