“Fuéle preguntado cómo se llama, de dónde es natural, qué edad, estado y oficio tiene. Dijo: que se llama Juan Moreno, negro esclavo, natural de este dicho lugar, y que es de edad de ochenta y cinco años y casado. Y esto responde. Preguntado, declare lo que sabe en razón de la aparición de Nuestra Señora Caridad y Remedios. Dijo que sabe este declarante que siendo de diez años de edad fue por ranchero a la Bahía de Nipe, que es en la vanda del norte de esta Isla de Cuba, en compañía de Rodrigo de Hoyos y Juan de Hoyos, que los dos eran hermanos y indios naturales, los cuales iban a coger sal y habiendo ranchado en Cayo Francés que está en medio de dicha Bahía de Nipe para con buen tiempo ir a la salina, estando una mañana la mar en calma salieron de dicho Cayo Francés, antes de salir el sol los dichos, Juan y Rodrigo de Hoyos, y este declarante.
Embarcados en una canoa para la dicha salina y apartados de dicho Cayo Francés, vieron una cosa blanca sobre la espuma del agua que no distinguieron lo que podría ser, y acercándose más les pareció pájaro y ramas secas. Dijeron dichos indios, parece una niña, y en estos discursos, llegados reconocieron y vieron la imagen de Nuestra Señora de la Virgen Santísima, con un niño Jesús en los brazos sobre una tablita pequeña, y en dicha tablita unas letras grandes las cuales leyó dicho Rodrigo de Hoyos y decían: ‘Yo soy la Virgen de la Caridad’, y siendo sus vestiduras de ropaje se admiraron que no estaban mojadas. Y en estos llenos de gozo y alegría, cogiendo solo tres tercios de sal se vinieron para el Hato de Barajagua donde estaba Miguel Galán, Mayoral de dicho Hato y le dijeron lo que pasaba, de haber hallado a Nuestra Señora de la Caridad. Y el dicho Mayoral muy contento y sin dilación envió luego a Antonio Angola con la noticia de dicha Señora al Capitán Don Francisco Sánchez de Moya, que administraba las minas de dicho lugar, para que dispusiese lo que había que hacer, y mientras llegaba la noticia pusieron en la casa de vivienda de dicho Hato un altar de tablas, y en él a la Virgen Santísima, con luz encendida, y con la referida noticia, el dicho Capitán, Don Francisco Sanchez de Moya, envió orden al dicho Mayoral Miguel Galván que viese una casa de dicho Hato, y que allí pusiese la imagen de Nuestra Señora de la Caridad, y que siempre la tuviese con luz”: Fragmento de la Audiencia de Santo Domingo —pliego 363— en el cual, Juan Moreno —75 años después— relata, bajo juramento eclesiástico, cómo fue hallada la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre. Pergamino encontrado por el historiador cubano Leví Marrero (Santa Clara, 1911–Puerto Rico, 1995) en el Archivo de Indias de Sevilla.
Hermoso texto de valores literarios indiscutibles que da inicio a uno de los grandes mitos de la Isla. Nuestra Señora de la Caridad del Cobre. Cachita.
Advocación de la Virgen María. Patrona de Cuba en nombramiento proclamado por Benedicto XV en 1916 y coronada personalmente por Juan Pablo II en 1998. Oshun, deidad yoruba que habita los ríos. Emblema del amor, el dinero, la fertilidad y la belleza. “El soporte de nuestro sistema religioso es Oshun, la Caridad del Cobre. La Cachita amada de nuestro pueblo, que todos los 8 de septiembre celebramos con toques de tambores batá, almuerzo con acelga, cebolla, camarones, tamales, carne de jicotea, mieles, turrones, chivo, codornices y bembé festivo lleno de amor por ella; debe imperar el color amarillo y el brillo del bronce”, comenta el babalawo cubano residente en México, Miguel Oscosongo. “Pequeños pedazos de cobre en los cuales se palpa un centelleo amable, colocados en un vaso de agua y tenerlo en la mesita de noche, proporciona un futuro viable en lo personal y familiar; si pones los pedacitos del metal en la cartera o los lleva junto al menudo de monedas mucho mejor: protege contra los males del diario”, me dice el italero (persona que domina el oráculo de la adivinación en la santería) Alfonso Valdés.
El novelista norteamericano Ernest Hemingway donó la medalla del Premio Nobel (1954) a la Basílica Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad de El Cobre, Santiago de Cuba. “Lo hago en reconocimiento al pueblo cubano, inspirador de El viejo y el mar, la novela mía que más quiero”, declaró el autor de Adiós a las armas.
La tradición musical cubana ha rendido tributo múltiple a la Virgen de la Caridad del Cobre: muchos estribillos del montuno/mambo de estructuras bailables contienen referencias directa a Oshun. Celina González, Joseíto Fernández, Ernesto Lecuona, Eliseo Grenet, Marcelino Guerra, José Luis Cortés, Arsenio Rodríguez, Celeste Mendoza, Adalberto Álvarez, Machín, Carlos Embale, Cratilio Guerra —nuestro más profuso compositor de música religiosa—, Ignacio Piñeiro, Celia Cruz y Juan Formell, entre muchos más, han hecho acotaciones y referencias a la Virgen aparecida en las serranías de El Cobre. Son montuno, guaguancó, guaracha, danzón, habanera, yambú, changüí, pregón y timba presentan en sus conformes líricos, pródigas glosas a Cachita.
Sources: Cubaencuentro/Olivares/ InteernetPhotos/ The Cuban History
Yo Soy La Virgen de la Caridad!/ The Cuban History/ Arnoldo Varona, Editor.