History of CubaHomenaje a Pepe Biondi (CMQ)

“Yo quería descansar acá porque acá están mis padres. Aquí empezó mi miseria y aquí quiero terminar.” La frase pertenece a José “Pepe” Biondi y alude al cementerio de Lanús, cuenta su hija Margarita que nos sigue diciendo:

Tercero de 8 hermanos, Pepe nació en la Capital Federal, en el barrio de Barracas y más precisamente en Baigorri 75, el lejano 4 de septiembre de 1909, fruto del amor entre José Biondi y Ángela Cavalieri, una pareja de inmigrantes italianos.

Allá por 1916
Un día, Pepe estaba hacienda la vertical en la calle, en un lugar que su única hija, Margarita, no puede establecer con precisi6n. Pudo haber sido en Villa Obrera, Talleres o Villa Barceló. En esos momentos, pasó el carromato del circo Anselmi, que estaba liderado por Chocolate, un payaso brasileño, cuyo nombre era Juan Bonamorte. Cuando Chocolate vio a Pepe, pidió a la madre de éste autorización para llevárselo, con los pretextos de que le enseñaba un oficio y le pagaba un sueldo. Ángela creyó que, al menos, su hijo comería todos los días. Y dio su aprobación. Pero antes de la despedida, colgó una medallita del cuello de Pepe. Chocolate le enseñaría el oficio, es cierto, en cuanto al sueldo…

Dejando el circo regreso a su casa, donde encontró un cuadro de miseria horrorosa, por lo que se fue a Constitución a vender diarios.

Biondi estaba convencido de que, tarde o temprano, retornaría a lo suyo: la acrobacia. Primero aceptó la propuesta de Napoleón Seth, un reconocido payaso, de ser el clown y la antítesis del Tony que éste interpretaba. Pero Pepe era esencialmente acróbata, y la imposibilidad de incorporar un número de este tipo a la rutina que presentaban terminó dividiéndolos. Luego de seis meses de inactividad, Pepe se unió a otro acróbata, Peter, con quien trabajaría algo así como un año y medio, lapso en que conoció a un inmigrante de origen ruso, Bernardo Zalman Ber Dvorkin (Dick), que sería su compañero de espectáculos durante 23 años.

En 1941 Biondi es contratado a Chile, alli sufre la fractura de la columna vertebral. No pueden seguir (con el mismo nivel de exigencia que el show requería). Pero como le dijeron que tenia gracia contando chistes, empezó a armar pequeñas rutinas. Compraba la revista Rico Tipo de (José Guillermo) Divito. Y entonces se incorporaron a trabajar en “La Cruzada del Buen Humor”, de Tito Martínez del Box, de donde salieron “Los Cinco Grandes”. rememora Margarita, al borde de la emoción. Y añade: “Entonces (con Dick) empezaron a hacer chistes y terminaban con una prueba acrobática que Papá si podía realizar. Porque estuvo enyesado y hubo que darle calor durante un año y medio, tiempo en el que mi madre, María Teresa Moraca, debió mantener la casa con su trabajo: cantaba 22 tangos por noche, hacía 7 sketches y ganaba por ello 8 pesos. En aquel entonces, 8 pesos era plata”.

En 1948, CMQ Televisión de Cuba contrata al dúo para actuar en la isla y, como solía suceder, “gustan un montón. Vuelven y van contratados a España, en donde son suceso y gustan mucho.

http://youtu.be/lUqv8harPnk

A propósito de la aparición del “ángel bueno” en la vida de Biondi y del viaje del dúo a la Península Ibérica, una breve digresión que sirve para apuntalar, aún más, la hombría de bien del cómico argentino. Cuenta Margarita: Hacia 1931, Papá vivía en una pieza con el padre de Carlitos Scazziotta. ¡Una malaria y una miseria que Dios me libre! Un día, Papá tomaba mate con agua fría, mientras comía una zanahoria. Estaban sin laburo, una tragedia total Entonces, Papá dijo: “No podemos pagar el alquiler, voy a salir a buscar algo”. Y se encontró con un muchacho al que conocía del circo. “¿Cómo te va, que decís?”, preguntó éste. “Mal, no tenemos un mango. Estamos desesperados, no sabemos qué hacer”, contestó Papá. El ángel bueno siempre se le presentaba. “Mirá Biondi, yo a vos te conozco. Sé que sos un buen pibe, sos honesto. Yo te voy a llevar al restaurante El Alba (que estaba frente al Congreso). Allí trabaja un gallego que a mí me ayudó cuando estaba en la mala; es mozo”. En aquellos tiempos, cuando los mozos se iban por la noche, se llevaban la comida sobrante, que no era precisamente una hamburguesa… Podía ser una cacerola de puchero a la española, con garbanzos, con todo. “A mi me dio una mano. Él tiene una pieza, pero se va a España porque ganó la lotería; se quiere ir a morir allá, porque tiene 48 años y trabajó toda la vida. Deja la pieza y el te pone un catre, el te va a hacer dormir allí Yo te llevo porque te conozco. Pero prometeme algo: cuando consigas trabajo, te vas enseguida”, agregó el muchacho. Y lo llevó. Y lo presentó así: “Mirá Gallego, éste es un compañero mío, se llama Josecito…”. “Si hijo, cómo no. Acá tiene la llave, vaya a casa que yo esta noche le llevo comida”, le dijo el gallego a Papá, que ni bien llegó limpió la pieza, le lavaba las medias, lo ayudaba. El tipo llegaba a la noche, “Josecito sentate”, y comía. Entonces, Papá comenzó a buscar trabajo. Y como a la semana consiguió. “Mirá Gallego, me voy. No te doy nada porque no tengo nada. Pero Dios ha de querer ponerte en mi camino para que yo te dé todo lo que vos me diste a mí esta semana ¿Cuándo te vas?”. “No, hijo”, respondió el gallego. “Decime cuándo te vas”, insistió Papá, que fue al puerto y lo despidió llorando, con los pañuelos, mientras que el otro se iba feliz de la vida en el barco a España”, describe Margarita.

En España, el dúo actuó unas dos temporadas. En 1951, Pepe cumplió; todo lo dicho 20 años atrás. Fue un día, al salir del teatro, luego de los ensayos. En un rincón, pálido, demudado y con el sobretodo roto, estaba el gallego, quien trató a Biondi de “Su Excelencia”. “¿Y cómo no te voy a conocer si me mataste el hambre tantas veces?”, le habría recordado el popular cómico al ex mozo. De más está decir que Pepe le devolvió la dignidad: alquiló una pieza para el, le dio de comer y lo vistió. Pero el dúo tenía otros compromisos. “Decirme una cosa, Gallego. Yo me quiero ir tranquilo de España, a vos ¿qué te gusta, qué querés tener?”, preguntó Biondi. “A mi me gusta el campo, me gustan las vacas”. Biondi compró una casa y una vaca para el gallego, y dejó a éste en el campo.

Goar Mestre, “hacedor de mundos”
En 1952, la pareja debuta en la televisión azteca. Un año más tarde, en julio de 1953, El Show de Dick y Biondi alcanza el éxito soñado. Pero el dúo se separara luego de 23 años. Es que Dick conoció, en España, a una vedette, Trini Alonso, de la que se enamoro, con quien se casó (fue bígamo) y a la que propuso para el espectáculo que brindaba junta a su cuñado. Mas las distracciones de Dick sobre el escenario, a causa de esta mujer, disgustaban a Biandi, quien puso punto final a la relación laboral con Ber Dvorkin ni bien venció el contrato que tenían en Cuba. Pepe había perdido a un hermano.

La disolución del dúo produjo un dolor inmenso e intenso en Biondi al punto de estar “tirado” en la cama durante una semana, llorando. Y cuando estaba por armar Las valijas para regresar a Buenos Aires, lo llamó Goar Mestre, un cubano “hacedor de mundos”.

Mestre era dueño de CMQ Televisión de Cuba. “En lugar de llamarse El Show de Dick y Biondi, se va a llamar El Show de Pepe Biondi. Yo le voy a poner un elenco a su disposición y usted ve lo que puede hacer: si gusta, se queda, y si no, se va”, propuso el poderoso empresario televisivo. El Show de Pepe Biondi llegó a ser el primer programa de la televisión cubana.

El 14 de septiembre de 1958, Biondi es secuestrado por dos miembros del Movimiento 26 de Julio, liderado por Fidel Castro, cuando estaba a punto de ingresar a los estudios Focsa. Los milicianos, una mujer y un hombre, vestidos de verde oliva, le transmitieron la consigna: “En estos momentos, Cuba no debe reír”. Este suceso bastó para que Biondi, después de siete años de éxitos, decidiera abandonar la isla de América Central, tras el homenaje de despedida que se le rindiera en el Teatro Nacional, el 30 de junio de 1960. Pero antes, Mestre le dirá: “Usted y yo nos vamos a ver en Buenos Aires, para la inauguración de Canal 13”.

Ya en la Argentina, debutó con Viendo a Biondi, el 7 de abril de 1961, por Canal 13 y de la mano de Mestre. Fueron siete años triunfales, en que Viendo a Biondi -con José Pepe Díaz Lastra, Carmen Morales, Carlitos Scazziotta y Luisina Brando, entre otros- consiguió marcar 66,2 puntos de rating.

Pero las varias operaciones que debió soportar, le impedían llevar un ritmo normal de trabajo.

José Pepe Biondi falleció el 4 de octubre de 1975, de un síncope cardíaco, pero le sobrevivieron Pepe Galleta, Pepe Curdélez, Pepe Estropajo, Pepe Luí, Narciso Bello y el resto de los personajes que engendró en Cuba y trajo a la Argentina. Empero, antes le pidió a su hija que no lo sepultaran en el panteón de Actores de la Chacarita, sino en Lanús en la tumba más humilde, cerca de sus padres. “Si es verdad que hay otra vida y yo me veo en un mausoleo, me vuelvo a morir”, aseguró.

Sources: JorgeAcosta/PepeBiondi/PhotosInternet/YouTube/ TheCubanHistory.com
Homenaje a Pepe Biondi/ The Cuban History/ Arnoldo Varona, Editor

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