Changes have been announced in our cuban baseball, demanded by many long time ago, as in all national contexts.
To say I don’t agree with anything, these also seem entirely inadequate, considering them separately although some will be thoughtful and other absurdities.
Let’s start with the latter. Fragmenting the season into two parts rather than just put it off the Classic III meaningless since canceled the first part, the results of which will not be taken into account when starting the second. The reason given by this blur even dare to demand it official reporters. The separation of the teams in two divisions seems accurate, but leaving it for next season, not applying a force, let alone suppressing midseason participation of teams in the second.
Another blunder is the addition of five “reinforcements” for each team. This idea seems to have occurred to an enemy of the National Baseball Commission, for forty provoke controversy and discontent over forty other (the players that will be dropped to make room for the newcomers). Moreover, contrary to the principle of regionalism, which has issued before the impossibility of changing athletes by agreement between the provinces.
Here in the Capital has raised welts Metropolitan suppression equipment, novena for over ten seasons functioned as a kind of industrial branch. This, as the rest of the provinces blue denounced as a privilege, was, at the time, a measure to weaken the Industrial. Now, violates those players who will be left out, especially against the chain brands veteranísimo Enriquito imposed by Diaz. It was said that it would be another illustrious mentor appointed rundown, Lazaro de la Torre.
This exclusion is justified to maintain the same number of teams, last year altered the separation into two of which at the time was the very strong team in the province of Havana. It is curious that no one has protested this dogmatic application that left one team with the pitching and the other, with the hitters. It is clear that the rest of the western novenas found great determination.
If the guidelines called no reference to changes in the political sphere, these minor changes not said a word about granting athletes the opportunity to participate in the international circuits of professional baseball, where the blanks and actually find the technical updating much needed today our ball. With stops short and friendly, not enough. Just as now imposed schedule adjustments to participate in the next Classic seasons could be coordinated with the foreign national, for the benefit of the quality and economy of both individual INDER, which could extract resources essential to the practice Baseball in the children’s and youth categories. Once athletes receive the same treatment as the artists disappear defections which hurt both credit regime.
Too long ago that television should remove the exclusion of their programming of Major League Baseball American, austerity ridiculous policy that only benefits increasingly well-publicized interest in Spanish football, also enjoyed sport. I think as it follows the rivalry between Barca and Real Madrid, could follow the Yankees from New York to Boston. In the 50s we all were proud of Orestes Minoso, Camilo Pascual, Pedro Ramos or Zorro Versalles nobody was interested in political militancy of these great players.
Sources: DesdeMiPalco/RogérioManzano/PirmaveraDig./RogelioFHurtado/InternetPhotos/TheCubanhistory.com
Cambios en la Pelota Cubana/ The Cuban History/ Arnoldo Varona, Editor
CAMBIOS EN LA PELOTA CUBANA
Se han anunciado cambios en nuestro béisbol, por demás reclamados hace mucho tiempo, como sucede en todos los contextos a nivel nacional.
Para no desentonar, estos también parecen insuficientes en su totalidad, aunque considerándolos por separado algunos resulten atinados y otros absurdos.
Empecemos por los segundos. Fragmentar la temporada en dos partes en vez de simplemente aplazarla durante el III Clásico, carece de sentido, pues anula la primera parte, cuyos resultados no serán tomados en cuenta al iniciar la segunda. La razón que determina este borrón ni siquiera se atreven a exigirla los periodistas oficiales. Las separación de los equipos en dos divisiones me parece acertada, pero dejándola para la próxima temporada, no aplicándola a la fuerza, y mucho menos suprimiendo la participación a mitad de temporada de los equipos clasificados en la segunda.
Otro disparate es la incorporación de cinco “refuerzos” para cada equipo. Esta idea parece habérsele ocurrido a un enemigo de la Comisión Nacional de Béisbol, pues provocará cuarenta polémicas y otros cuarenta descontentos más (los peloteros que serán dados de baja para darle cabida a los advenedizos). Además, atenta contra el principio regionalista, que ha dictado antes la imposibilidad de cambios de atletas por acuerdo entre las provincias.
Aquí en la Capital ha levantado ronchas la supresión del equipo Metropolitanos, novena que desde hace más de diez temporadas funcionaba como una especie de sucursal de Industriales. Esto, que el resto de las Provincias denunciaban como un privilegio azul, fue, en su momento, una medida adoptada para debilitar a los Industriales. Ahora, atenta contra aquellos peloteros que se quedarán fuera, sobre todo contra la cadena de marcas impuestas por el veteranísimo Enriquito Díaz. Se decía que el mentor designado sería otro ilustre venido a menos, Lázaro de la Torre.
Esta exclusión se justifica para mantener el mismo número de equipos, alterado el pasado año por la separación en dos del que en ese momento era el fortísimo equipo de la Provincia de La Habana. Es curioso que nadie haya protestado por esta aplicación dogmática, que dejó a uno de los equipos con el cuerpo de lanzadores y al otro, con los bateadores. Es claro que el resto de las novenas de la zona occidental encontró magnífica la determinación.
Si en los llamados lineamientos no hay referencia alguna a modificaciones de la esfera política, en estos cambios menores no se dice una palabra respecto a concederles a los atletas la posibilidad de participar en los circuitos internacionales de pelota profesional, donde efectivamente encontrarían el fogueo y la puesta al día técnica que tanto necesita hoy nuestra pelota. Con topes breves y amistosos, no basta. De igual modo que ahora se han impuesto ajustes al calendario para participar en el próximo Clásico, podrían coordinarse las temporadas nacionales con las foráneas, para beneficio de la calidad y de la economía tanto individual como del INDER, que podría extraer recursos imprescindibles para la práctica del béisbol en las categorías infantiles y juveniles. Una vez que los atletas recibiesen el mismo tratamiento que los artistas, desaparecerían las deserciones, que tanto lastiman el crédito del régimen.
Hace también mucho tiempo que la televisión debe suprimir la exclusión de su programación del béisbol de las Grandes Ligas norteamericanas, austeridad política ridícula, que sólo beneficia cada vez más el interés por el muy divulgado fútbol español, deporte del que también disfruto. Creo que tal como se sigue la rivalidad entre el Barça y el Real Madrid, podría seguirse la de los Yankees de New York con el Boston. En los años 50 todos nos enorgullecíamos de Orestes Miñoso, Camilo Pascual, Pedro Ramos o el Zorro Versalles y a nadie le interesaban las militancias políticas de estos grandes peloteros.
Sources: DesdeMiPalco/RogérioManzano/PirmaveraDigital/RogelioF.Hurtado/InternetPhotos/TheCubanhistory.com
Cambios en la Pelota Cubana/ The Cuban History/ Arnoldo Varona, Editor