Virgilío Piñera, “l’enfant terrible” of Cuban Literature * Virgilío Piñera,”l’enfant terrible” de la literatura cubana.

Virgilio Piñera, (born August 4, 1912, Cárdenas, Cuba—died October 18, 1979, Havana), playwright, short-story writer, poet, and essayist who became famous for his work as well as for his highly bohemian lifestyle. His life was one of his most outrageous creations.

Piñera’s father was a railroad engineer, and his mother was a schoolteacher. He attended the University of Havana but refused to defend his dissertation before a “bunch of donkeys.” Thereafter, he found it difficult to find suitable employment and sometimes was forced to rely on family and friends for financial support. Piñera was not one to belong to literary groups or to associate himself with artistic and philosophical movements, and his frequent troubles with Castro’s regime came as a result of his irreverence and refusal to follow a communist party line.

Virgilio Piñera has become in the past two decades a totemic figure for younger Cuban poets, despite the relative paucity of his poetic production. As he said himself, “I have always considered myself a casual poet.”

Piñera was written out of history and refused the right to publish or leave the island, like so many others in the dark decade of the 1970s, and he owes his current status perhaps as much to that repression and his legendary if sometimes exaggerated resistance to the powerful, and to his open homosexuality, as to his irreverent huhumor and his embrace of everyday event and the language and culture of the streets.

Among his most famous poems are “La isla en peso” (1943), and “La gran puta” (1960). He was a member of the “Origenes” literary group, although he often differed with the conservative views of the group. In the late 1950s he co-founded the literary journal Ciclón. Following a long exile in Buenos Aires, Argentina, Piñera returned to Cuba in 1958, months before Fidel Castro took power.

His work includes essays on literature and literary criticism, several collections of short stories compiled under the title of Cold Tales, a great number of dramatic works, and three novels: La carne de René (Rene’s Flesh), Presiones y Diamantes (Pressures and Diamonds), and Las pequeñas maniobras (Small manoeuvres). His work is seen today as a model by new generations of Cuban and Latin American writers. Some believe that his work influenced that of Reinaldo Arenas, who wrote in his memoir Before Night Falls of Piñera’s time in Argentina and friendship there with Witold Gombrowicz.

Piñera was better known for his avant-garde theatre, such as the play Electra Garrigó (1943), than for his poetry or short stories, though his admirers recognized him as a master of the latter. His best collections are Cuentos fríos (1956; Cold Tales) and Pequeñas maniobras (1963; “Little Maneuvers”).

In the 1950s Piñera lived in Buenos Aires, where he came to know Jorge Luis Borges, and his work was published in the prestigious journal Sur. This period in Argentina—encompassing his friendship with Borges and others in Buenos Aires, including the exiled Polish writer Witold Gombrowicz—was an influence on his work. Piñera returned to Cuba after the triumph of the revolution in 1959. But in 1961 he was jailed for “political and moral crimes.” After his eventual release, he went on living as a marginal figure with few defenders among those in power, although in 1969 he did win Cuba’s most important literary award, the Casa de las Américas Prize, for his play Dos viejos pánicos (“Two Ancient Panics”).

Piñera’s stories blend the fantastic with the grotesque, with touches of paranoia, and even with madness. The world seems to collapse on his protagonists, who resort to drastic measures, such as that taken by the main character in “”Carne”” (“”Meat””) who progressively eats himself to avoid starvation.

The magazine Unión posthumously published autobiographical writing by Piñera in which he discussed how he concluded he was gay. However, his work can not be reduced to his open discussions on homosexuality in a time when such a topic was taboo, especially in Cuba. Piñera’s literary and cultural perspective went beyond sexuality, to express concerns on national and continental identity, philosophical approaches to theater, writing and politics. This focus drew fire from the Spanish American literary establishment of his time, including Cuban poets Cintio Vitier and Roberto Fernandez Retamar, and leaders like Fidel Castro and Che Guevara.

Due to Piñera’s social points of view and especially to his homosexuality, he was censured by the revolution, and died without any official recognition. As more of his work has been translated into English, Piñera’s work has been rediscovered by American academia as a testimony of 20th century resistance against totalitarian systems.

Sources: Wiki/InternetPhotos/Britanica/GonzalezEchevarria/www.thecubanhistory.com
Virgilío Piñera,”l’enfant terrible” de la literatura cubana.
The Cuban History, Arnoldo Varona, Editor

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Virgilío Piñera,”l’enfant terrible” de la literatura cubana.

Virgilio Domingo Piñera Llera (Cárdenas, Matanzas, 4 de agosto de 1912- La Habana, 18 de octubre de 1979) fue un poeta, narrador, traductor y dramaturgo cubano.

Cursó sus primeros estudios en su localidad natal, pero en 1925 se trasladó con su familia a Camagüey, donde estudió el bachillerato. En 1938 se instaló en La Habana, en cuya universidad se doctoró en Filosofía y Letras en 1940. Ya el año anterior había empezado a publicar, sobre todo poemas, en la revista Espuela de plata, predecesora de Orígenes, en la que coincidió con José Lezama Lima. En 1941 vio la luz su primer poemario, Las furias, y ese mismo año escribió también la que es quizá su obra teatral más importante, Electra Garrigó, que se estrenó en La Habana, ocho años después, y constituyó uno de los grandes hitos del teatro cubano, para muchos críticos, como Rine Leal o Raquel Carrió, el verdadero comienzo del teatro cubano moderno.

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En 1942 fundó la efímera revista Poeta, de la que fue director. Al año siguiente publicó el extenso poema La isla en peso, una de las cumbres de la poesía cubana, que en su momento fue, sin embargo, objetado por grandes poetas como Gastón Baquero o Eliseo Diego y críticos como Cintio Vitier. Aunque en La isla en peso se considera en la actualidad como uno de los momentos más altos de la poesía cubana. Cuando en 1944 Lezama y Rodríguez Feo fundaron la revista Orígenes, Piñera formó parte del plantel inicial de colaboradores, a pesar de que mantenía importantes discrepancias estéticas con el grupo de poetas de la revista. Allí publicó poesía y un excelente ensayo: “El secreto de Kafka”. Preparó, asimismo, un número sobre literatura argentina.

En febrero de 1946 viajó a Buenos Aires, donde residió, con algunas interrupciones, hasta 1958. Allí trabajó como funcionario del consulado de su país, como corrector de pruebas y como traductor.1 En la capital argentina hizo amistad con el escritor polaco Witold Gombrowicz, y formó parte del equipo de traductores que llevaron a cabo la versión castellana de Ferdydurke. También conoció a Jorge Luis Borges, Victoria Ocampo y a José Bianco, quien prologó su volumen de cuentos El que vino a salvarme, publicado por la Editorial Sudamericana. Continuó colaborando con Orígenes con cuentos, ensayos y reseñas críticas. En 1948 se estrenó en La Habana Electra Garrigó, mal acogida por la crítica. Por entonces escribió otras obras teatrales: Jesús y Falsa alarma, obra considerada una de las primeras muestras de teatro del absurdo, anterior incluso a La cantante calva de Eugène Ionesco.

En 1952 publicó su primera novela, La carne de René. En 1955, tras el final de Orígenes, marcado por una agria disputa entre Lezama Lima y Rodríguez Feo, fundó con este último la revista Ciclón, de gran importancia en la historia de la literatura cubana. Por entonces colaboró también con la revista argentina Sur y con las francesas Lettres Nouvelles y Les Temps Modernes. En 1958 abandonó Argentina y se instaló definitivamente en Cuba, donde viviría hasta su muerte.

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Tras el triunfo de la Revolución Cubana, Piñera colaboró en el periódico Revolución y en su suplemento Lunes de Revolución. En 1960 reestrenó Electra Garrigó y publicó su Teatro completo. En 1968 recibió el Premio Casa de las Américas de teatro por Dos viejos pánicos, obra que no fue estrenada en Cuba hasta principios de los años noventa.

Recientemente en México ha tenido una exitosa temporada una nueva interpretación de “Electra Garrigo” titulada “El Son de Electra” bajo la dirección del destacado creador Ramón Díaz y las actuaciones de Thais Valdés y Sandra Muñoz y en La Habana ha reaparecido esta obra bajo la dirección de Roberto Blanco y últimamente de Raúl Martín con el Grupo Teatral La Luna.

A partir de 1971 y hasta su muerte, Piñera sufrió un fuerte ostracismo por parte del régimen y de las instituciones culturales oficiales cubanas, en gran parte debido a una radical diferencia ideológica y a su condición sexual, ya que nunca escondió su homosexualidad. El famoso escritor cubano disidente Reinaldo Arenas, amigo de Piñera, cuenta ese episodio en sus memorias Antes que anochezca.

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Como narrador, destaca por su humor negro, dentro de la línea del absurdo. Fue también un destacado traductor, y vertió al español obras de Jean Giono, Imre Mádach, Charles Baudelaire y de Witold Gombrowicz, entre muchos otros.

Sus Cuentos completos han sido publicados por la Editorial Alfaguara. Su poesía completa, así como La carne de René, aparecieron bajo el sello de Tusquets.

Sources: Wiki/InternetPhotos/Britanica/GonzalezEchevarria/www.thecubanhistory.com
Virgilío Pinera,”l’enfant terrible” de la literatura cubana.
The Cuban History, Arnoldo Varona, Editor

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