MEMORIAS DE JUANITA, HERMANA DE RAÚL Y FIDEL CASTRO.
14YMedio, La Habana por Francis Sanchez, Ciego de Avila, Cuba.

El anecdotario, la identidad y composición de la familia de los máximos dirigentes de la Revolución cubana, después de convertirse en un tema tabú debido a las mismas disposiciones tomadas por estos, ha terminado siendo objeto de interés público y motivo de especulación constante. Zona delicada, el entorno íntimo y mítico de los hermanos Castro Ruz adquiere contenido histórico a partir de rumores, con novias sin nombre, esposas casi sin rostro, hijos y muchos familiares pocas veces vistos juntos aunque sea en una foto.

Y en esa “foto completa de la primera familia”, que nunca se hizo y probablemente nunca se hará, resulta inquietante la “presencia” de una curiosa mujer que quiere llevar con orgullo sus mismos apellidos, defiende el linaje familiar, pero a la vez rechaza el cuño que estos apellidos le han puesto a la historia de Cuba. Fuerte, apartada, polémica mujer que aparece por eso con el aura de doblemente maldita.

Un bombazo fue su petición de asilo político en la Ciudad de México, el 29 de junio de 1964. Así comenzó presentándose ese día a la prensa en declaraciones que causaron gran impacto: “La que a ustedes se dirige es Juanita Castro Ruz, hermana del primer ministro de Cuba comunista Fidel Castro”.

Casi medio siglo después, Juanita vuelve a salir a la palestra al publicar el libro ‘Fidel y Raúl, mis hermanos’ (Ed. Aguilar, 2009), con este subtítulo: “La historia secreta, memorias de Juanita Castro contadas a María Antonieta Collins”. El testimonio ya estaba listo en 1999, tras meses de entrevistas confidenciales, pero pasaron diez años antes de que la protagonista accediese a la impresión.

Al recordar su salida de Cuba, echa a un lado el posible calificativo de traidora, haciendo el reparo de haberse sentido primero y flagrantemente engañada, porque desde los días del Moncada y la Sierra Maestra, cuando los cubanos morían enfrentándose a la dictadura de Batista por el sueño de recuperar la Constitución de 1940, su hermano Fidel dijo siempre que él no era comunista.

Entre las nuevas confesiones, esta vez quizás la más tremenda es que llegó a pertenecer a la CIA —aunque aclara que nunca aceptó dinero—, en los difíciles días en que, en La Habana, aprovechaba la influencia paralizante de sus apellidos para acudir en ayuda de muchos que a veces ni siquiera conocía, salvándoles de un juicio sumarísimo o sacándoles del país. Su casa llegó a ser, según estas memorias, un refugio y lugar de tránsito siempre lleno.

Afloran contradicciones en una mujer que se enfrenta contra una parte querida de su propio ser biológico
Pero la necesidad básica que la ha llevado a reunir sus memorias, dice, es contar la verdad sobre el pasado de la familia, la infancia de los hermanos, la historia de los abuelos, y en especial su madre, Lina Ruz, y su padre, Ángel Castro, al ver que han sido calumniados por historiadores que con tal de atacar a Fidel buscan explicación en un supuesto origen familiar oscuro y cruel, en Birán, una finca gobernada por un padre supuestamente inescrupuloso y que habría prosperado a base de crímenes.

“Siento mucho decepcionar a los historiadores de bolsillo y a los sicólogos instantáneos”, dice. De su padre, opina: “Ángel Castro Argiz era un hombre que se preocupaba por los demás. No había nadie que fuera a pedirle un favor, a pedirle ayuda, que él se la negara”. Y siente nostalgia por el ambiente del pequeño lugar en la antigua provincia de Oriente, hoy convertido en un museo: “Birán —donde éramos como una gran familia porque todos nos conocíamos”.

Afloran desgarramiento y contradicciones en una mujer que se enfrenta conscientemente contra una parte querida de su propio ser biológico, es decir, su familia y su patria. Alguien que no se ha desprendido, por ejemplo, del cariño por el hermano más pequeño, Raúl, “Musito” para su madre. Lo prefiere, y nos lo presenta en situaciones muy humanas, como en la muerte de la madre, Lina Ruz, llorando y hablándole desconsoladamente al cadáver querido. Imagen que contrasta con la descripción del otro hermano en el poder.

Sus recuerdos dejan una sensación de transparencia. Sin embargo, esto no significa que el lector deba aceptar cada cosa tal cual se describe. La memoria nunca es inofensiva. Incluso a veces se trata sólo de apreciaciones. Y el de Juanita ha sido un ángulo muy particular y único de la historia de Cuba, con ventajas y desventajas, precisamente por demasiado cercano. Lo más lógico —por poner un ejemplo— es que los recuerdos de la hija del capataz Ángel resulten más afectivos y dulces que los que podría tener un subordinado suyo, sin que ninguno mienta.

Rompió con la CIA cuando le pidieron que hiciera una nueva declaración impactante para la prensa
Rompió con la CIA —este es otro testimonio caliente— cuando le pidieron que hiciera una nueva declaración impactante para la prensa, similar a la de su petición de asilo, pero ahora con un objetivo muy diferente: disipar los temores sobre el avance del comunismo. Entonces Estados Unidos, por tal de alejar el peligro de una confrontación nuclear, había llegado a un acuerdo con los soviéticos, y estos exigían que no se apoyase más a los grupos anticomunistas de Miami.

Quizás Juanita se parece más al típico cubano de cualquier orilla, y a la misma isla de Cuba, mientras se muestra vulnerable, injustamente atacada, manipulada y en definitiva, en medio de olas y tempestades, sola: “En esta lucha todos éramos peones de un juego de ajedrez”, afirma.

Tiene el gesto muy criollo de sentirse la más desgraciada del mundo. Y en este punto, vale la pena concederle el triste mérito de ser un símbolo del dolor y la intolerancia que divide a las familias cubanas: “Sin duda, he sufrido más que el resto del exilio porque en ningún lado del Estrecho de la Florida me dan tregua y pocos son los que comprenden la paradoja de mi vida”.

Expresado por ella, resulta no menos patético y verás el criterio de que “el odio siempre ha imperado sobre nuestra razón”.

Por suerte, hacia el final del libro se invoca el futuro, dándole oportunidad al amor, no proféticamente, sino con una íntima exhortación al más pequeño de los siete hermanos, su “Musito”, una vez que ha sustituido a Fidel en el poder: “Raúl, en tus manos podría estar la transición democrática para Cuba. […] Evolucionar con dignidad podría ser tu gran oportunidad en la historia…”

Libro de memorias escrito en un agradable estilo coloquial, atrapa como una buena novela de 51 capítulos, narrada en primera persona. Se “oye” la voz de una mujer que ha vivido y que se planta ante todo y todos con un estilo claro y directo.

14YMedio, La Habana, Francis Sanchez, Ciego de Avila/ InternetPhotos.
“Juanita Castro: la memoria nunca es inofensiva”
The Cuban History, Hollywood.
Arnoldo Varona, Editor.

Cuba en Fotos.

MEMORIES OF JUANITA, RAÚL AND FIDEL CASTRO SISTER.
14YMedio , Francis Sanchez Havana, Ciego de Avila, Cuba.

The anecdotes, identity and family composition of the top leaders of the Cuban Revolution, after she became taboo because of the same steps taken by them, has ended up being the object of public interest and a source of constant speculation. Sensitive area, the intimate setting and mythical brothers Castro Ruz acquires historical content from rumors, with unnamed girlfriends, wives almost faceless few children and many family times together even seen a picture.

And in that “full picture of the first family”, who never did and probably never will, is disturbing the “presence” of a curious woman who wants to proudly wear their own surnames, defends the family line, but also rejects the stamp that you have these surnames to the history of Cuba. Strong, secluded controversial woman appears that with the aura of doubly cursed.

A bombshell was her request for political asylum in Mexico City, on June 29, 1964 So the day began appearing in the press great impact statements: “The one that is directed to you is Juanita Castro Ruz, sister Cuba communist Prime Minister Fidel Castro. ”

Nearly half a century later, Juanita back out into the fray by publishing the book “Fidel and Raul, my brothers’ (Ed Aguilar, 2009.), With this caption:” The Secret History, memories of Juanita Castro Maria Antonieta Collins counted “. The testimony was ready in 1999, after months of confidential interviews, but ten years passed before the protagonist would agree to print.

Recalling his departure from Cuba, casts aside the label of traitor possible, making the repair have felt first and flagrantly deceived, since the days of Moncada and the Sierra Maestra, when Cubans died facing the dictatorship of Batista the dream of recovering the Constitution of 1940, his brother Fidel always said he was not a Communist.

Among the new denominations, this time is perhaps the most tremendous that came to belong to the CIA explains that although he never accepted money-in the difficult days in Havana, seized the paralyzing influence of their surnames to come to the aid many that you might not even know, saving them from a summary trial or sacándoles country. His house became, according to these reports, a refuge and a transit always full.

Contradictions emerge in a woman facing against a cherished part of your own being biological
But the basic need that has been gathering his memoirs, he says, is to tell the truth about the past of the family, children of siblings, history of grandparents, especially his mother, Lina Ruz, and his father Angel Castro, to see that they have been slandered by historians who provided attacking Fidel seek explanation in an alleged dark and cruel family origin, in Biran, a farm run by a supposedly unscrupulous father and would have thrived based crimes.

“I’m sorry to disappoint pocket historians and psychologists instant” he says. From his father, says: “Angel Castro Argiz was a man who cared for others was no one to come to ask a favor, to ask for help, he’s denied.”. And the atmosphere is nostalgic for the little place in the former province of Oriente, now converted into a museum, “Biran, where we were like a big family because we all knew.”

Tearing and contradictions emerge in a woman who consciously pitted against a cherished part of your own biological being, ie, his family and his country. Someone who has not fallen off, for example, the care for the younger brother, Raul, “Musito” for his mother. Alternatively, and we presented in very human situations, as in the death of the mother, Lina Ruz, inconsolably crying and talking to loved corpse. Image that contrasts with the description of another brother in power.

Her memories leave an impression of transparency. However, this does not mean that the reader should accept everything as it is described. Memory is never harmless. Even sometimes just about appraisals. And Juanita has been a very special and unique angle of the history of Cuba, with advantages and disadvantages, precisely because too close. The logical-to take one example is that the memories of the foreman’s daughter Angel and sweets are more affective than could have his subordinate, without any tool.

She broke with the CIA when she was asked to do a new shocking press statement
Broke with the CIA-this is another hot- testimony when asked to make a new shocking press statement, similar to that of her asylum, but now with a different goal: to dispel fears about the spread of communism. Then the United States, for that to avert the danger of a nuclear confrontation had reached an agreement with the Soviets, and they demanded that no more supportive of the anti-communist groups in Miami.

Maybe Juanita is more like any typical Cuban shore, and the island of Cuba itself, as shown vulnerable unjustly attacked, manipulated and ultimately, amid waves and storms, alone: “In this fight we were all pawns in a chess game, “he says.

Has very criollo gesture of being the most miserable in the world. And on this point, worth grant the sad distinction of being a symbol of pain and intolerance that divides Cuban families, “No doubt, I have suffered more than the rest of exile because on either side of the Florida Straits me let up and there are few who understand the paradox of my life. ”

Expressed by it, is no less pathetic and see the view that “hatred has always prevailed over our reason.”

Luckily, towards the end of the book the future is invoked, giving you the chance to love, not prophetically, but with an intimate appeal to the smallest of the seven brothers, his “Musito” once it has replaced Fidel in power: “Raul, in your hands could be the democratic transition in Cuba. […] evolve with dignity could be your big chance in history …”

Book of memoirs written in a friendly conversational style, like a good novel catches of 51 chapters narrated in the first person. They “hear” the voice of a woman who has lived and stands before everything and everyone with a clear and direct style.

14YMedio , Havana, Francis Sanchez, Ciego de Avila/ InternetPhotos.
“Juanita Castro: memory is never harmless”
The Cuban History, Hollywood.
Arnoldo Varona, Editor.

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