BY ESTEBAN FERNANDEZ
27 DE NOVIEMBRE: REMEMBERING EIGHT STUDENTS MURDERED
Anyone who has been to school knows that there are matters that we have to study necessarily, for the simple reason of getting a “pass” on tests. There are some instead our attention and others (less) forever subjugate us and that are embedded in our minds throughout our lives.
Physics and chemistry were subjects that I was completely unrelated, however loved the history of Cuba. Our story was not an obligation but a pleasure where he got the best and perhaps the only good grades. And in our story is a very sad page dedicated to the execution of eight innocent boys who struck deep into my brain. And despite always happened in 1871 I think it was last night when this detestable event occurred.
I remember well the first thing that struck me was that almost all were minors. I raised my hand and asked the teacher intrigued How is it possible that having some 16 and 17 years and were studying medicine? … Being very young I was wondering: If they did not kill the young José Martí, and many senior army officers Mambí out unharmed after being captured by what the hell these guys took it out on defenseless?
There were mambises, or fighters, or enemies, they were young romping and joking in a cemetery. And the murder just to please a vociferous militia and bloodthirsty.
The volunteers were a claque very similar to that currently called “Rapid Response Teams” of the Castro tyranny: cranqueadas mobs and they were screaming vengeance against those accused of having committed “great disrespect” to scratch the tomb of Gonzalo Castanon, a journalist, director of La Voz de Cuba and Colonel of Volunteers of Havana. Action which were completely innocent. The sneak-and I spent a week trying to remember that name, was the warden of the Cobas Vicente cemetery.
Such has been my obsession with the subject through the years I have read the speech of the defense conducted by Captain Federico Capdevila over 50 times. Summarize what happened: the November 27, 1871, as I said earlier, the Spanish volunteers were screaming that a group of medical students were punished for the crime of desecrating the graves of Gonzalo Castanon.
As in the trial of the Flyers in 1959 students were subjected to two consecutive lawsuits, the first trial sentenced them to less than outraged Volunteers. At the head of government of the island was the Count of Valmaseda. From memory, I say that the eight students were named Anacleto Bermúdez, Alonso Alvarez de la Campa, Carlos Verdugo, Eladio Gonzalez, Jose Marcos, Carlos Augusto de la Torre, Rodriguez Pascual and Angel Laborde …
In the second trial were all sentenced to death. In case some do not remember, or never read it, I say that years later, a son of Gonzalo Castanon, oversaw the grave of his father and confirmed that it had to have been outraged signal. Fermín Valdés Domínguez (Marti’s best friend) made an affidavit and signed by him in this regard.
So today I am part of the majority of Cubans can sustain solemnly, 141 years later, that medical students were shot and that was unfairly felony committed by oppressive regime prevailing in the island. Since then, that a son of a Spanish soldier named Angel Castro, a long time later, he left very small barbarity committed in 1871.
Sources: EstebanFernandez/InternetPhotos/www.thecubanhistory.com
Recordando crimenes en nuestra historia/ Arnoldo Varona, Editor
www.thecubanhistory.com
POR ESTEBAN FERNANDEZ
27 DE NOVIEMBRE: RECORDANDO A LOS 8 ESTUDIANTES
Todo el que ha ido al colegio sabe que hay materias que las tenemos que estudiar por obligación, por el simple motivo de sacar un “aprobado” en los exámenes. Hay unas que por el contrario nos llaman la atención y otras (las menos) que nos subyugan eternamente y que se incrustan en nuestra mente por toda nuestra vida.
La física y la química eran asignaturas que me eran ajenas por completo, sin embargo adoraba la historia de Cuba. Nuestra historia no era una obligación sino un verdadero placer donde sacaba las mejores y quizás las únicas buenas notas. Y dentro de nuestra historia hay una página muy triste dedicada al fusilamiento de ocho inocentes muchachos que se impactó profundamente en mi cerebro. Y a pesar de que sucedió en 1871 siempre me parece que fue anoche cuando ocurrió este detestable acontecimiento.
Recuerdo perfectamente que lo primero que me llamó la atención fue que casi todos eran menores de edad. Levanté la mano y le pregunté intrigado al profesor ¿Cómo es posible que teniendo algunos 16 y 17 años ya estaban estudiando medicina?… Siendo muy pequeño yo me preguntaba: ¿Si no mataron al joven José Martí, y muchos altos oficiales del Ejército Mambí salían ilesos después de ser capturados por qué diablos se ensañaron con estos muchachos indefensos?
No eran mambises, ni combatientes, ni enemigos, eran unos jóvenes retozando y bromeando dentro de un cementerio. Y los asesinan simplemente para complacer a una milicia vociferante y sedienta de sangre.
Los VOLUNTARIOS fueron una claque muy parecida a la que actualmente se le llama “Equipos de Respuesta Rápida” de la tiranía castrista: turbas enardecidas y cranqueadas que pedían a gritos venganza contra los acusados de haber cometido “la gran falta de respeto” de rayar la tumba de Gonzalo Castañón, un periodista, director de La Voz de Cuba y coronel de los Voluntarios de La Habana. Acción de la cual eran completamente inocentes. El chivato- y he estado una semana tratando de acordarme de ese nombre- fue el celador del cementerio Vicente Cobas.
Ha sido tan grande mi obsesión con el tema que a través de los años he leído el discurso de la defensa llevado a cabo por el Capitán Federico Capdevila más de 50 veces. Resumiendo lo ocurrido: el 27 noviembre de 1871, como les dije anteriormente, los Voluntarios españoles pedían a gritos que un grupo de estudiantes de medicina fuera castigado por el crimen de profanar los sepulcros de Gonzalo Castañón.
Como en el juicio de los aviadores en 1959 los estudiantes fueron sometidos a dos procesos judiciales consecutivos, el primer juicio los sentenció a penas menores que indignaron a los Voluntarios. Al frente del gobierno de la Isla estaba el Conde de Valmaseda. De memoria les digo que los ocho estudiantes se llamaban Anacleto Bermúdez, Alonso Álvarez de la Campa, Carlos Verdugo, Eladio Gonzalez , José de Marcos, Carlos Augusto de la Torre, Pascual Rodríguez y Ángel Laborde…
En el segundo juicio todos fueron condenados a muerte. Por si algunos no lo recuerdan, o nunca lo leyeron, les digo que años después, un hijo de Gonzalo Castañón, revisó la tumba de su padre y confirmó que no tenía señal de haber sido ultrajada. Fermín Valdés Domínguez (el mejor amigo de Martí) logró una declaración jurada y firmada por él al respecto.
Por lo tanto, hoy en día soy parte de la mayoría de los cubanos que podemos sostener solemnemente, 141 años más tarde, que los estudiantes de medicina fueron fusilados injustamente y que fue el crimen mayor cometido por régimen opresor que imperaba en la isla. Desde luego, que un hijo de un soldado español llamado Ángel Castro, muchísimo tiempo después, dejó muy chiquito la barbaridad cometida en 1871.
Sources: EstebanFernandez/InternetPhotos/www.thecubanhistory.com
Recordando crimenes en nuestra historia/ Arnoldo Varona, Editor
www.thecubanhistory.com