Cuban Characters, Slang (Dichos)THE CUBAN dancer. + (Cubanismos) El Bailarín Cubano.

By Esteban Fernández Jr.

More of 90 percent of the Cuban dancers do very well, approximately 10 percent do not do it so well, but 99 percent believe that we are good dancers. If there is anyone not dancing then looking at him everyone says, “What happens to that guy not dancing ?”.

The Cuban that do not dance well hate to go to a party because everybody will approach him … “Boy, you do not dance? This is a party not a funeral.”

At last, with a little music playing soft, and motivated by pressure on the environment, he tells his surprised wife, “Let’s dance “vieja”, they are playing my music” … Slowly they go to the center of the floor and when they start the soft music is over and are playing a ‘tremendous rumbón’ then says, “No way, my love, let’s seat.” That doesn’t happen with Hugo Byrne since he married Migdalia “bringing back his youth from his past” hw will even dance a “Copla” song.

And you can notice that most Cubans do not get along by the beat of the music, but as Leonardo Fandino says, when people around are looking at you. Is said, if nobody is watching you dance they are quiet, with a wonderful slow pace, close to his wife, but only they realize they are watching you, take a tremendous speed, going faster than the music and try to dance better that Rolando, Ana Gloria’s fellow dancer at “Cabaret Regalias”.

Usually the Cubans do not like dancing with the wife of anyone, we like to dance with ours, because telling the truth, dancing can be dancing, but also can easily be used to give “jamón”, to grab hands and a woman’s waist, cheek to cheek and for five minutes hugging her. Then when we are forced to dance with the wife of a friend we get nervous and keep the necessary distance, what we call “un tren por medio”, just in case.

When years pass for a cuban old man, the second thing (the first I let you imagine it) that bothers him is the deterioration in their ability to dance. Dances a piece and when it finish says, “Nah, I’m not the same as before, I want you to know that before dancing all night at the Bejucal Liceum at four o’clock in the morning I would run to the public bakery to eat half a loaf of bread just out of the oven!”

Of course, “the old men, with 20 ailments, are not the same!”; And dancing with the same dancer for over 40 years!, But I’ve seen the same old man when a 34 years old chick starts dancing you wouldn’t believe is the same man; start showing off and letting down the famous singer and dancer Rafael Bacallao, of the old Aragón Orquesta.

Of course we cubans have wonderful professional dancers, but most of us “le hemos cogido el tumbao” and for us it would be the same if are playing a rumba or a cha-cha-cha and tapping the same steps that we know. In a matter of a fact, all Cuban rhythms neophytes in this area can be divided in two levels, the soft music and the fast music ones. When you are dancing a bolero or danzón (very slow), and when a mambo is played, and we know that the speed has to be changed.

Also we have to consider two types of Cuban dancers: the discrete and the one that shows off (“alardoso”). One that knows he a good dancer and doesn’t have show to others, and the ones that know very well to dance but needs to prove it, demonstrating with the most fuss possible the good he dancer he is showing everybody.

http://youtu.be/-tzmRBmqN_U

And the sad note: the real Cuban dancer and music lovers of, the most beautiful music in the world, are suffering actually great deal, when listen and watch all Spanish Radio and Television stations in this state, the Hispanic Media, who tried to conceal the cuban music, “mejicanizandolo” everything, as it wouldn’t be any other music, especially, that station that Manuel Prieres calls CHARROVISIÓN.

Sources:EstebanFernandez/InternetPhotos/YouTube/TheCubanHistory.com
El Bailarin Cubano/The Cuban History/ Arnoldo Varona, Editor

GO BACK HOME


EL BAILARIN CUBANO
Por Esteban Fernández

El 90 por ciento de los cubanos bailan muy bien, hay un 10 por ciento que no baila tan bien, pero un 99 por ciento nos creemos buenos bailarines. Si hay alguno que no le gusta bailar entonces todo el mundo dice: “¿Qué le pasa al pesado ese que no baila?”.

Al cubano que no le gusta bailar le cuesta mucho trabajo ir a una fiesta porque NO LO DEJAN TRANQUILO, y a cada instante se le acerca un imprudente y le dice: “Chico ¿no vas a bailar? esto es una fiesta no un velorio”.

Al fin tocan una musiquita suave y, motivado por la presión en su entorno, se levanta de su asiento y le dice a su sorprendida mujer: “Vamos a bailar vieja que están tocando la música mía”… Despacito se van hacia el centro de la pista y cuando llegan allí ya se acabó la música suave y están disparando un tremendo rumbón y dice: “De eso nada, mi amor, vamos para la mesa”. Menos Hugo Byrne que después que se casó con Migdalia – “y está sacando juventud de su pasado”- baila hasta una copla.

Y observe usted que la mayoría de los cubanos no nos llevamos por el compás de la música sino, me señala Leonardo Fandiño, por las miradas de los presentes. Es decir, si nadie nos está mirando entonces aflojamos el paso, bailamos despacio, nos recostamos a la esposa, descansamos, pero si nos damos cuenta que nos están observando entonces cogemos tremenda velocidad, vamos más rápido que la música y dejamos chiquito a Rolando aquel bailarín compañero de Ana Gloria en el Cabaret Regalías.

Por lo regular a los cubanos no nos agrada bailar con la mujer de nadie, ni nos gusta que bailen con la nuestra, porque la verdad monda y lironda es que el baile puede ser baile, pero también fácilmente puede ser utilizado para dar “jamón”, para agarrarle las manos y la cintura a una mujer, pegar cachete contra cachete y estar cinco minutos abrazado a ella.

Entonces cuando nos vemos obligados a bailar con la esposa de un amigo nos ponemos nerviosos y mantenemos la distancia necesaria para que pueda pasar un tren por el medio.

Al pasar los años LA SEGUNDA COSA ( la primera dejo que usted se la imagine) que más le molesta al viejo cubano es el deterioro en su habilidad de bailar. Baila una pieza y al terminar dice: “¡Qué va, ya no soy el mismo de antes, quiero que sepas que antes bailaba toda la noche en el Liceo de Bejucal y de ahí me iba a las cuatro de la mañana a la panadería del pueblo para comerme media barra de pan acabado de salir del horno!”

¡Claro que “el viejo ya, con 20 achaques, no es el mismo”!, pero encima de eso ¡está bailando con la misma bailarina por más de 40 años!, pero yo he visto que a ese mismo viejo lo ha sacado a bailar un pollo de 34 años y entonces el viejo VUELVE A SER EL MISMO y hace más piruetas que Rafael Bacallao el antiguo bailarín y cantante de la Orquesta Aragón.

Entre los cubanos hay bailarines profesionales, pero el resto ya “le hemos cogido el tumbao al baile” y nos da lo mismo que toquen una rumba o un cha- cha- chá y metemos los MISMOS PASOS que nos sabemos. En realidad todos los ritmos cubanos los neófitos en la materia los podemos dividir en dos: música suave y música rápida. Igualito (lentamente) bailamos un bolero, un son o un danzón, y ya sabemos que tenemos que cambiar la velocidad si tocan un mambo.

También existen dos tipos de bailarines cubanos: el discreto y el alardoso. Está el que sabe que sabe bailar y no necesita demostrarlo, y el que demuestra con sus aspavientos que no sabe bailar pero quiere que todo el mundo crea lo contrario.

http://youtu.be/-tzmRBmqN_U

Y la nota triste: el verdadero bailarín cubano y los simplemente amantes de la música mas linda del mundo, estamos sufriendo el ocultamiento indecente de ella , y de todo lo nuestro, por parte de los medios radiales y televisivos “hispanos” que obviamente están encaprichados en “mejicanizarlo” todo, principalmente -como la llama Manuel Prieres- CHARROVISIÓN.

Sources:EstebanFernandez/InternetPhotos/YouTube/TheCubanHistory.com
El Bailarin Cubano/The Cuban History/ Arnoldo Varona, Editor

GO BACK HOME

TheCubanHistory.com Comments

comments