
EL MALECÓN DE LA HABANA, “EL MURO DE LOS SUSPIROS”. SU HISTORIA. PHOTOS.
El Malecón habanero se encuentra en La Habana, capital de la República de Cuba. Comprende una amplia avenida de seis carriles y un larguísimo muro que se extiende sobre toda la costa norte de la capital cubana a lo largo de ocho kilómetros, sirviendo tanto de mirador, como de asiento para enamorados, de base para pescadores o como muro de suspiros, de lamentos o de inspiración para almas bohemias.
Hay que señalar, que mucho antes de empezar a construirse este extenso “Muro de Hormigón Armado”, se habían colocado ya las primeras piedras -desde 1819- en el tramo conocido como “Avenida del Puerto”, debido al ensanche de extramuros dada por la utilización más óptima del espacio y por la necesidad de los capitalinos por expandirse.
La costa era un lugar de arrecifes donde tomaban baños los habaneros y los pescadores anclaban sus embarcaciones. En este lugar existían viviendas, tabernas situadas entre la mar y el muro en el que los visitantes disfrutaban el ocaso.
Su función original es, tal y como se puede esperar de construcciones costeras de este tipo, servir de rompeolas y proteger a la ciudad de las inclemencias meteorológicas, ya que precisamente fue creado con el propósito de evitar las frecuentes inundaciones que afectaban a los barrios del norte, especialmente durante el invierno.
Así que sí, el malecón habanero es técnicamente un muro, un extenso dique que circunda la Bahía de La Habana por ocho (casi nueve) largos kilómetros, pero es mucho más que eso. Su altura lo hace accesible al transeúnte de a pie en busca de descanso acompañado de un relajante paisaje marítimo. Es así como a lo largo de su centenaria historia, este muro se ha convertido en el banco más popular de la capital cubana y como tal es como más se le conoce.
EL MALECÓN HABANERO
Fue durante el gobierno interventor norteamericano que el Malecón Habanero se comenzó su construcción en 1901, en su primer tramo, que comprendía desde el Castillo de la Punta hasta la calle Crespo, o sea, unos 500 metros de largo, con una exuberante arboleda y numerosas luminarias.
El objetivo principal de su construcción fue para la defensa de la capital contra las aguas y los llamados ¨ Nortes ¨, pero en realidad, sirvió mucho más para paseos nocturnos de los habaneros, para los enamorados y sobre todo para pescadores particulares.
Para celebrar la inauguración de los primeros 500 metros de malecón, el gobierno de Estados Unidos construyó una bonita glorieta en la esquina del Paseo del Prado que, según los arquitectos de la época, fue la primera obra realizada de hormigón armado –con cabillas- en nuestro país. Frente a la glorieta, donde cada domingo una banda de música tocaba melodías cubanas, se levantó el hotel Miramar, muy de moda durante los primeros quince años de república y donde por primera vez los camareros vistieron de smoking, chaleco con abotonadura dorada y sin bigotes.
Los siguientes gobiernos cubanos continuaron la extensión del primer tramo del Malecón. Fue en 1923 que pudo llegar hasta la desembocadura del río Almendares y a la altura de las calles K y L del Vedado, donde se construyó la Embajada de Estados Unidos, el famoso Parque Deportivo José Martí y más allá el Hotel Rosita de Hornedo, hoy llamado Sierra Maestra.

EL MALECÓN HOY
En la actualidad, el Malecón habanero sigue siendo el lugar más concurrido de los cubanos, sobre todo por los cubanos de a pie que carecen de medios económicos para frecuentar una discoteca cuyo pago es en divisas, o un hotel, todos exclusivos para extranjeros.
Además, es conocido por todos que el Malecón es fuente de ingresos para familias muy pobres, que durante las horas nocturnas realizan la pesca como medio de subsistencia.
Espectáculos realmente deprimentes pueden verse también en el Malecón habanero, cuando la policía casi de forma permanente vigila a las mujeres y hombres jóvenes que andan a la caza de turistas para ejercer el oficio más antiguo de la humanidad.
A pesar de verse casi en ruinas las antiguas y valiosas edificaciones que van de forma paralela al Malecón, tras ser detenido el desarrollo arquitectónico a partir del triunfo del régimen castrista, aún es muy bello el litoral de la capital. Tanto los cubanos como aquellos que nos visitan, no dejan de visitar y admirar uno de los lugares más hermosos de La Habana.

THE MALECÓN OF HAVANA, “THE WALL OF SIGHS.” ITS HISTORY. PHOTOS.
The Malecón of Havana is located in Havana, the capital of the Republic of Cuba. It comprises a wide, six-lane avenue and a very long seawall that stretches along the entire northern coast of the Cuban capital for eight kilometers, serving as a lookout point, a place for lovers, a base for fishermen, and a wall of sighs, laments, and inspiration for bohemian souls.
It should be noted that long before the construction of this extensive “Reinforced Concrete Wall” began, the first stones had already been laid—as early as 1819—in the section known as “Avenida del Puerto” (Port Avenue), due to the expansion beyond the city walls resulting from the more efficient use of space and the need of Havana residents to expand.
The coast was a place of reefs where Havana residents bathed and fishermen anchored their boats. This area once housed dwellings and taverns nestled between the sea and the seawall, where visitors would enjoy the sunset.
Its original function, as one might expect from coastal structures of this type, was to serve as a breakwater and protect the city from inclement weather. It was specifically built to prevent the frequent flooding that plagued the northern neighborhoods, especially during the winter.
So yes, the Havana Malecón is technically a wall, an extensive seawall that encircles Havana Bay for eight (almost nine) kilometers, but it is much more than that. Its height makes it accessible to pedestrians seeking rest amidst a relaxing seascape. Thus, throughout its century-long history, this seawall has become the most popular bench in the Cuban capital, and that is how it is best known.

THE HAVANA MALECÓN
It was during the American occupation that the construction of the Havana Malecón began in 1901. The first section, stretching from Castillo de la Punta to Crespo Street, was approximately 500 meters long, lined with lush trees and illuminated by numerous lights.
The primary purpose of its construction was to defend the capital against strong winds and the so-called “Nortes” (north winds), but in reality, it served much better as a promenade for Havana residents, lovers, and especially for local fishermen.
To celebrate the inauguration of the first 500 meters of the Malecón, the United States government built a beautiful gazebo at the corner of Paseo del Prado. According to architects of the time, this was the first structure built with reinforced concrete—using rebar—in Cuba. Across from the roundabout, where a band played Cuban melodies every Sunday, stood the Hotel Miramar, very fashionable during the first fifteen years of the republic. It was there, for the first time, that waiters wore tuxedos, vests with gold buttons, and were clean-shaven.
Subsequent Cuban governments continued the extension of the first section of the Malecón. In 1923, it reached the mouth of the Almendares River, near K and L Streets in Vedado, where the United States Embassy, the famous José Martí Sports Park, and further on, the Hotel Rosita de Hornedo (now called Sierra Maestra) were built.
THE MALECÓN TODAY
Currently, Havana’s Malecón remains the most popular spot for Cubans, especially for ordinary Cubans who lack the financial means to frequent a nightclub (where payment is in foreign currency) or a hotel, all of which cater exclusively to foreigners.
Furthermore, it is common knowledge that the Malecón is a source of income for very poor families who fish at night to survive.
Truly depressing sights can also be seen on Havana’s Malecón, where the police almost constantly monitor the young men and women who prey on tourists to engage in the world’s oldest profession.
Despite the fact that the old and valuable buildings that run parallel to the Malecón are almost in ruins, after architectural development was halted following the triumph of the Castro regime, the capital’s coastline remains very beautiful. Both Cubans and visitors alike never fail to visit and admire one of Havana’s most beautiful spots.

Agencies/ Wiki/ Tania Díaz / Extractos/ Excerpts/ Internet Photos/ Arnoldo Varona.
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.








