Fidel y Raul Castro: “LA MICROFACCIÓN”, otro aniversario
Existe una página de la historia reciente de Cuba de la cual se conoce sólo la versión gubernamental.
El próximo primero de octubre se cumplirán 46 años del inicio del proceso de detención, encarcelamiento, juicio y condenas de un grupo de hombres y mujeres quienes, mayoritariamente, habían participado del proceso revolucionario encabezado por Fidel Castro, sobre todo desde las filas del Partido Socialista Popular [PSP].
De aquel proceso bautizado como la Microfacción sólo el periódico Granma, órgano oficial del gobierno de Fidel Castro, publicó una edición especial con una tirada de un millón de ejemplares. El resto de los medios de difusión cubanos, en aquella época bastante numerosa y todos bajo control gubernamental, también dieron amplia cobertura a los argumentos oficiales.
Acusaciones
En un pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba celebrado en enero de 1968, el actual mandatario provisional, Raúl Castro, leyó un informe en el que se calificaba a los implicados de contrarrevolucionarios, agentes enemigos vinculados a la CIA con mas de dos años de actividades contra la Revolución, de llevar a cabo una campaña de difamación y calumnia, de difundir documentos clandestinos contrarios a la línea del Partido Comunista de Cuba, de atacar sistemáticamente los planteamientos de los dirigentes del partido y del gobierno, en especial, a las figuras de Fidel Castro y Ernesto Che Guevara; llevar a cabo tentativas para traicionar a Cuba desde el extranjero y otro sinnúmero de cargos.
Al triunfo de la insurrección los máximos dirigentes del Partido Socialista Popular (Coomunista), Blas Roca y Aníbal Escalante, subordinaron la estructura de la organización a la autoridad de Fidel Castro, lo cual provocó el descontento y la ulterior protesta de muchos de sus militantes ya que esta decisión se había adoptado sin consultar al resto de la militancia que era lo acostumbrado por el principio del centralismo democrático que regia su funcionamiento interno. Aníbal y Blas se excusaron aduciendo que eso había sido una decisión provisional como era provisional el propio gobierno revolucionario que, en esos momentos, prometía poner en vigor la Constitución de 1940 y de celebrar elecciones generales en un plazo de 18 meses con todas las garantías democráticas.
Aníbal Escalante asume como Secretario de Organización de las Organizaciones Revolucionarias Integradas -las llamadas ORI- y, muy pronto, acusado de “ambicionar el poder”, destituido de su cargo y obligado a refugiarse por años en la Unión Soviética, a través del proceso nombrado “crítica al sectarismo” de marzo de 1962.
A partir de que Fidel Castro impone su particular forma de dirigir la nación y ante la imposibilidad de discutir a ningún nivel las opiniones contrarias a las medidas del gobierno, se va creando, por parte de muchos de los que fueron miembros del PSP, amigos y allegados, un estado general de opinión contrario al rumbo gubernamental. En concreto se criticaban aspectos teóricos y prácticos del desarrollo de la Revolución como la inconveniencia, en ese momento del desarrollo de la economía cubana de las leyes de Reforma Agraria con las características de las que fueron impuestas en Cuba, el desconocimiento de la ley del valor, el sistema presupuestado de financiamiento empresarial, el abuso del trabajo voluntario, la renuencia a la aplicación del estimulo material para incentivar la producción nacional, el voluntarismo y la improvisación en los intentos de industrialización del país, la desatención al sector de los servicios públicos, la destrucción continuada de toda la infraestructura económica de la nación que provocaba el vertiginoso deterioro en el suministro al pueblo de alimentación, ropas, viviendas, etcétera. En el aspecto político se señalaban: el mando unipersonal de Fidel Castro lo cual se identifico como el “culto a la personalidad” que ya habían padecido otras dictaduras totalitarias, la “exportación de la Revolución” a otras naciones y la sacralización de la “lucha armada” para derrocar gobiernos y tomar el poder por la violencia, la militarización de la sociedad cubana, la conculcación de las libertades de expresión, reunión, asociación, axial como el resto de los derechos democráticos.
Ante tal situación y sin ningún marco institucional a trabes del cual canalizar sus criticas, un pequeño grupo inicial de antiguos integrantes del PSP entre los que se encuentran Orlando Olivera, Ricardo López Castillo, José Caballero Campos, Félix Fleitas Posada y Francisco Pérez de Armas, comienzan la labor de visitar a todos los dirigentes a los que tuvieran acceso para exponerles sus puntos de vista en relación con el rumbo de la Revolución. En esta etapa inicial del movimiento contestatario Aníbal Escalante, a quien mas tarde se le acusa de ser el promotor y líder del grupo, se encuentra en la Unión Soviética virtualmente expulsado del país y no tiene ningún contacto con los iniciadores.
Al regreso de Aníbal de la Unión Soviética no era, ni mucho menos, pequeño el grupo de sus allegados que manifiesta su desengaño con el rumbo dictatorial de la Revolución, sin embargo, aunque se identifica con muchas de las ideas que expresa el ya numeroso grupo, siempre trata de imprimir paciencia, y de que se mantenga la confianza en Fidel Castro y en su hermano Raúl.
Reacción del gobierno a las críticas
La verdad es que muchos de los críticos del gobierno, entre los que se encontraban funcionarios de varios niveles -incluyendo el Comité Central como fueron los casos de Ramón Calcines y José Matar-, antiguos combatientes y miembros del PSP pensaron que la corriente de opiniones y el descontento creciente generaría la necesidad de abrir un canal en que fuera posible discutir esas discrepancias en el seno del partido o del gobierno y que se hubiera podido, a partir de esas discusiones, realizar una rectificación y cambio de rumbo de la nación cubana. Sin embargo, muy lejos de ello, los gobernantes comenzaron la persecución de toda persona que manifestara cualquier crítica, y a preparar un maquiavélico plan para arrancar de raíz todo vestigio de desaprobación a sus perspectivas de omnipotencia.
Y exactamente, el primero de octubre de 1967 comenzó la cacería de las cabezas más visibles de aquel movimiento los cuales eran arrestados a modo de secuestro y, una vez detenidos, sometidos a interrogatorios con fuertes presiones, chantaje, amenazas incluso de muerte, y en el que se les obligaba a confesar por escrito lo que los verdugos ordenaban.
A Félix Fleitas Posada le propusieron que se hiciera pasar por infiltrado en el grupo y que traicionara a sus compañeros declarando en su contra en la farsa de juicio a cambio de su inmediata libertad y de los grados de Capitán de la Seguridad del Estado. Fleitas se negó, como también se negó a aceptar los cargos, a redactar ni hacer confesiones, y por su rechazo fue confinado, durante cinco meses, a una celda tapiada, aislado completamente y sin ningún derecho.
Francisco Pérez de Armas, lejos de redactar el “mea culpa” que le exigían los oficiales, lo que hizo fue reiterar en un escrito todos sus argumentos críticos al gobierno reiterando su derecho, incluso la obligación moral que lo asistía, a hacerlo por lo cual fue también severamente castigado.
Arnaldo Escalona Almeida, abogado de profesión, solicitó al tribunal su derecho a asumir su propia defensa -derecho que asistió al mismo Fidel Castro para realizar su defensa en el juicio por los hechos del Moncada- y le fue rotundamente negado.
El abogado de oficio nombrado por el gobierno no se entrevistó con ninguno de los detenidos y, durante el juicio, se limitó a argumentar en supuesta defensa de los encartados que ya, durante el proceso preliminar, éstos habían recibido la sanción moral, y que faltaba la penal.
Durante los interrogatorios y juicios se suicidaron Eurípides Nuñez y Carlos Rentería, y tambien fallecio en sospechosas circunstancias el profesor Varona. Estas muertes jamás fueron públicamente dadas a conocer.
En el proceso de la microfraccion fueron detenidos, procesados y llevados a tribunales 36 hombres y 3 mujeres.
El caso de Aníbal Escalante
Fidel Castro siempre manifestó animadversión por la figura de Aníbal Escalante. Irradiaba autoridad y respeto, y eso molestaba el ego del dictador.
Por eso fue, primero, el destierro a la Unión Soviética producto de la “crítica al sectarismo”, y después fue “la cabeza de turco” en el proceso de la Microfacción, siempre acusado de “ambicionar el poder”.
Todos los oficiales interrogadores involucrados en estos hechos obligaban a los acusados a aceptar los cargos y a mentir acusando a Aníbal de ser el centro de la supuesta “organización contrarrevolucionaria unida por un cordón umbilical al imperialismo norteamericano”, y así lo hicieron público a la opinión pública nacional e internacional.
El propio proceso de su interrogatorio fue intenso y cruel, obligándole a asumir toda la responsabilidad por los hechos, y también por el encarcelamiento de sus compañeros. Los oficiales lo engañaron asegurándole que, si cooperaba, todo quedaría como un asunto interno del partido y no habría proceso penal contra el, ni contra los demás detenidos.
Lo persuadieron de que redactara una carta a Fidel Castro ofreciendo sus puntos de vista de la situación, axial como los detalles del movimiento critico a lo cual accedió confiadamente ofreciendo disculpa por sus “errores”, tratando de liberar de responsabidad a sus compañeros y proponiendo su propia sanción cuyo contenido fue modificado en varios aspectos a sugerencia de los propios oficiales y, mas tarde, el documento fue divulgado por todos los medios y utilizado como evidencia ante los tribunales.
Axial, el hombre que se había puesto el y la organización que dirigía a la disposición incondicional de Fidel Castro era recompensado con la traición, el engaño, y la realización de un proceso acusatorio amañado cuyo resultado fue el público descrédito, la sepultura política y, por demás, una sanción de 15 años de privación de libertad.
Aníbal Escalante falleció pocos años después por la muy extraña complicación de una sencilla operación intestinal.
Resumen
La llamada Microfacción comienza con un grupo de inconformes con el rumbo de la Revolución. No fue un movimiento organizado, ni secreto, ni violento sino siempre un movimiento pacífico que actuó dentro del campo de la confrontación de ideas que no pudo ser soportada por el gobierno de Fidel Castro, y en particular por su propia egolatría. Por ello organiza un proceso estalinista para aplastar estrepitosamente la crítica y, de paso, salir de la figura de Aníbal Escalante que tanto incomodaba al tirano de Cuba.
Contradictoriamente, muchas de las ideas y propuestas de las que eran portadores los miembros de la microfracción fueron revisadas y reivindicadas por el propio Partido Comunista de Cuba, en un intento de institucionalización que se llevó a cabo a partir de su primer congreso sin, por supuesto, hacer alusión a que eran las mismas condenadas por el gobierno en aquel proceso.
Un numeroso grupo de los procesados en la causa de la micro fracción encabezados por Ricardo Boffil Pagés formaron las primeras organizaciones de derechos humanos y de abierta oposición política en esta última etapa de la lucha del pueblo cubano contra la dictadura castrista.
Sancionados en el proceso de la Microfacción
Fueron condenados a privación de libertad por:
15 años: Aníbal Escalante Dellundé.
12 años: Octavio Fernández Bonnis.
Inaudis Kindelán Reyes.
Ramiro Puerta Quiroga.
Edmigio López Castillo.
Luciano Argüelles Botello.
Emilio de Quesada Ramírez.
Ricardo Boffil Pagés.
Félix Fleitas Posada.
10 años: Orlando Olivera Sardiñas.
Francisco Pérez de Armas.
Orestes Valdés Pérez.
Hugo Váquez Medina.
Ricardo López Castillo.
Higinio Casuso González.
Ángel Gutiérrez Paz.
José Caballero Campos.
8 años: Manuel Ramírez Nodarse.
Francisco Brito Rodríguez.
Renay Hernández Rodríguez.
Raúl Fajardo Escalona.
Alfredo Batista Sánchez.
Arnaldo Escalona Almeida.
4 años: Inocente Martínez Bravo.
Hildo Madam Real.
Ramón Chávez Fornaris.
Manuel Martín Lavado.
Luis M. Martínez Sáenz.
3 años: Reynaldo Puig Verdeja.
Arturo García González.
Miguel Machado D’ Wolf.
Leovigildo Duiago Reyes.
Giraldo Victoria Suárez.
Lázaro Suárez Suero.
2 años de reclusión domiciliaria:Marcelino Menéndez Menéndez.
A disposición de la Jurisdicción Militar: Ángel M. Pérez de Armas, Orlando Arrastia Fundora.
Fueron posteriormente procesados por esta misma causa Rafael Gutiérrez y otro involucrado de apellido Collazos.
Aníbal Escalante, al final fue exiliado a Praga y el embajador de la URSS Kondriatsev fue enviado a casa desde Cuba.
Wiki/Augusto Rodriguez, ULC / InternetPhotos /www.TheCubanHistory.com
Fidel and Raul Castro: the microfaccion, another anniversary.
The Cuban History, Hollywood.
Arnoldo Varona, Editor
Muy cerca del Túnel de La Habana. A lo lejos la embajada de España en Cuba
FOTO por Leidy Martinez
Fidel and Raúl Castro: “LA MICROFACCIÓN”, another anniversary.
There is a page of Cuba’s recent history which is known only from the government’s version.
The next first of October will be 46 years into the process of arrest, detention, trial and sentencing of a group of men and women who, mostly, had participated in the revolutionary process led by Fidel Castro, mostly from the ranks of the Socialist Party People [PSP].
In that process dubbed the “MICROFACCIÓN” only the newspaper Granma, the official organ of the government of the Castro’s brothers, published a special edition with a circulation of one million copies. The rest of the Cuban media, at that time quite large and all under government control, also gave wide coverage to the official arguments.
Accusations
At a Central Committee plenum of the Communist Party of Cuba in January 1968, the current interim president, Raúl Castro, read a report that called those involved in counterrevolutionary enemy agents linked to the CIA with more than two years activities against the Revolution, to carry out a campaign of defamation and slander, disseminate materials online clandestine anti-Communist Party of Cuba, systematic approaches to attack the leaders of the party and government, especially the figures of Fidel Castro and Ernesto Che Guevara, to carry out attempts to betray Cuba from abroad and a number of positions.
The triumph of the insurrection the top leaders of the Popular Socialist Party (Communist), Blas Roca and Anibal Escalante, subordinates organization structure to the authority of Fidel Castro, which led to further unrest and protests from many of its members and that this decision was taken without consulting the rest of the militancy that was customary for the principle of democratic centralism governing its internal operation. Hannibal and Blas were excused on the grounds that it had been a provisional decision was provisional as the revolutionary government itself, at the time, promised to enforce the Constitution of 1940 and general elections within 18 months with all democratic guarantees .
Anibal Escalante took over as Secretary of Organization of the Integrated Revolutionary Organizations-ORI-calls, and soon on charges of “covet power,” removed from office and forced to hide for years in the Soviet Union, through the process named “criticism of sectarianism” in March 1962.
From Fidel Castro to impose their particular way of managing the nation and it was impossible to discuss at any level opinions contrary to government measures, is being created, by many who were members of the PSP, friends and relatives a opinion overall track opposite government. Specifically, critical theoretical and practical aspects of the development of the Revolution as the inconvenience, at the time of the Cuban economic development of the agrarian reform laws of the features that were imposed on Cuba, ignorance of the law of value The system of corporate financing budget, volunteer labor abuse, refusal to the application of the stimulus material to encourage domestic production, voluntarism and improvisation in the country’s industrialization efforts, neglect the public services sector, the ongoing destruction of the entire economic infrastructure of the nation that caused the rapid deterioration in providing the people of food, , housing, et cetera. On the political side is pointed out: one-man command of Fidel Castro which was identified as the “cult of personality” who had already had other totalitarian dictatorships, the “export of revolution” to other nations and the sacredness of the “fight army “to overthrow governments and seize power by violence, the militarization of Cuban society, the violation of freedoms of expression, assembly, association, axial and the other democratic rights.
In this situation, without any institutional framework to channel beams which his criticisms, a small initial group of former members of the PSP between those found Orlando Olivera, Ricardo López Castillo, Jose Caballero Campos, Felix Fleitas Posada and Francisco Perez de Armas, begin the work of all leaders to visit those who have access to their points of view regarding the direction of the Revolution. At this early stage of the protest movement Anibal Escalante, who was later accused of being the developer and leader of the group, is virtually the Soviet Union expelled from the country and has no contact with the initiators.
The return of Hannibal of the Soviet Union was far from the small group of his relatives who expressed his disappointment with the dictatorial direction of the Revolution, however, although it is identified with many of the ideas expressed by the already large group always trying to print patience, and to maintain confidence in Fidel Castro and his brother Raul.
Government’s response to critics
The truth is that many government critics, among whom were officials at various levels, including the Central Committee as was the case of Ramon and Joseph Matar-Calcines, former combatants and members of the PSP thought that the current views and growing discontent generate the need to open a channel as possible to discuss those disagreements within the party or government and that could, from these discussions, make a correction and reversal of the Cuban nation. However, far from it, the rulers began the persecution of anyone expressing any criticism, and to prepare a Machiavellian plan to root out every vestige of disapproval to their prospects of omnipotence.
And exactly, the first of October 1967 began the hunt for the most visible heads of the movement which they were arrested as a kidnapping and, once arrested, interrogated with strong pressures, blackmail, threats, even death, and which they were forced to confess in writing that the executioners told.
A Fleitas Felix Posada suggested to him posing as the group infiltrated and betrayed his fellow declaring against the sham trial in exchange for his immediate release and the degree of Master of the State Security. Fleitas refused, as also refused to accept charges, to write or make confessions, and its rejection was confined for five months, a walled cell, completely isolated and without any rights.
Francisco Pérez de Armas, away from writing the “mea culpa” who demanded the officers he did was to reiterate in writing all its arguments critical of the government reiterating its right, indeed the moral obligation that helped him to do so was also severely punished.
Arnaldo Escalona Almeida, a lawyer, asked the court their right to defend himself, attended the same law that Fidel Castro for his defense at trial by the events of Moncada, and was flatly denied.
The lawyer appointed by the government did not interview any detainees, and during the trial, merely to argue the defendants alleged defense that already during the preliminary process, they had received the moral sanction, and missing the criminal.
During the interrogations and trials committed suicide Nuñez and Carlos Renteria Euripides, and also died in suspicious circumstances Professor Varona. These deaths were never publicly disclosed.
In the process of microfractions were arrested, prosecuted and brought to court 36 men and 3 women.
The case of Anibal Escalante
Fidel Castro always showed hostility to the figure of Anibal Escalante. Radiated authority and respect, and that bothered the ego of a dictator.
So it was, first, the Soviet exile product of the “criticism of sectarianism” and then was the “scapegoat” in the process of microfaction always accused of “covet power.”
All officers involved in these events interrogators forced the defendants to accept the charges and accusing Hannibal lie to be the center of the alleged “counterrevolutionary organization united by an umbilical cord to U.S. imperialism,” and made public so the public nationally and internationally.
The process of questioning was intense and cruel, forcing him to assume full responsibility for the events, and the imprisonment of their peers. Officials misled him assuring him that if he cooperated, everything would remain an internal affair of the party and there would be no criminal proceedings against, or against other detainees.
Persuaded him to draft a letter to Fidel Castro offered his views on the situation, axial movement as the critical details of which he accepted with confidence to apologize for “mistakes” responsabidad trying to release his companions and proposing its sanction itself whose content was modified in several respects at the suggestion of the officers themselves and, later, the document was released by all means and used as evidence in court.
Axial, the man who had put him and the organization directing the unconditional provision of Fidel Castro was rewarded with betrayal, deceit, and the realization of an adversarial process and the result was rigged public disrepute, the grave political and for others, a penalty of 15 years imprisonment.
Anibal Escalante died a few years later by a strange complication of simple intestinal surgery.
Summary
The call begins with a group microfaction unhappy with the direction of the Revolution. It was not an organized movement or secret, or violent but always a peaceful movement that acted within the scope of the confrontation of ideas that could not be supported by the government of Fidel Castro, and particularly by his own egotism. Therefore organizes a process to crush utterly Stalinist criticism and, incidentally, out of Anibal Escalante figure that both disturbed the tyrant of Cuba.
Ironically, many of the ideas and proposals that were carrying members of the micro fraction were reviewed and claimed by the Communist Party of Cuba itself, in an attempt to institutionalize that took place from its first congress without, Of course, alluding to were the same condemned by the government in that process.
A large group of defendants in the case of micro headed by Ricardo Bofill fraction Pagés formed the first human rights organizations and political opposition to open in the latter stage of the Cuban people’s struggle against the Castro dictatorship.
They were sentenced to imprisonment for:
15 años: Aníbal Escalante Dellundé.
12 años: Octavio Fernández Bonnis.
Inaudis Kindelán Reyes.
Ramiro Puerta Quiroga.
Edmigio López Castillo.
Luciano Argüelles Botello.
Emilio de Quesada Ramírez.
Ricardo Boffil Pagés.
Félix Fleitas Posada.
10 años: Orlando Olivera Sardiñas.
Francisco Pérez de Armas.
Orestes Valdés Pérez.
Hugo Váquez Medina.
Ricardo López Castillo.
Higinio Casuso González.
Ángel Gutiérrez Paz.
José Caballero Campos.
8 años: Manuel Ramírez Nodarse.
Francisco Brito Rodríguez.
Renay Hernández Rodríguez.
Raúl Fajardo Escalona.
Alfredo Batista Sánchez.
Arnaldo Escalona Almeida.
4 años: Inocente Martínez Bravo.
Hildo Madam Real.
Ramón Chávez Fornaris.
Manuel Martín Lavado.
Luis M. Martínez Sáenz.
3 años: Reynaldo Puig Verdeja.
Arturo García González.
Miguel Machado D’ Wolf.
Leovigildo Duiago Reyes.
Giraldo Victoria Suárez.
Lázaro Suárez Suero.
2 years house arrest: Marcelino Menéndez Menéndez.
A provision of the Military Jurisdiction: Angel M. Pérez de Armas, Orlando Fundora Arrastia.
They were subsequently processed for the same reason Rafael Gutierrez and another with surnamed Collazos involved.
Wiki/Augusto Rodriguez, ULC / InternetPhotos /www.TheCubanHistory.com
Fidel and Raul Castro: the microfaccion, another anniversary.
The Cuban History, Hollywood.
Arnoldo Varona, Editor