– LA HAVANA: The “CAPRI” IS OPEN. Making History (Videos/Photos) * * LA HABANA: EL “CAPRI” ABRIÓ. Haciendo Historia (Videos/Fotos).

Freddy, Gina, Elena, Olga, Meme y Juana en el “Capri”. Haciendo Historia.

Por estos días me entero de la ansiada reapertura del hotel Capri, algo que parecía no ocurriría nunca más. Pero me alegra haberme equivocado. El Capri que conocí a finales de los 70´, y que estremeció mi escasa y provinciana década y media de vida ante la fastuosidad de su Salón Rojo, con su enorme araña luminiscente y la íntima y húmeda calidez del Bar Azul, ocupa un sitio absolutamente relevante y omnipresente en mi imaginario personal.

Más allá de mis propias percepciones y vivencias, y de la recurrente y ya cansina vinculación con el universo mafioso de La Habana anterior a 1959 –que sin rubor se deja leer en notas y artículos que anuncian su reinauguración oficial en mayo próximo–, el Salón Rojo y el Casino de Capri tiene un lugar también especial en la memoria de la música cubana de los 60´.

m603SH2ugvs1R6yzmJOjPJQ

En años muy tempranos de esta década, el epicentro nocturno de La Habana ya se localizaba en la zona de El Vedado. Y el cuadrante formado por las calles P hasta K y 23 hasta 19 era una suerte de gueto de la diversión nocturna: empezaba –o terminaba, según se mire– en el Casino Parisién del Hotel Nacional, y en un perímetro de varias decenas de metros tenías para elegir: El Gato Tuerto, el Club 21, el Monseigneur; los clubes Sherezada, La Gruta, La Red, La Zorra y El Cuervo, el cabaret Caribe del hotel Habana Libre y, por supuesto, el Casino de Capri y el Salón Rojo.

Desde su inauguración, el Casino de Capri contó en sus shows con talentosos coreógrafos como Alberto Alonso y Ceferino Barrios, ambos con formación y trayectoria en compañías de ballet clásico. El productor y diseñador Humberto Anido fue un pilar en el punto de giro que situó a este lugar, según cuentan algunos peregrinos de la noche de entonces, en los primeros sitios de preferencia. Se desplazaba así la primacía del cabaret Tropicana hacia la nueva meca del disfrute en la calle 21 de El Vedado.

xxx

Tal era la excelencia de los shows concebidos, diseñados y dirigidos por Anido, que comenzaban a superarlo en creatividad, presencia de figuras de primera línea y, por supuesto, en popularidad. Nombres muy importantes de la música cubana desfilaron por la pista del Casino de Capri: Olga Guillot, Juana Bacallao, Meme Solís, Frank Domínguez… Y algo de lo mejor que ocurrió en su escenario: el descubrimiento al gran público, como fugaz revelación, de quien es ya un mito incontestable de la nocturnidad capitalina: la increíble Fredesvinda García, Freddy.

Anido la incluyó en el show Pimienta y sal (producción y diseños del propio Anido y coreografías de Ceferino Barrios), que se mantuvo en la pista del Casino de Capri desde finales de 1959 hasta mediados de abril de 1960. Sus 27 años y aquellas 300 libras de peso, sostenían una voz profunda, grave, y arropaban su entrega sentida más allá del dolor, que arrebató de inmediato a todos los que asistían a sus presentaciones. Su catártica interpretación de “The Man I Love” hizo historia para siempre en la pista del Capri, recuerda la revista Show (La Habana, enero de 1960, p. 42).

xxxx

El 18 de abril, el binomio Anido-Barrios estrenó una nueva producción, Ajiaco a la francesa. El éxito de la voluminosa contralto fue tal, que el productor mantuvo su estelar presencia en este escenario hasta octubre del mismo 1960, cuando viajó con un ventajoso contrato a Caracas, Venezuela. La revista Show destaca con elogios su personal versión de “Stormy Weather”, “I love Paris” y “Anoche aprendí” (no. 74, abril de 1960, p. 54).

A Freddy le bastó sólo un disco, un único LP de vinilo, para consagrarse y proyectar su mito hacia el futuro que ya era inmediato. Elevada desde el Bar Celeste a la novelística mundial por el gran escritor cubano Guillermo Cabrera Infante (Tres tristes tigres) consiguió en la pista del Capri la realización personal y los aplausos que, sin duda, merecía.

Cuando en marzo de 1961 Anido estrenó la superproducción Serenata Mulata, ya el Casino de Capri se había instalado con firmeza delante de Tropicana y continuó arrasando, a juzgar por los elogios de la crítica especializada. Olga Guillot centraba el espacio de la cortina principal, lo que aseguraba, entre otros aspectos, un éxito absoluto de público. Serenata Mulata, en todo el tiempo que estuvo en cartelera, contó además con la participación de Celeste Mendoza, Gigi Ambar, la vedette Clarita Castillo, el crooner Tony Escarpenter, y una cada vez más destacada y aplaudida Juana Bacallao, entre otros; Joaquín Riviera colaboró en la coreografía y Rafael Ortega en la dirección musical. Pero la presencia de la Guillot duró poco. El Casino de Capri también fue testigo y espacio de su despedida ese mismo mes. Olguita anunciaba que partiría a Caracas, tras aceptar una jugosa oferta contractual (Show, marzo de 1961, año VII, no. 85, p. 47 y 77). Pero nunca más regresó.

xx

Sólo una voz y una presencia podían ocupar el espacio que dejaba, y Anido lo sabía. Era Gina León, cuyos éxitos en el cabaret del hotel Habana Libre y también en los programas estelares de la televisión de entonces, ya habían dado fe de sus magníficas cualidades vocales, su excelente proyección escénica y el acierto en la elección de su repertorio, que ya había empezado a grabar, en doce temas, para el sello Gema, de Guillermo Álvarez Guedes. Tras una breve incursión de Gigi Ambar en el espacio dejado por la Guillot, Gina León debutó por todo lo alto en el show del Capri.

Fue ella, sin dudas, quien aportó el esplendor definitivo que identificó, a partir de ese momento, al cabaret Casino de Capri. Gina continuó siendo la soberana absoluta de ese escenario y por ello Anido mantuvo su espacio estelar en la nueva producción Me voy pa’l Brasil, estrenada a finales de julio de 1961 y que permaneció en cartelera durante todo el año. Gina León fue la musa de Anido. Los diseños más creativos y atrevidos los concibió para ella. Lo tenía todo para ser la gran diva regente.

Las canciones con las que triunfó en el Capri fueron registradas en un disco de vinilo que salió al mercado en 1962 bajo el título Gina canta en el Capri. “Aléjate” –su gran éxito–, “Nada son mis brazos”, “Debí llorar”, “Qué nos pasa”, “Eclipse”, son algunas de ellas. Salvo error, creo que se trata del primer y único disco que tiene al Capri como escenario de interpretación y referencia.

El título de este fonograma da fe de lo importante que fue la presencia de la León en un escenario como el Casino de Capri, y también de la trascendencia de este enclave artístico en la vida musical cubana de esos años tremendos en que la fuerza creativa se multiplicaba en muchos sitios. De modo que sería impensable hablar del Capri sin mencionar el nombre de Gina León.

Pocos meses después, también fueron memorables las presentaciones del Cuarteto de Meme Solís en la pista del Capri, como parte del show La Caperucita se divierte –con producción de Joaquín Riviera y coreografía de Tomás Morales–, que subiera a escena en octubre de 1962, y en la que permaneció Juana Bacallao en un rol en el que pudo desplegar sus dotes histriónicas y musicales. Maggie Prior, con sus versiones de standards de jazz, dio también otro aire a la banda sonora de La Caperucita…

La excelencia musical que acusaban las producciones del Capri, la presencia de estas y otras figuras de fama y popularidad en esos años, hicieron de sus salones sitio de obligada presencia y asiduidad para un público heterogéneo, pero apegado al gusto por la innovación. Otros nombres que llenaron las noches del Capri en la década de los 60´ merecen también ser destacados: los cuartetos D’Aida y Los Bucaneros, Leonora Rega –quien hizo su debut como solista en ese escenario en mayo de 1963, tras su paso triunfal por D’Aida–, Felipe Dulzaides con sus Armónicos, Ela Calvo, Luis Carbonell, Merceditas Valdés, Rosita Fornés, Moraima Secada, Los Zafiros, Los Papines, Daisy Granados, Marta Strada, Senén Suárez y su combo, María de los Ángeles Santana, Germán Pinelli, Joseíto Fernández, Ana Gloria Varona, Yolanda Brito…, y otra deidad: Elena Burke, quien estrenó en el Capri muchos de sus éxitos más notables.

En esos años convulsos, en los salones del Capri convivieron políticos, jugadores, aventureros, curiosos y advenedizos; bailarinas, modelos, diseñadores, modistos, periodistas, actores y actrices, músicos, intelectuales, junto a jóvenes guerreros, ebrios de una victoria que, por conquistada, no fue menos sorprendente; empoderados, ávidos de diversión y fiesta en la noche, tras días de febril actividad, y aun de balas y ametralladoras, carros militares y Cadillacs, aciertos y errores. Imponían moda con sus barbas y pelos largos; seducían y se dejaban seducir. Todavía convivían un mundo que se quería cambiar pero se resistía, y otro nuevo que empujaba por hacerle espacio a los cambios que vendrían para bien y para mal. Pero lo que no cambió fue la buena música y la excelencia escénica que privilegió al Capri por encima de los demás sitios de la noche habanera.

Por eso, me gustaría trascender drásticamente las historias de la mafia que tanto seducen a quienes, al parecer, las añoran. Quiero pensar que serán, en definitiva, los espíritus tutelares de Freddy, Olga Guillot y Elena Burke, y no los de Meyer Lansky y George Raft, los que podrían propiciar al reinaugurado hotel de 21 y N, en El Vedado habanero, la reescritura posible de un éxito ya conocido.

Cuba Contemporanea/Rosa Marquetti/InternetPhotos/TheCubanHistory.com
EL “CAPRI”, Havana, Cuba: Making History
The Cuban History, Hollywood.
Arnoldo Varona, Editor.

(Cuba en Fotos).
10152552_10152310308791083_7543778720847573250_n

Freddy , Gina , Elena , Olga , Meme and Juana in the ” Capri” . Making History .

Only few days ago I found out about the reopening of the “Capri” , which I though never as going to happened. But I’m glad I was wrong . The Capri I met in the late ’70s, and that shook my little and provincial decade and a half of life to the magnificence of his Red Room , with its huge chandelier glow and warmth of intimate and wet Bar Blue, occupies a site absolutely relevant and ubiquitous in my personal imagination .

Beyond my own perceptions and experiences, and the appellant and weary and links with the Mafia universe of Havana before 1959 , which can be read without blushing notes and articles in announcing its official reopening in May next – Hall red and Capri Casino also has a special place in the memory of the Cuban music of the ’60s .

m603SH2ugvs1R6yzmJOjPJQ

In very early years of this decade , the night of Havana and epicenter was located in the area of El Vedado. And the quadrant formed by P to K Street and 23-19 was a kind of ghetto nightlife : started – or finished , depending how you look – in the Hotel Nacional Casino Parisien , and within a radius of several tens of meters you had to choose : the Cat Eye, the 21 Club , the Monseigneur ; the Scheherazade , La Grotto , La Red , La Zorra y El Cuervo clubs , Caribbean Hotel Habana Libre cabaret and , of course , Capri Casino and the Red Room .

Since its inauguration , told Capri Casino at their shows with talented choreographers and Ceferino Alberto Alonso Barrios, both with training and experience in ballet companies . Manufacturer and designer Humberto Anido was a mainstay in the turning point that put this place as pilgrims have some night time, in the first place of preference. Thus the primacy of moving to the new Tropicana cabaret mecca enjoyment on 21st Street in Vedado .

xxx

Such was the excellence of shows conceived, designed and directed by Anido , who were beginning to overcome in creativity, presence of first-line figures and, of course , in popularity. Important names in Cuban music paraded down the runway of Capri Casino : Olga Guillot, Juana Bacallao , Meme Solis, Frank Dominguez … And something better happened in your scenario : discovering the general public, as fleeting revelation of who is already an undisputed capital nocturnal myth : the incredible Fredesvinda Garcia , Freddy.

Anido the show included in the pepper and salt ( production and Anido own designs and choreography Ceferino Barrios ) , which remained at the head of Capri Casino from late 1959 to mid April 1960 . Their 27 and those 300 pounds, holding a deep , gravelly voice and heartfelt delivery clothing beyond pain , which snatched away all attending presentations. His cathartic rendition of ” The Man I Love” made ​​history forever in Capri track recalls the magazine Show (Havana , January 1960, p. 42).

xxxx

On April 18 , the binomial Anido -Barrios released a new production Ajiaco French . The success of the voluminous contralto was such that the producer kept his star presence in this same scenario until October 1960, when an advantageous contract traveled to Caracas, Venezuela . Show highlights magazine with praise his personal version of “Stormy Weather “, “I love Paris ” and ” Last night I learned ” (no. 74, April 1960, p. 54).

Freddy was enough only one disk , a single LP vinyl , to devote his myth and projecting into the future was already away. It elevated from the Bar to the global Celeste novel by the great Cuban writer Guillermo Cabrera Infante ( Three Trapped Tigers ) got on the track of Capri personal fulfillment and applause that certainly deserved.

When in March 1961 opened the Serenata Mulata Anido overproduction of Capri Casino and had settled firmly in front of Tropicana and continued sweeping , judging by the praise from critics . Olga Guillot focused space main curtain , which claimed , among other things, an absolute acclaim. Serenata Mulata , around the time he was in theaters, also attended Celeste Mendoza, Gigi Ambar , the star Clarita Castillo, the crooner Tony Escarpenter , and an increasingly prominent and acclaimed Juana Bacallao , among others; Joaquín Riviera collaborated on the choreography and Rafael Ortega in musical direction . But the presence of Guillot was short . Capri Casino and also witnessed his farewell space that month. Olga announced that it would start to Caracas, after accepting a hefty contract offer ( Show, March 1961, VII , no. 85 , p. 47 and 77). But never returned .

xx

As a voice and a presence that could occupy the space left , and Anido knew. Gina was Leon, whose hits in the Habana Libre Hotel cabaret and also in stellar television programs then, had already testified to his magnificent vocal qualities , excellent stage projection and confidence in their choice of repertoire, I had already started recording in twelve issues for Gema stamp, Guillermo Alvarez Guedes . After a brief foray Gigi Ambar in the space left by Guillot , Gina Leon debuted in style at the show of Capri.

It was she , no doubt , who provided the final splendor identified , from that moment, the cabaret of Capri Casino . Gina continued to be the absolute sovereign of that scenario and thus Anido continued its stellar space in the new production I ‘m pa’l Brazil, and released in late July 1961 and remained in theaters throughout the year . Gina León was the muse of Anido . The most creative and daring designs conceived them for her. It had everything to be a great ruler diva.

The songs that triumphed in Capri were recorded on a vinyl record which was released in 1962 under the title Gina sings in Capri. “Stay away” – his great success , ” None are my arms ” , “I should mourn “, ” What happens to us “, ” Eclipse” , are some of them . Subject to errors, I think it is the first and only album as having at Capri interpretation and reference scenario .

The title of this phonogram attests to how important was the presence of the lion in a scenario like Capri Casino , and also the importance of this artistic enclave in the Cuban musical life of those awful years when the creative force multiplied in many places. So it would be unthinkable to speak of Capri without mentioning the name of Gina León.

A few months later , were also memorable presentations Meme Solis Quartet in Capri track as part of the show ‘s fun – Riding Hood with production and choreography Riviera Joaquín Tomás Morales , to come up on stage in October 1962 , and which remained Juana Bacallao in a role where he could display his histrionic and musical gifts . Maggie Prior, with their versions of jazz standards , also gave it another soundtrack to The Hood …

The musical excellence accusing Capri Productions , the presence of these and other figures of fame and popularity in those years , made ​​their living rooms site presence and regularly forced to a heterogeneous audience , but attached to the taste for innovation . Other names that filled the nights of Capri in the 60s ‘ are also noteworthy : the quartets D’ Aida and The Buccaneers , Leonora Rega , who made his solo debut on that stage in May 1963 , after his triumphant passage by D’ Aida- Felipe Dulzaides with Harmonics , Ela Calvo, Luis Carbonell , Merceditas Valdes, Rosita Fornes, Moraima Secada, the Sapphires , the Papines , Daisy Granados, Marta Strada , Senen Suarez and his combo, María de los Angeles Santana Germán Pinelli, Joseíto Fernández , Ana Gloria Varona , Yolanda Brito … and another deity : Elena Burke , who premiered at the Capri many of its major achievements .

In those turbulent years , in the halls of Capri coexisted political players , adventurous, curious and strangers ; dancers, models , designers, fashion designers , journalists , actors and actresses , musicians , intellectuals, alongside young warriors , drunk with victory , for conquered , it was no less surprising ; empowered , eager for fun and party at night, after days of feverish activity , and even bullets and machine guns, military trucks and Cadillacs , successes and mistakes. Imposed fashionable with their beards and long hair ; seduce seduced and left . Still lived a world that wanted to change but resisted, and pushing for a new make room for the changes to come for good and evil. But what did not change was good music and scenic excellence privileged to Capri over other sites in the Havana night .

So , I would drastically transcend Mafia stories to seduce both , apparently , the longing . I think that will , ultimately, the tutelary spirits of Freddy , Olga Guillot and Elena Burke, and not those of Meyer Lansky and George Raft, which could lead to the hotel reopened 21 and N in El Vedado , possible rewrite a success already known.

Cuba Contemporanea / Rosa Marquetti / InternetPhotos / TheCubanHistory.com
EL ” CAPRI ” , Havana , Cuba : Making History
The Cuban History , Hollywood.
Arnoldo Varona , Editor.

TheCubanHistory.com Comments

comments