Fall the veils: Ileana Ros-Lehtinen, political commentator Nicanor Cotayo León, is the latest propaganda effort to discredit the first Hispanic woman who was elected to the US Congress in 1989.

From the bastions of totalitarianism Cuban “intelligence” attacks do not have shortage of the Castro Administration to discredit the Cuban American Rep. Ros-Lehtinen.

Apart from the discrepancies that may raise the political positions of Ros-Lehtinen and their strategies in Congress to advance democratic agenda for the future of Cuba, it really is not intended to Havana to discuss, argue or question the arguments of this woman but demonized.

The fury of old trench Castro has gestated this book Cotayo Leon, a veteran fox forced ideological campaigns that are designed from the Communist Party Central Committee.

Omens faded

May this book out at the moment is evidence of the priority the Cuban government and its intelligence apparatus are granting Ros-Lehtinen. What really bothers the regime is that despite the omens and curses thrown from the official Cuban media (and backed by the “reliable information” of some analysts Miamians dedicated to “revolutionary work”), the influence and the strength of a sector exile still stands in support of the Congressman, which has reasserted itself as a heavier voices within the Republican Party.

What we lose sight of the brainy analysts Havana are the other aspects and concerns that have given Ros-Lehtinen Endorsement base among their constituents. In these years the Congressman has not only dedicated to critically position and promote legislation against the Cuban regime, but has also been active and responsive to other tasks of community interest, ranging from support for education, concern for people seniors, the rights of LGBT groups, the Jewish theme, free trade agreements with Latin America, the protection of Cuban immigrants and their strong position in favor of immigration law.

His political instinct has been erected in criticism of entrenched positions of the Republican Party after the 2012 election fiasco, and to challenge the anti-immigrant statements caucus colleagues. Hence the leadership he has achieved is the result of their ability to negotiate and bipartisan alliances beyond the sweltering Cuban issue in Congress.

But that does not appear in this book.

The researcher Leon Cotayo spends 15 chapters and 105 pages insult to “the fierce wolf”, the epithet with which the regime categorizes Ros-Lehtinen since the incident the child rafter Elian Gonzalez. The cover of the volume is designed to reflect the tone of the writing, in the best style of propaganda goebeliana.

The text is accompanied by a large photo album, like 15 of the lady, with which it seeks to demonstrate that “really, if not for the Cuban Revolution would never have been anyone,” according dare say former President Union of Journalists of Cuba, Tubal Paez, introducing the book weeks ago.

To Paez, the congressman “is the female version of the typical rogue or bug, of marginal culture and pseudorepublic Cuban colony.”

What bothers is that this woman has run its political path, mocking epithets and attacks, which come from the island and those generated on this side (and not just of his Democratic antagonists).

“I recreated in these pages several aspects of Ileana Ros’s life that make it become one of the most hated people in Cuba revolutionary processes, therefore, devoted a chapter to the Loba Feroz link to terrorism and terrorists who have endangered the lives of many Cubans, “said the author, who said he received suggestions to write the book after publishing another of his essayistic pieces on Cuba-US relations: Bush W. (Editorial José Martí, 2008).

Cotayo Leon’s argument is established from statements like this: “This is a case between paranoia, ambition, the grotesque and vehement love of underworld”.

This is the book of Leon Cotayo 14. For the Cuban Book Institute is complicated maneuver with numbers and the economy and make this text one of the best sellers at fairs and literary events. Her first appearance was in the House of ALBA in Havana and other not lacking in municipalities and provinces.

Besides the presentation exalted outgoing President of UPEC, has written another book favorably Cotayo is journalist Leon (no need to say that ruling) Manuel Henriquez Lagarde calling “a run bigger, better paper and design” and even goes to suggest that “it would not hurt to translate your content to a series or documentary.”

Everything is possible in propaganda hallucinations that still occupy Havana, despite the “structural changes” undertaken by Raul Castro and the architect of the Battle of Ideas is now devoted to other tasks between clumps of moringa.

Caen los velos: Ileana Ros-Lehtinen, del comentarista político Nicanor León Cotayo, es el más reciente esfuerzo de la propaganda oficial por desacreditar a la primera mujer hispana que llegó al Congreso de Estados Unidos en 1989.

Desde los bastiones del totalitarismo informativo cubano no faltan los ataques de la “inteligencia” castrista para enfilarle los cañones del descrédito a Ros-Lehtinen.

Al margen de las discrepancias que puedan suscitar las posiciones políticas de Ros-Lehtinen o sus estrategias en el Congreso por avanzar una agenda democrática para el futuro de Cuba, lo que realmente pretende La Habana no es discutir, polemizar o cuestionar los argumentos de esta mujer, sino demonizarla.

Del furor castrista de la vieja trinchera se ha gestado este libro de León Cotayo, un veterano zorro de las campañas de ideologización forzosa que se diseñan desde el Comité Central del Partido Comunista.

Augurios desvanecidos

Que este libro salga en estos momentos es evidencia de la prioridad que el gobierno cubano y su aparato de inteligencia siguen concediéndole a Ros-Lehtinen. Lo que molesta en realidad al régimen es que a pesar de los augurios y maleficios lanzados desde los medios oficiales cubanos (y respaldados por la “información confiable” de ciertos analistas miamenses dedicados a la “obra revolucionaria”), la influencia y la pujanza de un sector exiliado sigue en pie en apoyo a la congresista, que se ha reafirmado como una de las voces de mayor peso dentro del Partido Republicano.

Lo que pierden de vista los sesudos analistas de La Habana son las otras facetas y preocupaciones que le han dado a Ros-Lehtinen la base de repaldo entre sus electores. En estos años la congresista no solo se ha dedicado a posicionarse críticamente y promover legislaciones contra el régimen cubano, sino que también ha sido activa y sensible a otras labores de interés comunitario, que van desde el respaldo a la educación, la preocupación por las personas de la tercera edad, la defensa de los derechos de los grupos LGBT, el tema judío, los tratados de libre comercio con Latinoamérica, el amparo de inmigrantes no cubanos y su firme postura a favor de la ley de inmigración.

Su olfato político la ha llevado a erigirse en crítica de las posturas anquilosadas del Partido Republicano tras el fiasco electoral del 2012, así como a cuestionar las declaraciones antiinmigrantes de sus colegas de bancada. De ahí que el liderazgo que ha alcanzado sea el fruto de su capacidad para negociar y hacer alianzas bipartidistas, más allá del sofocante tema cubano en el Congreso.

Pero eso no aparece en este libro.

El investigador León Cotayo dedica 15 capítulos y 105 páginas a denostar a “la loba feroz”, el epíteto con el cual el régimen cataloga a Ros-Lehtinen desde el incidente del niño balsero Elián González. La portada del volumen está concebida para reflejar el tono de la escritura, en el mejor estilo de la propaganda goebeliana.

El texto está acompañado de un amplio álbum fotográfico, como si fueran los 15 de la dama, con el cual se persigue demostrar que “realmente, si no fuera por la Revolución Cubana nunca hubiera sido nadie”, según se atrevió a decir el ex presidente de la Unión de Periodistas de Cuba, Tubal Páez, al presentar el libro semanas atrás.

Para Paéz, la congresista “es la versión femenina del típico pícaro o el bicho, de la cultura marginal de la colonia y la seudorrepública cubanas”.

Lo que molesta es que que esta mujer haya seguido su camino político, burlándose de epítetos y ataques, los que provienen de la isla y los que se generan en esta orilla (y no precisamente de sus antagonistas del Partido Demócrata).

“Recreé en estas páginas varios aspectos de la vida de Ileana Ros que la hacen convertirse en una de las personas que más odia los procesos revolucionarios en Cuba, por ello, dediqué uno de los capítulos al vínculo de la Loba Feroz con el terrorismo y con terroristas que han puesto en peligro la vida de muchos cubanos”, dijo el autor, que dijo haber recibido sugerencias de escribir el libro luego de publicar otra de sus piezas ensayísticas sobre las relaciones Cuba-EEUU: Bush W. (Editorial José Martí, 2008).

La argumentación de León Cotayo se establece a partir de afirmaciones como esta: “Se trata de un caso que oscila entre la paranoia, la ambición, lo grotesco y la vehemente afición al mundo del hampa”.

Este es el libro 14 de León Cotayo. Para el Instituto Cubano del Libro será complicado maniobrar con los números y la economía y hacer de este texto uno de los más vendidos en ferias y eventos literarios. Su primera presentación fue en la Casa del ALBA en La Habana y otras no faltarán en municipios y provincias.

Además de la presentación exaltada del saliente presidente de la UPEC, otro que ha escrito favorablemente del libro de León Cotayo es el periodista (no es necesario decir que oficialista) Manuel Henríquez Lagarde pidiendo “una tirada mayor, mejor papel y diseño” e incluso llega a sugerir que “no estaría de más traducir su contenido a una serie o un documental”.

Todo es posible en las alucinaciones propagandísticas que siguen ocupando a La Habana, a pesar de los “cambios estructurales” emprendidos por Raúl Castro y de que el artífice de la Batalla de Ideas se dedica ahora a otros menesteres entre matas de moringa.