In the summer of 2009, the Cuban press announced, to the surprise and pleasure of the public, the end of the program to schools ‘to the country’ in the area for teens. In these educational centers had rested in no small measure, the revolutionary pedagogy aimed at social control and the creation of the “new man”.
.. About life in one of these schools is where stopped this short fiction film “Camionero” from the young director Sebastian Milo. Inspired by the story of Yomar Gonzalez, “A is the third time lucky” Camionero is a deep critique of the Cuban educational model.
.. This is an independent short film of Sebastian Milo, a deep critique of revolutionary educational model.
The film tells the story of Randy, a boy harassed and violated by some of his peers, with the consent of all students and in the eyes of school officials, who between political speeches and speeches ignores what happens in reality. However, the principal says in one scene that the center has been declared a “vanguard” in socialist competition, and that is a model of “reference” nationwide, thanks to the discipline and camaraderie exhibited by students. That time of the hilarious film by no less serious as it explores the theatricality of political discourse and how it is constructed from a staging, a “reality” that runs another in parallel and that has nothing to do with what happens objectively.
The film challenges the so emaciated figure of the educator. At one point in the plot and with musical notes of “The Girl of the bag” by Fausto Papetti, as background, I get a teacher who is having sex with a student while Randy abused in the same building. Those who have been to one of these schools know that the director does not exaggerate Sebastian Milo, and that reality can surpass fiction.
Hat is a realistic cutting material with excellent workmanship and uses violence as an aesthetic appeal that touches the viewer. Indeed, one of the grounds that the film explores the relationships of power. Schools were disciplinary institutions in the field that were part of a process of social homogenization more comprehensive, which came to be expressed through violence, debugging and “re-education”. In Trucker power unit is not palpable and easily identifiable, does not rest on a subject or specific institution, but runs, played in the whole community, so that is internalized and naturalized. Here, violence functions as a knowledge acquired as part of the daily rituals, and is used to investigate the complex relationship that exists between an individual and not normative alleged mass uniformity.
As military units, hospitals and prisons, these educational centers are part-in the words of Michel Foucault, a “political anatomy”, 4 and pass through the human body, dismantle and recomposed. Foucault points that discipline tends to distribute to individuals in space, and that this displays various techniques, among which are the closure and creation of sites funcionales.5 Schools ran to the field structure and distribution military-time, even in its curriculum was introduced the subject of combat training for students to receive such instruction.
With this film, Sebastian Milo calls into question some of the stereotypes about violence as a feature unique to the masses. In short it is suggested that the character of Yerandi, key promoter of the harassment, the son of a state official who comes to see him in his white Lada, wearing guayabera, while holding talks with the affable director of the school, during the visit parent. This resource, also used to mark the class differences, it is very interesting for the interpretive possibilities it offers.
The film takes violence to its best and has a fatal outcome for all concerned. Randy, the boy violated, not having the tools to survive in that environment, just by suicide. Similarly, their harassers die at the hands of Raidel stabbed, the only one of his partner’s situation seems to care.
http://youtu.be/pA9e87-S62g
In Camionero underlie some questions that I can not make. What have been economically and symbolic cost-benefit of these schools for the nation? What impact did the field of values? What kind of subjects created these institutions? What educational models really need?
There is much road to go yet, a long road that will lead us to learn from mistakes and think a country from other perspectives. Hat contributes from art to thaw many old patterns and promote discussions that have not been part of the agenda of the media or politics.
The combination of study and work was not exclusive of Marti’s ideas, as long thought. Worldwide, there are other experiences and educational models that are based on this principle and promote among students work in the community as part of the academic curriculum. It all depends on how you drive and what springs are sought to enable implementation.
The independent film, from the democratization of technology, it has become a place of questioning and challenge to the industry official. These processes make the cultural field a less stable and more pluralistic. Camionero, Sebastian Milo, a film is not more within the vast alternative film production produced in Cuba, this is a film that moves and moves.
Sources: DDC/ AbelSierra/internetphotos/youtube/www.thecubanhistory.com
Film Trailer ‘Camionero’: violence and revolutionary pedagogy
The Cuban History, Arnoldo Varona, Editor
Cine: ‘Camionero’ violencia y pedagogía revolucionaria.
En el verano del año 2009 la prensa oficial cubana anunciaba, para sorpresa y beneplácito de la ciudadanía, el fin del programa de escuelas en el campo para adolescentes. En estos centros educacionales había descansado, en no poca medida, la pedagogía revolucionaria, encaminada al control social y a la creación del “hombre nuevo”.
.. Acerca de la vida en una de esas escuelas se detiene el corto de ficción Camionero, del joven realizador Sebastián Miló. Inspirado en el cuento de Yomar González, “A la vencida va la tercera”, Camionero es una profunda crítica al modelo pedagógico cubano.
.. El cortometraje independiente de Sebastián Miló, una profunda crítica al modelo educacional revolucionario.
El filme relata la historia de Randy, un muchacho acosado y violentado por algunos de sus compañeros, con la anuencia de todo el estudiantado y ante los ojos de los directivos de la escuela, que entre arengas políticas y discursos ignora lo que pasa en realidad. Sin embargo, el director de la escuela asegura en una de las escenas que el centro ha sido declarado “vanguardia” en la emulación socialista, y que constituye un modelo de “referencia” a nivel nacional, gracias a la disciplina y al compañerismo exhibido por los estudiantes. Ese momento del filme no por hilarante es menos serio, pues explora la teatralidad del discurso político y cómo se construye a partir de una puesta en escena, una “realidad” otra que transcurre de modo paralelo y que nada tiene que ver con lo que sucede objetivamente.
El filme interpela de modo descarnado a la figura del educador. En un momento de la trama y con las notas musicales de “La muchacha de la valija”, de Fausto Papetti, como background, aparece un profesor que está teniendo sexo con una alumna, mientras se abusa de Randy en el mismo edificio. Los que hemos estado en alguna de esas escuelas sabemos que el realizador Sebastián Miló no exagera, y que la realidad puede sobrepasar a la ficción.
Camionero es un material de corte realista con una excelente factura y utiliza la violencia como un recurso estético que conmueve al espectador. Precisamente, uno de los terrenos que explora la cinta son las relaciones de poder. Las escuelas al campo fueron instituciones disciplinarias que formaban parte de un proceso de homogenización social más abarcador, el cual llegó a expresarse a través de la violencia, la depuración y la “reeducación”. En Camionero el poder no es una unidad palpable y fácilmente identificable; no descansa en un sujeto o entidad específica, sino que circula, se reproduce en toda la colectividad, de tal modo que se internaliza y naturaliza. Aquí, la violencia funciona como un saber adquirido que forma parte de los rituales cotidianos, y se utiliza para indagar en la relación compleja que se establece entre un individuo no normativo y la uniformidad pretendida de la masa.
Como las unidades militares, los hospitales y las cárceles, estos centros educacionales son parte —en palabras de Michel Foucault— de una “anatomía política”,4 y atraviesan el cuerpo humano, lo desarticulan y lo recomponen. Apunta Foucault que la disciplina tiende a distribuir a los individuos en el espacio, y que para ello despliega varias técnicas, entre las que se encuentran la clausura y la creación de emplazamientos funcionales.5 Las escuelas al campo funcionaron con una estructura y una distribución del tiempo de tipo militar; incluso, en su programa de estudios fue introducida la asignatura de preparación combativa para que los estudiantes recibieran ese tipo de instrucción.
Con este filme, Sebastián Miló pone en entredicho algunos de los estereotipos existentes acerca de la violencia como rasgo privativo de las clases populares. En el corto se sugiere que el personaje de Yerandi, promotor fundamental del acoso, es hijo de un funcionario estatal que viene a verlo en su Lada blanco, luciendo guayabera, al tiempo que sostiene conversaciones afables con el director de la escuela, durante la visita de los padres. Este recurso, utilizado también para marcar las diferencias de clases, es muy interesante por las posibilidades interpretativas que ofrece.
El filme lleva la violencia hasta su máxima expresión y tiene un fatal desenlace para todos los implicados. Randy, el muchacho violentado, al no poseer las herramientas necesarias para sobrevivir en ese ambiente, acaba por suicidarse. Del mismo modo, sus acosadores mueren apuñalados a manos de Raidel, el único al que la situación de su compañero parece importarle.
http://youtu.be/pA9e87-S62g
En Camionero subyacen algunas interrogantes que no puedo dejar de formular. ¿Cuáles han sido en términos económicos y simbólicos los costos-beneficios de estas escuelas para la nación? ¿Qué repercusiones tuvieron en el terreno de los valores? ¿Qué tipo de sujetos crearon estas instituciones? ¿Qué modelos educativos realmente necesitamos?
Queda mucha carretera que recorrer todavía, un largo camino que nos conduzca a aprender de los errores y a pensar un país desde otras perspectivas. Camionero contribuye desde el arte a descongelar muchos de los viejos esquemas y a promover discusiones que no han formado parte de las agendas de los medios o de la política.
La combinación del estudio con el trabajo no era exclusiva del ideario martiano, como se pensó por mucho tiempo. Existen en el mundo otras experiencias y modelos educativos que se basan en este principio y promueven entre los estudiantes el trabajo en la comunidad como parte del currículum académico. Todo depende de cómo se maneje y de qué resortes se buscan activar con su implementación.
El cine independiente, a partir de la democratización de las tecnologías, se ha convertido en un sitio de interpelación y reto a la industria oficial. Estos procesos hacen del campo cultural un sitio menos estable y más plural. Camionero, de Sebastián Miló, no es un filme más dentro de la vasta producción cinematográfica alternativa producida en Cuba; esta es una película que moviliza y conmueve.
Sources: DDC/ AbelSierra/internetphotos/youtube/www.thecubanhistory.com
Film Trailer ‘Camionero’: violence and revolutionary pedagogy
The Cuban History, Arnoldo Varona, Editor