EL FINAL DE LA DOBLE MONEDA EN CUBA.
La dualidad monetaria en Cuba es un problema económico y político, pero que en ocasiones se acerca a la mitología e incluso a la literatura fantástica. Tema recurrente y múltiple, admite las lecturas más disímiles sin que hasta el momento se vea una solución cercana.
Si se revisan algunas de las últimas declaraciones de quienes están encargados de resolver el problema, surge más confusión que esperanza.
El vicepresidente Mariano Murillo, que es quien se supone se encuentra a cargo de todos los planes que tienen que ver con la ”actualización” del modelo económico, dijo en la Asamblea Nacional del Poder Popular, el 19 de diciembre del 2013, que en Cuba “no habrá terapia de choque, y por la unificación monetaria no van a subir los precios”.
Si se cumplen estas promesas, los pensionados, así como quienes no reciben remesas desde el exterior y los que se limitan a ganar un mísero sueldo pagado por el Estado pueden respirar aliviados.
Sin embargo, el vicepresidente agregó posteriormente: “Se respetará la capacidad financiera del CUC [peso cubano convertible]”.
Esto último, al parecer dirigido a los que tienen CUC guardados en el banco. De ser cierta también esta otra declaración, el día que se unifique el dinero unos cubanos seguirán recibiendo mucho más y otros mucho menos. Porque la clave en la unificación económica no está en la existencia artificial de dos monedas, que sólo circulan en ese país, sino en el verdadero valor de la moneda nacional frente a las divisas.
Durante años se subordinó la unificación monetaria a un aumento de la productividad. Sólo de esa manera el gobierno consideraba posible un alza sustancial de los ingresos, que posibilitaría paliar el creciente aumento de los precios.
Ahora esta situación ha cambiado. Ya no se habla de la premisa del aumento de la productividad, sino se enfatiza la urgencia de unificar la moneda.
Hace una semana, un economista cubano dijo en el periódico Granma que la dualidad monetaria causa grandes distorsiones a la economía, frena las inversiones y debió eliminarse “mucho tiempo atrás.
“La eliminación de la dualidad cambiaria en el sector estatal es uno de los más importantes” pasos de las reformas económicas del gobernante Castro, dijo Joaquín Infante, doctor en ciencias económicas y dirigente de la Unión de Economistas de Cuba.
Pero la unificación monetaria de la que habla ahora Granma tiene mucho que ver con el objetivo de atraer inversiones extranjeras y no está preocupada por el bolsillo del cubano de a pie.
Las medidas que se piensa implantar, tendientes a la unificación monetaria, buscan poner un poco de orden en el caos económico, no a nivel de calle sino entre las empresas: las distorsiones en costos, contabilidad fiscal y política financiera.
La necesidad actual de unificar la moneda es de cara al inversor extranjero, la última frontera del régimen.
Luego de crear diversas expectativas durante sus primeros meses al frente del país, tras llegar al mando precedido por un historial de buen organizador y pragmático, la realidad se ha impuesto a Raúl Castro: los intentos por mejorar la productividad y aumentar la eficiencia han fracasado.
En el primer semestre del 2014, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) se redujo a un 0.6%. Se espera que a fines del 2014 el incremento sea del 1.4%, pero no hay nada que garantice esta cifra. En cualquier caso, el resultado sería inferior al del año anterior, 2013, cuando se logró un 2.7%. Esto indica que de acuerdo a los datos suministrados por el mismo gobierno, la economía cubana decrece.
Es por ello que al parecer Castro está buscando dejar el problema económico cubano en manos extranjeras, ya sea mediante inversionistas en la isla, el pago de servicios médicos en el exterior o el envío de remesas desde el exilio.
Por otra parte, el 5 de julio, en la Asamblea Nacional del Poder Popular, Castro advirtió que la unificación monetaria no “significa la solución mágica a todos los problemas presentes en la economía”.
Así que la reforma monetaria no va a implicar una súbita elevación de los precios de los artículos; menos aún se traducirá en una pérdida de ingresos para quienes tienen ahorros en CUC y reciben remesas del exterior. Aunque tampoco es una “solución mágica” y debió hacerse “mucho tiempo atrás”.
Si uno trata de entender declaraciones tan contradictorias, sólo llega al convencimiento de que cada una de ellas fueron hechas no para indicar la estrategia económica a seguir, sino como tácticas destinadas a objetivos momentáneos: tranquilizar a la población, evitar crear demasiadas falsas esperanzar o buscar atraer inversiones. En ningún momento examinan los factores necesarios para el desarrollo, sino intentan diversas maneras de ganar tiempo.
TheHerald/Alejandro Armengol/InternetPhotos/TheCubanHistory.com
The Cuban History, Hollywood.
Arnoldo Varona, Editor.
THE END OF THE DUAL CURRENCY IN CUBA.
The dual currency in Cuba is an economic and political problem, but sometimes approaches to mythology and even fantasy literature. And multiple recurring theme, supports the most diverse readings so far without a nearby display solution.
If you review some of the recent statements by those in charge of solving the problem, the confusion arises that hope.
Vice President Mariano Murillo, who is supposed to be in charge of all the plans that have to do with the “updating” of the economic model, told the National Assembly of People’s Power, December 19, 2013, in Cuba “there will be no shock therapy, and monetary union will not raise prices.”
If these promises are fulfilled, pensioners and those not receiving remittances from abroad and those who merely earn a meager salary paid by the state can breathe easier.
However, the vice president said later: “CUC’s financial capacity [Cuban convertible peso] will be respected.”
The latter, apparently aimed at those with CUC saved in the bank. If true is this other statement the day the money unify some Cubans still receive much more and others much less. Because the key to economic unification is not in the artificial existence of two currencies circulate only in this country but in the real value of the national currency against the currencies.
For years the monetary union was subordinated to increased productivity. Only in this way can the government considered a substantial increase in revenue, which would enable alleviate the increasing prices.
This situation has changed. He no longer talks about the premise of increased productivity, but the urgency of unifying the currency is emphasized.
A week ago, a Cuban economist told Granma that the dual currency causes large distortions to the economy slows investment and should be eliminated “long ago.
“The elimination of the exchange duality in the state sector is one of the most important” steps of the economic reforms of the ruling Castro said Joaquín Infante, doctor of economic sciences and leader of the Union of Economists of Cuba.
But monetary unification of talking now Granma has much to do in order to attract foreign investment and is not worried about the pocket of ordinary Cubans.
Measures to implement think, aimed at monetary unification, looking to put some order into economic chaos, not at street level but between companies: distortions in costs, tax accounting and financial policy.
Current need to unify the currency is facing the foreign investor, the last frontier of the regime.
After creating different expectations during his first months at the helm of the country, after reaching the command preceded by a history of good organizer and pragmatic, reality has set Raúl Castro: attempts to improve productivity and increase efficiency have failed.
In the first half of 2014, the Gross Domestic Product (GDP) fell 0.6%. It is expected that by the end of 2014 the increase is 1.4%, but there is no guarantee this figure. In any case, the result would be lower than the previous 2013 year, when 2.7% was achieved. This indicates that according to the data supplied by the government, the Cuban economy decreases.
That is why Castro is reportedly looking to leave the Cuban economic problem in foreign hands, either by investors on the island, payment for medical services abroad or remittances from exile.
Moreover, on July 5, in the National Assembly of People’s Power, Castro warned that monetary union no “means the magic solution to all the problems in the economy.”
So the monetary reform will not involve a sudden rise in prices of commodities; alone will result in a loss of income for those who have savings in CUC and receive remittances from abroad. Although it is not a “magic bullet” and should be “a long time ago.”
If one tries to understand statements so contradictory just becomes convinced that each were made not to indicate the economic strategy to follow, but as tactics to momentary goals: to reassure the population, avoid creating too many false hopes up or look attract investment. At no time examining the factors necessary for development, but try different ways to save time.
TheHerald / Alejandro Armengol / InternetPhotos / TheCubanHistory.com
The Cuban History, Hollywood.
Arnoldo Varona, Editor.