Nobody in Cuba knows for sure when the next season starts, how many teams will be or how many games will be played.
If you want to see first hand how the syndrome of secrecy in Cuba, visit the offices of the Commissioner of Baseball. Such is the lack of information, that even the managers of the novenas know for sure the day and month will start the new season.
It is not known what the new structure, the number of teams taking part, and the number of matches to play. All are rumors.
According to reliable sources, the next National Series would deal 16 teams. One for each province and the municipality of Isla de la Juventud. They rule the Metropolitan team, the second of the capital, despite being located at the bottom of the standings in the last five years, its disappearance could cause many talented players run out of baseball practice.
The amazing thing is that for a couple of weeks, Metropolitan began his preparation for the upcoming campaign, as officially no hierarch Baseball Federation has spoken on the subject.
In any respect for organized league, is known to at least advance the calendar month and the start date of the tournament. In Cuba, last season, was unaware of the details 14 days before being given voice to play.
Another absurdity is the transfer of players. Respect towards territoriality, players must play in their provincial teams. Only discard notorious cases they are allowed to compete in other novenas.
He has assembled an entire summer saga of the alleged extra-class output Yulieski Gourriell Sancti Spiritus team. For personal problems, the family decided to settle in Yulieski Havana.
The All-Star third baseman said in an interview he intends to play with the famous Cuban baseball team, Industriales. But the case was handled like a top state secret.
On 3 September, ended the suspense. The sports authorities refused permission to wear the jacket Gourriell blue.
In 52 seasons after the seizure of power by the current government, there have been major players moving to different situations. Most striking was the case of the national team starter, Antonio Muñoz, who moved to Cienfuegos, Sancti Spiritus, Villa Clara or the O’Reilly Alejo, who decided to play for Ciego de Avila.
Returning to the novenas, if it would eliminate Metropolitans, Industrial selecting would a team full of stars in the batting, but after a few years many young talents stagnate unable to play regularly.
It happens that the current structure of Cuban baseball has a pronounced slump. Many youth who complete their category does not have a tournament where they develop their skills.
Before they competed in a league championship parallel to local development. Now the tournament has gone. Cuban baseball has seen in the last 12 years the quality has fallen into a tailspin.
The causes are known. The principal is the march of about 250 players who have chosen to play like professionals. Another problem is the outdated concepts of preparedness pitchers and batters.
With just five months to the World Classic III, beisboleras authorities have not yet clear what kind of tournament is being played. In November, the national team stumble a couple of times with similar Chinese Taipei as blanks for the Classic.
Ideally, local breaking season in October. But it is very likely due to stop in Asia inaugurated the campaign ends in late November. If so, there would be a break in the series to make the preparation of the players who participate in the III Classic.
If baseball questions the lack of information and mystery abounds, what to expect on important issues like immigration reform or internet marketing.
Castro’s Cuba is a country of riddles and rumors. Learn to read between the lines. The press, rather than inform, misinform. And those who must make decisions oblivious to mock the media and citizens.
It happens in everyday life, politics and baseball. Syndrome is a real silence.
Sources: DiariodeCuba/IvanGarcia/InternetPhotos/TheCubanHistory.com
Cuban Baseball in his Labyrinth/ The Cuban History/ Arnoldo Varona, Editor
EL BASEBALL CUBANO EN SU LABERINTO
Nadie en Cuba sabe a ciencia cierta cuándo empezará la próxima temporada, cuántos equipos habrá o cuántos partidos se jugarán.
Si usted quiere conocer de primera mano cómo funciona el síndrome del secretismo en Cuba, por favor visite las oficinas del Comisionado de Béisbol. Es tanta la falta de información, que ni siquiera los managers de las novenas conocen a ciencia cierta el día y mes en que arrancará la nueva temporada.
Tampoco se sabe cuál será la nueva estructura, la cantidad de equipos que tomarán parte, y el número de partidos a jugar. Todo son rumores.
Según fuentes fiables, en la próxima Serie Nacional lidiarían 16 selecciones. Una por cada provincia y el municipio especial Isla de la Juventud. Se descartaría al equipo Metropolitanos, el segundo de la capital, que a pesar de quedar ubicado al fondo de la tabla de posiciones en el último lustro, su desaparición podría provocar que numerosos jugadores de talento se queden sin practicar béisbol.
Lo increíble es que desde hace un par de semanas, Metropolitanos comenzó su preparación para la venidera campaña, pues oficialmente ningún jerarca de la Federación de Béisbol se ha expresado sobre el tema.
En cualquier liga organizada que se respete, se conoce con al menos meses antelación el calendario y la fecha de comienzo del torneo. En Cuba, en la pasada temporada, se desconocían los detalles 14 días antes de que se diera la voz de a jugar.
Otro absurdo es el traspaso de jugadores. En pos de respetar la territorialidad, los peloteros deben jugar en los equipos de sus provincias. Solo a casos de descartes notorios se les autoriza a competir en otras novenas.
Se ha montado todo un culebrón de verano con la supuesta salida del extra clase Yulieski Gourriell del equipo Sancti Spiritus. Por problemas personales, la familia de Yulieski ha decidido radicarse en La Habana.
El estelar antesalista declaró en una entrevista su intención de jugar con el equipo insigne del béisbol cubano, Industriales. Pero el caso se manejó como si fuese un alto secreto de Estado.
El 3 de septiembre se puso punto final al suspense. Las autoridades deportivas denegaron el permiso a Gourriell de vestir la casaca azul.
En 52 temporadas tras al toma de poder por el actual gobierno, se han dado traslado de jugadores importantes por diferentes situaciones. Los más llamativos fueron los casos del inicialista de la selección nacional, Antonio Muñoz, que se trasladó de Sancti Spiritus a Cienfuegos; o el del villaclareño Alejo O’Relly, quien decidió jugar por Ciego de Ávila.
Volviendo a las novenas, si se decidiera eliminar a Metropolitanos, la selección de Industriales tendría un equipo repleto de estrellas en el bateo, pero al cabo de pocos años muchos jóvenes talentos se estancarían al no poder jugar con regularidad.
Sucede que la actual estructura de la pelota cubana tiene un bache pronunciado. Muchos juveniles que terminan su categoría no tienen un torneo donde desarrollar sus habilidades.
Antes se competía en una Liga del Desarrollo paralela al campeonato local. Ahora ese torneo ha desaparecido. El béisbol cubano ha visto cómo en los últimos 12 años su calidad ha caído en barrena.
Las causas se saben. La principal es la marcha de cerca de 250 peloteros que han optado por jugar como profesionales. Otro problema son los conceptos desfasados de preparación para lanzadores y bateadores.
Cuando apenas faltan cinco meses para el III Clásico Mundial, las autoridades beisboleras aún no tienen claro qué tipo de torneo se va jugar. En noviembre, la selección nacional topará un par de veces con su similar de Taipéi de China, como fogueo para el Clásico.
Lo ideal es que la temporada local rompa en octubre. Pero es muy probable que debido al tope en Asia la campaña acabe inaugurándose a finales de noviembre. De ser así, habría un parón en la Serie para efectuar la preparación de los peloteros que participarían en el III Clásico.
Si en cuestiones de béisbol la falta de información y el misterio campea, qué se puede esperar en temas importantes como la reforma migratoria o la comercialización de internet.
La Cuba de los Castro es un país de enigmas y rumores. De aprender a leer entre líneas. La prensa, más que informar, desinforma. Y aquellas personas que deben tomar decisiones se burlan olímpicamente de los medios y sus ciudadanos.
Sucede en la vida cotidiana, la política y el béisbol. Es un auténtico síndrome de silencio.
Sources: DiariodeCuba/IvanGarcia/InternetPhotos/TheCubanHistory.com
Cuban Baseball in his Labyrinth/ The Cuban History/ Arnoldo Varona, Editor