REPORTAJE “Cuentapropismo y Mercado Negro en Cuba”
La ropa hecha en Cuba no gusta. Los jóvenes quieren ropa importada. Y si es de marca mejor.
LA HABANA, Cuba. – Próximo a cumplir tres meses de que el gobierno prohibiera la venta de ropa importada a los que tenían licencias de modista o sastre, la ropa de afuera se sigue trapicheando en la clandestinidad. En Galiano y Carlos III, en otras importantes avenidas comerciales de la capital, prospera el mercado negro.
Dunia, vendedora de la Feria de Galeano y San José intenta sobrevivir. Tiene varias advertencias de la policía por vender en las calles sin permiso. ¨Estamos trabajando para subsistir. La ropa hecha en casa no se vende En los años 70, las personas se vestían con la ropa de la tienda (hecha en Cuba), ahora todo el mundo quiere ropa de afuera¨.
La prohibición
La prohibición de vender ropa de afuera, se dirigió a los cuentapropistas que comercializaban mercadería de fabricación industrial a través de la licencia de ¨Modista o sastre¨. Según el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social la licencia comprende: Confección, arreglo o transformación de ropa. Trabajos simples y complejos de sastrería y costura a la medida. Pero no incluye la comercialización de ropa de fabricación industrial, y mucho menos de importación.
El negocio cobro auge en el 2006 con la importación de mercadería que traían turistas extranjeros, principalmente de Ecuador, Venezuela y México. Un año después los de la isla se apoderaron del comercio utilizando el libre visado establecido por Ecuador. No pocos cubanos pagaron hasta dos mil dólares para convertirse en ciudadanos ecuatorianos y tomar las rutas de Perú y Panamá para la importación de mercadería. Un grupo menor, se dirigió al mercado de México y los EUA.
Aparente legalidad
La implementación de la nueva política económica del gobierno amplió las posibilidades del sector privado. Al amparo de la licencia de ¨Modista o sastre¨, se establecieron en todo el país puntos de ventas de ropa, bautizados como ¨Perchas¨. La modalidad generó empleos, cubiertos en su mayoría por jóvenes.
La segunda mayor inversión, después de la gastronomía, se dirigió a la venta de ropas que trasformó espacios baldíos de la capital en ferias. Los cubanos rentaron espacios abandonados por el Estado o transformaron en tiendas casas ubicadas en zonas comerciales.
Durante el tiempo de anuencia gubernamental, la furia de importar ropa de afuera disminuyó. La generalización ralentizó la venta y saturó el mercado. No pocos proveedores de las ¨Perchas¨ dirigieron sus inversiones hacia la gastronomía y otros negocios.
Después de tres años de tolerancia el gobierno decidió la suspensión del comercio de ropa importada. La prensa oficialista anunció que estaba dirigida a velar por la legalidad y protección de los trabajadores por cuenta propia. Las cuentapropistas esperaron sin resultados las respuestas a sus demandas en el recién culminado Congreso de Trabajadores. ¨Este año no han tenido la cara de venir a cobrar el sindicato¨, declaro Dunia.
Algunos cuentapropistas, después de la prohibición de vender ropa de afuera, reorientaron su negocio hacia la ropa artesanal hecha por la abuelita en la máquina de coser doméstica. Uno reabrió con un taller de cuatro máquinas de coser industriales para la confección de ropas y otro taller de calzado. Paga 1800 pesos mensuales por la renta del local donde opera al amparo de las licencias de Modista o sastre y Vendedor productor.
Sobre la venta de ropa artesanal declaro a Cubanet. ¨Es mucho más lenta vender ropa confeccionada aquí no es fácil. Luisa María, agregó: ¨Esta ropa está especial, pero cuando digo que es hecha en casa se van. Tenemos días que no vendemos nada Ganamos 10 pesos, 5 para comer y 5 para pagar la licencia¨.
Otra de las vendedoras que antes de la prohibición pagaba a dos empleados declaró de forma anónima: ¨Yo viajo y pago 10 dólares por cada kilo Si pudiera traer cosas lindas de Perú, como telas de calidad para hacer blusas La ropa no se puede adornar con dibujos y cosas llamativas que gusten a la juventud porque dicen que son importadas¨.
El mercado negro
¨Toda la gente que vendía legal, ahora está ilegal en los portales. El Estado recauda menos que antes y la gente vende lo mismo¨, insiste un joven que no se detiene. Tras los quioscos de ropa artesanal, o entre ellos, un enjambre de desempleados exhibe la muestra de los artículos prohibidos. El cliente es guiado hasta las ¨claves¨ dónde está el resto de la mercadería.
Un joven de 24 años que vendía en la Feria de los Ángeles, Centro Habana, ahora vende ilegal en la calle. Pide omitir su nombre, mientras no deja de mirar en forma de ventilador giratorio mientras hablábamos. ¨No me queda otro remedio. Aquí nos acosa el jefe de sector para aplicarnos el peligro pero es la única forma de vivir Esta es la realidad¨.
Augusto Cesar San Martin, La Habana/Cubanet/Photos ACSM / www.thecubanhistory.com
REPORTING “Cuentapropismo and the Black Market in Cuba “.
The Cuban History, Hollywood.
Arnoldo Varona, Editor
Ciudad de Trinidad, Cuba.
FOTO por Elena Marzetti, Kenneth EL Heat Garner.
REPORTING “Cuentapropismo and the Black Market in Cuba ”
Clothing made in Cuba do not like . Young people want imported clothing . And if known brand better.
HAVANA, Cuba . – Close to fulfill three months after the government banned the sale of imported clothing to those with licenses dressmaker or tailor, outer clothing is still wheeling and dealing in hiding. In Galiano and Carlos III , in other important shopping streets of the capital, the black market thrives .
Dunia , selling Fair San Jose Galeano and try to survive . It has several police warnings to sell on the streets without permission. ¨ We are working to survive. Homemade clothing is not sold ? In the 70s , people dressed in the clothing store (made in Cuba ) , now everyone wants to wear out ¨ .
Ban
The ban on selling clothes out , went to the self-employed who marketed industrially manufactured goods through the license ¨ ¨ dressmaker or tailor . According to the Ministry of Labour and Social Security license comprises : Clothing , arrangement or transformation of clothing. Simple jobs and complex tailoring and sewing to size. But does not include the marketing of industrial manufacturing clothing , much less import .
The collection booming business in 2006 with the importation of goods that brought foreign tourists, mainly from Ecuador , Venezuela and Mexico . A year later seized the island using free trade established by Ecuador visa . No few Cubans paid two thousand dollars to become Ecuadorian citizens and take routes Peru and Panama for importation of goods . A smaller group , went to market in Mexico and the U.S. .
Apparent legality
The implementation of the new economic policy of the government expanded the possibilities of the private sector. Under license ¨ ¨ Dressmaker or tailor , settled around the outlets of clothing hangers christened ¨ ¨ country. The pattern generated jobs, covered mostly by young people.
The second largest investment after the food , turned to selling clothes that transformed vacant spaces in the capital fairs. Cuban rented abandoned by the state or turned into houses stores located in shopping areas spaces.
During the time of government consent , the fury of imported clothing fell out. Generalization slowed sales and saturated the market. Quite a few suppliers of hangers ¨ ¨ directed their investments toward restaurants and other businesses.
After three years of tolerance the government decided the suspension of trade of imported clothing . The official press announced that it was aimed at ensuring the legality and protection of self-employed . The results cuentapropistas waited without answers to their demands in the newly completed Workers’ Congress . ¨ This year we have had to come face to collect union ¨ declare Dunia .
Some self-employed , after the ban on selling clothes out refocused its business towards artisanal clothes made by grandma in the domestic sewing machine . One workshop reopened four industrial machines for making clothes and other footwear sewing workshop . Pay 1800 pesos a month for the rent of the premises where operates under licenses Dressmaker or tailor producer and seller .
On the sale of handmade clothing Cubanet I declare . ¨ It’s much slower ? sell clothes made here is not easy. Maria Luisa , said : ¨ This garment is special, but when I say it’s homemade ? they go. We do not sell anything that day ? Won 10 pesos , 5 for lunch and 5 to pay the license ¨ .
Another selling it before the ban was paying two employees anonymously said : ¨ I travel and pay $ 10 per kilo if I could bring good things in Peru , as quality fabrics for blouses ? ? The clothes can not be decorated with drawings and flashy things like the youth because they say they are imported ¨ .
Black market
¨ Everyone selling legal, is now illegal in doorways. The state collects less than before and people sell the same ¨ insists a young man who does not stop. After kiosks handmade clothing , or between them, a swarm of unemployed shows the sample of the prohibited items. The customer is guided to the ¨ key ¨ where the rest of the merchandise is .
A 24 year old who sold at the Fair Angels, Centro Habana , now sold illegally on the street. Calls omit his name, while no longer look as rotating fan as we talked. ¨ I do not have to. Here Badgers us to apply ourselves sector chief danger but is the only way to live ? ¨ This is the reality .
Augusto Cesar San Martin , La Habana / Cubanet / Photos ACSM/ www.thecubanhistory.com
REPORTING “Cuentapropismo and the Black Market in Cuba “.
The Cuban History , Hollywood.
Arnoldo Varona , Editor