The passion that hasn’t been Lost * La pasión que no se ha perdido.

LA HABANA, CUBA: A group of Cuban intellectuals of various political tendencies presented a collection of essays called “For a consensus for democracy” that was the prelude to a broader debate, organized by the Catholic magazine Espacio Lay.

They met at the Felix Varela Cultural Center with a hundred people to discuss the institutionalization and democratization of the island, each from their political views but in an atmosphere of respect and deep analysis.

Panelists had different ideological colors, grouped roughly by sociologist Mayra Espina on Catholics, liberals and Marxists. Even took the priest Carlos Manuel de Cespedes, one of the most brilliant intellectuals of the Cuban Catholic Church.

The debate of the panelists and the audience on criteria focused on building democracy and institutionalize the country. (Photo: Raquel Perez)

It was exciting to see how issues debated until recently were taboo in Cuba as the multiparty system, democracy, political change, public participation in decision-making or the unconstitutionality of some governmental action.

Despite coming from different ideological currents, some consensus panelists managed to go beyond the clichés and go for a democracy that is not limited to the representative of capitalism or socialism Cuban assemblyman.

Both systems have failed in building democracy, sociologist Mayra Espina said. He added that Cuba provides an opportunity to move towards a new proposal and said that role of the citizen should be on the agenda of the forthcoming discussions.

Most panelists agreed that it is necessary to build a democracy in which citizens discuss the problems, propose solutions and monitor the implementation of the same. Something that would be possible today thanks to new information technologies.

Most agreed that any solution to the Cuban problem must guarantee national sovereignty, popular sovereignty, social equity, respect for civil rights, a viable economy and political democracy, social and economic.

Julio Cesar Guanche, essayist and professor at the University of Havana, emphasized the harmonious development of the changes: “The construction of rights, equalities and building construction freedoms are interrelated and contribute equally to the building of democracy”.

Meanwhile, the editor of Lay Space, Roberto Veiga, noted that the challenge “is to design the structures and mechanisms that should be the rule, which must have society and all guarantees of political freedom for them to be possible” .

“The debate in Cuba for the construction of a model sociopolitical, economic and legal obviously different,” Veiga said, adding that “should be institutionalized ideas that are the consensus of the majority of the Cubans for which we need a lot more discussion wide “.

Some dissidents present complained because initial discussions not invite those who “seek to modernize the system not only demolish the system.” However, they were allowed to ask questions and could comment freely.

Official side members did attend important social research centers very close to power but was not present any Cuban government official, which is quite normal and not participating in such debates.

Just one of the recurring criticisms of almost all the panelists and the audience was the great political centralization that exists in the country and the marginalization of citizens in making decisions on issues that directly affect their lives.

Both the depth of analysis and the originality and boldness of the ideas, the compendium “By consensus for democracy”-delivered during the debate demonstrates the maturity of social scientists Cuba.

Lay and Space magazine Felix Varela Center axes are consolidated as the national debate. The variety of political criteria and the presence of different generations in finding solutions reveal, as synthesized Mayra Espina, “passion for Cuba that we have not lost.”

Sources: CartasDesdeCuba/FernandoRavsberg/BBC/UK/TheCubanHistory.com
The Passion that hasn’t been lost/The Cuban History/ Arnoldo Varona, Editor

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LA PASION QUE NO SE HA PERDIDO

Un grupo de intelectuales cubanos de diferentes tendencias políticas presentaron un compendio de ensayos llamado “Por un consenso para la democracia” que fue el preludio de un debate más amplio, organizado por la revista católica Espacio Laical.

Se reunieron en el Centro Cultural Félix Varela con un centenar de personas para debatir sobre la institucionalización y la democratización de la isla, cada uno desde sus puntos de vista políticos pero en un ambiente de respeto y gran profundidad de análisis.

Había panelistas de diferentes colores ideológicos, a grosso modo agrupados por la socióloga Mayra Espina en católicos, liberales y marxistas. Incluso participó el sacerdote Carlos Manuel de Céspedes, uno de los intelectuales más lúcidos de la Iglesia católica cubana.

El debate de los panelistas y el público se centró en criterios sobre cómo construir la democracia e institucionalizar el país. (Foto:Raquel Pérez)

Fue apasionante ver cómo debatían temas que hasta hace unos años eran tabú en Cuba como el pluripartidismo, la democracia, los cambios políticos, la participación ciudadana en las decisiones o la inconstitucionalidad de algunas medidas gubernamentales.

A pesar de provenir de diferentes corrientes ideológicas, los panelistas lograron cierto consenso para ir más allá de los clichés y apostar por una democracia que no se limite a la representativa del capitalismo o a la asambleísta del socialismo cubano.

Ambos sistemas han fracasado en la construcción de la democracia, sostuvo la socióloga Mayra Espina. Agregó que eso da la oportunidad a Cuba de avanzar hacia una propuesta nueva y opinó que rol del ciudadano debe estar en la agenda de los próximos debates.

La mayoría de los panelistas coincidieron en que es necesario construir una democracia en la que el ciudadano debata los problemas, proponga soluciones y controle la aplicación de las mismas. Algo que hoy sería factible gracias a las nuevas tecnologías de la informática.

La mayoría estuvo de acuerdo en que cualquier solución a la problemática cubana debe garantizar la soberanía nacional, la soberanía popular, la equidad social, el respeto de los derechos ciudadanos, una economía viable y una democracia política, social y económica.

Julio Cesar Guanche, ensayista y profesor de la Universidad de La Habana, insistió en un desarrollo armónico de los cambios: “La construcción de derechos, la construcción de igualdades y la construcción de libertades se interrelacionan y contribuyen por igual a la construcción democrática”.

Por su parte, el editor de Espacio Laical, Roberto Veiga, acotó que el gran desafío “es diseñar las estructuras y mecanismos que debe tener el Estado, los que debe tener la sociedad y todas las garantías de libertad política para que estos sean posibles”.

“El debate en Cuba para la construcción de un modelo sociopolítico, económico y jurídico distinto es obvio”, dijo Veiga y agregó que “deben institucionalizarse las ideas que sean del consenso de la generalidad de los cubanos para lo cual es necesario un debate mucho más amplio”.

Algunos disidentes presentes se quejaron porque a los debates iniciales no se invitara a los que “no pretenden modernizar el sistema sino demoler el sistema”. Sin embargo, se les permitió hacer preguntas y pudieron opinar con total libertad.

Del lado oficial sí acudieron miembros de importantes centros de investigación social muy cercanos al poder pero no estuvo presente ningún funcionario del gobierno cubano, lo cual es bastante normal ya que no participan de este tipo de debates.

Justamente una de las críticas recurrentes de casi todos los panelistas y del público fue la gran centralización política que existe en el país y la marginación de los ciudadanos en la toma de las decisiones sobre asuntos que afectan directamente sus vidas.

Tanto por la profundidad del análisis como por la originalidad y la audacia de las ideas expuestas, el compendio “Por un consenso para la democracia” -entregado durante el debate- muestra la madurez alcanzada por los científicos sociales de Cuba.

La revista Espacio Laical y el Centro Félix Varela se consolidan como ejes del debate nacional. La variedad de criterios políticos y la presencia de diferentes generaciones en la búsqueda de soluciones revelan, como sintetizó Mayra Espina, “la pasión por Cuba que no hemos perdido”.

Sources: CartasDesdeCuba/FernandoRavsberg/BBC/UK/TheCubanHistory.com
The Passion that hasn’t been lost/The Cuban History/ Arnoldo Varona, Editor

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