EXPONEN EN CUBA OBRAS DEL PINTOR ESPAÑOL SALVADOR DALÍ.
El universo onírico de Salvador Dalí ha llegado al Museo de Bellas Artes de La Habana con Memorias del surrealismo, la primera exposición del genial artista español que se exhibe en Cuba y que además descubre una de sus técnicas menos conocidas para el gran público: el grabado.
Un total de 95 litografías y aguafuertes recorren el trabajo de Dalí como grabador entre 1934 y 1973, en una singular muestra que permanecerá en La Habana hasta octubre y ha sido comisariada por el experto neoyorquino Álex Rosenberg.
De la colección de Roserberg, quien fue amigo de Dalí, procede la mayor parte de las obras que integran una exposición enriquecida con aportaciones de otros coleccionistas como Walter Maibun, Carol Conn, Peter Lucas, Max Arnold, Mike Tinsley, Rob Piepsny y Joseph Nuzzolo, este último presidente de la Asociación Dalí de Nueva York.
La muestra se estructura en torno a seis series de grabados tituladas Los Cantos de Maldoror (1934), La Divina Comedia (1960), Viaje fantástico (1965), Dalí interpreta a Currier y a Ives (1971), Memorias del surrealismo (1971) y Las doce tribus de Israel (1973).
Las obras confirma el carácter polifacético de un artista que cultivó numerosas técnicas y revela una de las quizá menos conocidas en Dalí, quien fue “un excelente grabador”, según ha aclarado a la agencia EFE Máximo Gómez, uno de los coordinadores cubanos de la muestra, que se inauguró el pasado 24 de julio en La Habana.
En cada una de las piezas que exhibe estos días la sala de Arte Universal del Museo habanero de Bellas Artes se reconoce y aprecia el particular estilo, simbolismo y elementos icónicos que el genio catalán inmortalizaría en varios de sus lienzos más famosos.
“Muchos de sus cuadros importantes están esbozados en estos grabados”, ha explicado Gómez, quien resaltó que otra de las peculiaridades de la exposición es que Rosenberg la ideó bajo un enfoque “intimista” para contar su amistad con Dalí, una relación que el experto neoyorquino define como “intensa y extraña”.
En el catálogo de la muestra, Alex Rosenberg recuerda cómo conoció Salvador Dalí en la década de los sesenta en Nueva York y cómo comenzaron los encargos para que realizara series de grabados, con múltiples anécdotas sobre las singulares personalidades de Dalí y también de su esposa Gala.
“Dalí fue realmente una persona excepcional, un bufón contra el aburrimiento. Su comportamiento extravagante le traía beneficios, publicidad y reputación ante un público que él consideraba inferior, pero que le suministraba todo el material necesario para vivir como miembro de una supuesta realeza”, escribe Rosenberg en el catálogo.
“No estaba loco y cuando algo o alguien le resultaba interesante entonces su comportamiento era serio y coherente”, añade. Para el coleccionista norteamericano, la serie de litografías “Memoria del surrealismo” “marcó un momento en la vida de Dalí (…) Tuvieron mucho éxito y uno de ellos, Alicia en el país de las maravillas, está considerado como uno de sus mejores grabados”.
La llegada de la primera exposición de la obra de Dalí a la isla caribeña representa, según el coordinador cubano de la muestra, “un auténtico acontecimiento cultural de lujo” para la isla, en un año que además coincide con el 25 aniversario de la muerte del irreverente artista (1904-1989).
Agencies/EFE/InternetPhotos/Excerpts/www.thecubanhistory.com
The Cuban History, Hollywood.
Arnoldo Varona, Editor.
Cuba en Fotos.
EXHIBITION OF SALVADOR DALI PICTURES IN CUBA.
The dream world of Salvador Dalí has come to the Museum of Fine Arts in Havana with ‘Memories of Surrealism’, the first exhibition of the great Spanish artist who exhibits in Cuba and also discover one of their techniques less known to the general public: the engraving .
A total of 95 lithographs and etchings walking Dalí’s work as an engraver from 1934 to 1973, shows a unique stay in Havana until October and has been curated by New York expert Alex Rosenberg.
Collection Roserberg, who was a friend of Dalí, is where most of the works that integrate an enriched with contributions from other collectors as Walter Maibun, Carol Conn, Peter Lucas, Max Arnold, Mike Tinsley, Rob and Joseph Nuzzolo Piepsny exposure , the last president of the Association of New York Dalí.
The exhibition is structured around six series of prints entitled The Songs of Maldoror (1934), The Divine Comedy (1960), Fantastic Voyage (1965), Dalí Currier and Ives plays (1971), Memories of Surrealism (1971) and the twelve tribes of Israel (1973).
The work confirms the versatility of an artist who cultivated numerous technical and reveals one of the perhaps less known in Dali, who was “an excellent recorder”, as clarified EFE Máximo Gómez, one of the Cuban coordinators of the sample , which opened on July 24 in Havana.
In each of the pieces that exhibits these days the living habanero Universal Art Museum of Fine Arts recognizes and appreciates the particular style, symbolism and iconic elements that Catalan genius immortalized in several of his most famous paintings.
“Many of his important works are outlined in these prints,” said Gomez, who noted that another peculiarity of the exhibition is that Rosenberg devised under an “intimate” approach to telling his friendship with Dalí, a relationship that the expert New York defines as “intense and strange.”
In the exhibition catalog, Alex Rosenberg recalls how he met Salvador Dali in the sixties in New York and how the orders began to conduct series of prints with multiple anecdotes about the unique personalities of Dalí and his wife Gala .
“Dali was truly an exceptional person, a jester against boredom. Their bizarre behavior brought him benefits, advertising and reputation to an audience that he considered inferior, but that supplied all the necessary to live as a member of an alleged royal material,” Rosenberg writes in the catalog.
“I was not crazy and when something or someone they think is interesting then their behavior was serious and consistent,” he adds. For the American collector, the series of lithographs “Memory of Surrealism” “marked a moment in the life of Dalí (…) They had much success and one of them, Alice in Wonderland, is considered one of its best recorded “.
The arrival of the first exhibition of Dali’s work represents the Caribbean island, according to the Cuban coordinator of the show, “a real estate cultural event” for the island, in a year which also coincides with the 25th anniversary of death irreverent artist (1904-1989).
Agencies / EFE / Excerpts/ InternetPhotos / www.thecubanhistory.com
The Cuban History, Hollywood.
Arnoldo Varona, Editor