Commonly, erotic cuisine is more associated with the tropical latitudes than of the temperate and cold climates. And although this is only an assumption, the fact is that the Cuban archipelago is located precisely in this geographical strip, which qualifies a favorable opinion regarding your kitchen sensual.
Creole culinary aphrodisiac Concerns have paid a land where many guesses are inserted popularly accepted. No missing therefore varied dishes with products from the animal or vegetable kingdom, or both together. And as a matter exceptionally denoting the national character, mixed evenly, as aspects of other demonstrations, music, dance, theater, vocabulary, gestures or sayings. Overture always present, but tested element in the mystique surrounding the fact affective.
When inquired about the usual animal products in popular culinary legend, we must not miss the hawksbill with his famed “hum”-male sex organ, and the roe of the female shark and its fins, refined crustaceans like lobster and shrimp, the testes and the bull’s tail, duck eggs, queen, scallops and oysters in general, the turtle, quail and their eggs, crabs, white hedgehog, crocodile, and royal jelly honey, succulent meat fish, although there are recipes noble animals with meat-chicken, for example, that associated with ‘bullets’ aphrodisiacs, lead to the desired state of sexual arousal.
Plant products are also appreciable. In his book, Medicinal, Aromatic and Poisonous Cuba, noted botanist Juan Tomás Roig, establishes a classification of a large group of plants that grow on the island and as aphrodisiac precisely identifies no fewer than 20 of them: avocado, annatto, cane, coconut, cola, bighorn cilantro, cúrbana, eucalyptus, ginger, Macio, black mangrove, cashew, matte red, sweet potato stick, ortiguilla, picapica, pepper, pine, monkey bridge, Indian root, breaks shirt male sterculia foetida and vanilla. But the general belief identifies many others: peanut, sesame, mint, rose petals, onion, garlic, cocoa and chocolate secular, moist and syrupy strawberry, papaya-mandrake exuberant by looks and double entender. And if this is love potions, two humble individuals charged with fame: the Guarapo (Cane juice) and the PRU (made with cuban roots).
Erotic Cuban cuisine is no exception, has rules that must be followed for success promptly. To begin, the recipes chosen to be studied. In a second step, choose ingredients carefully. For those ingredients that will eventually be displayed as such, without major apparent external transformations must maintain the characteristics that identify them with the language of love. The textures are soft, moist and gelatinous; avoiding any appearance dry, aggressive or vulgar. Working recreation mindful of the receiver or the receiver. Enhance the flavors without exaggerating, but at all costs prevent them from being bland. Collate, in a pleasant amalgam, a collection of evocative colors, favoring a red spectrum toward yellow, avoiding those hues diffuse or confused. Prevent to give the impression that the food prepared ready made came from somewhere, like the dishes we receive home delivery.
Sources: CubanSaberSabor / FernandoFornet / InternetPhotos / TheCubanHistory.com
La Cocina Cubana Erotica / Arnoldo Varona, Editor
www.thecubanhistory.com
LA COCINA EROTICA CUBANA
Comúnmente, la cocina erótica se asocia más con las de latitudes tropicales que con las de climas templados y fríos. Y aunque esto es solo un supuesto, el hecho cierto es que el archipiélago cubano se encuentra ubicado precisamente en esa franja geográfica, lo que matiza de manera favorable la opinión con respecto a su cocina sensual.
Las inquietudes gastronómicas afrodisíacas criollas han abonado un terreno donde se insertan muchas conjeturas popularmente aceptadas. No faltan por tanto, platos variados con productos procedentes del reino animal o del reino vegetal, o ambos en conjunto. Y como es un tema que denota de manera excepcional la idiosincrasia nacional, se mezclan parejamente, aspectos de otras manifestaciones como, la música, la danza, el teatro, el vocabulario, la gesticulación o el refranero. Presente siempre la insinuación, elemento más que probado en la mística que rodea el hecho afectivo.
Cuando indagamos sobre los productos del reino animal habituales en la leyenda culinaria popular, tenemos que no faltan el carey con su afamada «picha» -órgano sexual masculino— y las huevas de la hembra, el tiburón y sus aletas, los crustáceos refinados como langosta y camarones, los testículos y la cola del toro, los huevos de pato, el cobo, los ostiones y ostras en general, la jicotea, la codorniz y sus huevos, los cangrejos, el erizo blanco, el cocodrilo, la jalea real y la miel, peces de carne suculenta; aunque no faltan recetas de animales con carnes nobles —pollo, por ejemplo— que asociadas con «proyectiles» afrodisíacos, lleven al ansiado estado de excitación sexual.
Los productos vegetales son también apreciables. En su libro, Plantas medicinales, aromáticas y venenosas de Cuba, el destacado botánico Juan Tomás Roig, establece una clasificación de un numeroso grupo de plantas que crecen en la Isla y precisamente identifica como afrodisíacas no menos de 20 de ellas: aguacate, bija, caña brava, cocotero, cola, culantro cimarrón, cúrbana, eucalipto, jengibre, macío, mangle prieto, marañón, mate colorado, palo boniato, ortiguilla, picapica, pimienta, pino, puente de mono, raíz de indio, rompe camisa macho, sterculia foetida y vainilla. Pero la creencia general identifica muchas otras: maní, ajonjolí, menta, pétalos de rosa, cebolla, ajo, el cacao y su chocolate secular, la fresa húmeda y melosa, la papaya —mandrágora exuberante por su aspecto físico y doble sentido—. Y si de pociones de amor se trata, dos humildes ejemplares cargan con la fama: el guarapo y el prú.
La cocina erótica cubana no es una excepción,tiene reglas que deben seguirse puntualmente para obtener resultados satisfactorios. Para comenzar, las recetas escogidas deben ser estudiadas. En un segundo escalón, escoger los ingredientes con cuidado. En el caso de aquellos ingredientes que a la larga se exhibirán como tales, sin mayores transformaciones externas aparentes, deben mantener las características que los identifiquen con el lenguaje amoroso. Las texturas serán suaves, húmedas y gelatinosas; evitando en todo momento la apariencia reseca, agresiva o vulgar. Trabajar la recreación teniendo presente el receptor o la receptora. Potenciar los sabores sin necesidad de exagerar, pero a toda costa impedir que queden desabridos. Intercalar, en una amalgama agradable, un conjunto de colores sugestivos, favoreciendo el espectro que forma el rojo hacia el amarillo, evitando aquellas tonalidades difusas o confusas. Impida dar la impresión de que la comida preparada vino de alguna parte preelaborada, como sucede con los platos que nos entregan a domicilio.
Sources: CubanSaberSabor/FernandoFornet/InternetPhotos/TheCubanHistory.com
La Cocina Erotica Cubana/ Arnoldo Varona, Editor
www.TheCubanHistory.com