LOS MUÑEQUITOS DE MATANZAS.
A principio de los años 50 un grupo de los mejores rumberos jóvenes humildes de los barrios matanceros Las Alturas de Simpson y La Marina, se organizaron espontáneamente con el objetivo de crear una agrupación musical folclórica que haría historia en la música cubana. Desde ese momento ellos representarían a los mejores tocadores, bailadores y cantantes, no sólo en Simpson y La marina, sino también de otros barrios famosos dentro de la rumba como Pueblo Nuevo y Bachichi.
En esa larga tradición se pudieran tener en cuenta también los toques y cantos rituales comprendidos dentro de la Regla de Ocha o Santería muy practicada en toda esa zona. El deseo fundamental de estos jóvenes fue dar a conocer por esos años hasta qué punto había evolucionado la rumba matancera y de manera muy especial la variante conocida como guaguancó que, al igual que los otros estilos como el yambú y la columbia, se encontraban marginados. De hecho, ellos constituían el resultado de una larga y hermosa tradición de este género en toda la provincia, iniciada desde el siglo XIX con las organizaciones de las primeras potencias Abakuá o Ñáñigas y Cabildos negros de ayuda mutua de diversas etnias africanas como: Carabalí, Arará, Lucumí, Mina, Mandinga y, de manera muy especial, Conga y Ganga. Esta última fue determinante en la factura evolutiva de la rumba matancera, reflejándose de una manera u otra en todas sus variantes (yambú, columbia y guaguancó), de fácil identificación en sus figuras rítmicas, giros, diseños melódicos, temas, pasos y bailes que, una vez procesados por los matanceros, tendrían un resultado sería muy diferente a la rumba del resto de la Isla.
Los Muñequitos de Matanzas se dieron a conocer en 1952 como cultivadores del estilo urbano de la rumba guaguancó matancera. Ellos todos se conocían por sus frecuentes encuentros en fiestas caseras de rumbas y toques de santos, donde por cualquier motivo comenzaba el baile y canto, percutiendo simplemente el fondo de una silla, mesa o el mostrador de un bar con cucharas o haciendo sonar la botella de ron que estaban bebiendo. Algunos viejos matanceros aún recuerdan grandes rumbas en bares como El Gallo y Cayo Confiti que existían en La Marina y Simpson.
Verdaderos protagonista de este movimiento rumbero son el legendario Anselmo Calle, Pancho Portillo, Silverio Fumero, Félix Campos, Salomé Fernández, Yeya Calle, Angelita Valdés, Mamita Collazo, Estanislá Luna y la inmensa Margarita Zequeira, más conocida por Cundunga la China, todos de los fabulosos barrios matenceros La Marina, Las Alturas de Simpson Y Pueblo Nuevo, entre otros.
El viril y vigoroso estilo de la rumba columbia, bailada generalmente por un hombre solo, tuvo un considerable desarrollo debido a la concentración de hombres de procedencia campesina para laborar como portuarios en los puertos de Matanzas y Cárdenas. Estas plazas fueron históricamente controladas por miembros de distintas potencias abakuá o ñáñigas. Con sus juegos organizados por miembros de barrios cercanos a estos puertos, era lógico que entre estos columbianos -junto a la ya establecida influencia conga con sus bailes, toques de palo, yuca y makuta- también tuvieran fuertes elementos musicales de estas sociedades de hombres de procedencia carabalí, especialmente cuando mezclaban en sus bailes el guaguancó citadino y la columbia sub-urbana de los puertos.
En 1953, Los Muñequitos de matanzas, aún con su nombre original de Guaguancó Matancero, realizaron sus primeras actuaciones en la ciudad de La Habana en populares salones de baile como los jardines de las cervecerías La Tropical, La Polar y en algunas sociedades privadas de las llamadas “de color”, así como fiestas de amigos residentes en barrios de larga tradición de rumba habanera como Los Sitios, Jesús María, Pueblo Nuevo, Colón, Belén, El Pilar y Atarés, entre otros, donde los matanceros siempre fueron invitados de honor.
El éxito de estas presentaciones hizo que en breve tiempo efectuaran las primeras grabaciones comerciales en discos de 78 y 45 rpm para el sello cubano Puchito, las que de inmediato comenzaron a oírse en toda Cuba por la radio y las victrolas traganíqueles. Ello motivó que a mediados de la década de los cincuenta saliera al mercado el primer larga duración de los fabulosos rumberos matanceros, hoy en manos de coleccionistas solamente, donde aparecen los primeros guaguancoes de gran aceptación popular, como los titulados “Los beodos”, de Lorenzo Martínez, “Tá contento el pueblo”, de su talentoso director Florencio Calle Peraza Catalino, y dos títulos del también vocalista Esteban Lantrí, el famoso Saldiguera: “Cantar maravilloso” y “Los Muñequitos”. Este último se refería a distintos personajes que aparecían todas las semanas en las tiras cómicas de varios periódicos capitalinos de la época.
La vigencia de Los Muñequitos de Matanzas estriba en su renovación constante a través del tiempo y en el rigor en la selección de sus componentes, que aprovechan siempre las oportunidades que les sirvan para demostrar al colectivo y al público de lo que son capaces como rumberos.
Durante su larga trayectoria musical, Los Muñequitos de Matanzas acopiaron una abundante discografía con firmas cubanas y extranjeras, así como actuaciones en bailes, cabarets, teatros, televisión y la participación en documentales para el cine. Son figuras destacadas en los Festivales de la Rumba efectuados desde 1973 en la ciudad de Matanzas, donde se aglutinan estudiosos y los mejores exponentes de este género.
Desde 1989 la fama de Los Muñequitos de Matanzas se agiganta por la realización de giras internacionales por Inglaterra (1989), Los Estados Unidos (1992), y otros países donde se presentaron exitosamente en más de veinte ciudades, en plazas públicas, prestigiosas instituciones culturales y las universidades de Boston, Chicago, Nueva York y Washington. En 1994 participaron en la inauguración del Lincoln Center del Caribbean Art de Nueva York, y actuaron también para los especialistas del Instituto Smithsonian del Museo de Historia Afroamericana de Chicago. En 1995 actuaron en Canadá y en la Universidad de Puerto Rico, y tres años después regresaron a Nueva York para una actuación especial en el Centro Hostos para las Artes y la Cultura, en el Bronx.
En la actualidad, Los Muñequitos de Matanzas es un espectáculo folclórico integral donde están incluidas, además de todas las variantes de la rumba, toques, cantos y bailes de procedencia yoruba, congo, carabalí y abakuá. Su fama internacional está sustentada en su larga carrera profesional y el elevado nivel de la propuesta artística.
Wiki/LosMunequitosdeMatanzas/Youtube/TheCubanHistory.com
The Cuban History, Hollywood.
Arnoldo Varona, Editor.
THE MUÑEQUITOS DE MATANZAS MUSICAL GROUP.
Los Muñequitos de Matanzas is a Cuban rumba, Guaguancó and Folkloric group.It has been described by many as one of the most important groups in Cuba.
The group formed under the name “Guaguancó Matancero” in 1952, in Barrio Marina, Matanzas, Cuba. Among their first recordings was the song “Los muñequitos” (Esteban Lantri) which made reference to comic strips in Cuba. Such was the popularity of this record that the public changed the name of the group to “Los muñequitos” (Cuban term for comic strips, literally “little dolls”). Three generations of the same family are represented in the band. They have also performed with singer Carlos Embale.
http://youtu.be/OWWdJMMq31w
Los Muñequitos de Matanzas has been instrumental in the preservation of African traditions such as the secret society of the Abakuá and the Lukumí belief system (see Santería), while simultaneously looking to their Spanish heritage for inspiration. The music of Los Muñequitos directly reflects the syncretism that exists in Cuba as sacred songs to the orishas often coexist with more secular themes and adaptations of Spanish songs in a single record or performance.
Wiki/LosMunequitosdeMatanzas/Youtube/TheCubanHistory.com
The Cuban History, Hollywood.
Arnoldo Varona, Editor.