Cuba in the U.S. Political SceneCUBA OWES U.S. $7000 Million in Expropriations. ** CUBA DEBE A EEUU Expropiaciones por $7,000 Millones.

CUBA OWES U.S. $7000 MILLION IN EXPROPRIATIONS.

Properties of Office Depot, ITT, Exxon and thousands of families expect to recover part of their values.

Shortly after Fidel Castro took control of Cuba in 1959, his government began confiscating properties of thousands of citizens and businesses. In the case of Edmund and Enna Chester, losses included a 32 acre hacienda animals and a new Buick, who knows, might still be moving through the streets of Havana.

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The confiscation of US property by an adjusted value of $ 7,000 million were produced within the framework of a series of ups and downs that led to a US trade embargo remains in force.

In 1996 Congress passed a law stipulating that Cuba must compensate Americans so it confiscated for the embargo is lifted. This requirement was not mentioned by President Barack Obama when he announced in December that the United States (USA) and Cuba resumed diplomatic ties. Given the fragility of the Cuban economy, some experts say companies whose properties were confiscated would be extremely happy if they are allowed to operate there again and would turn the page.

Confiscation.

But the memory of the companies is not as great as those of the families. That is clear in places like Chester Carolyn small house in Omaha, on a corner lot, where a painting of his mother, in a gold frame, portrait yellowed notes titles and actions today are worthless. They are reminders of Cuba that existed before the arrival of Castro. And the bitterness generated by what happened next is still present.

In the offices of a little-known federal agency more than 5,900 complaints of furniture, plants, clothing and vehicles that once belonged to Americans in Cuba. Behind every claim is a story, a life left behind.

Throughout the sixties, the Foreign Claims Commission (FCSC, acronym) received thousands of complaints of properties confiscated in Cuba. Larger companies were as Cuban Electric Company, owns a power plant seized $ 268 million. After numerous mergers, the claim is now owned by Office Depot, who remained with the company after several mergers.

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Losses of International Telephone and Telegraph Corp. totaled $ 131 million and then Exxon, including a refinery, over $ 71 million.

Eight out of 10 claims, however, were by valued at $ 10,000 or less by the FCSC, which also processes claims confiscated in Iran, Vietnam and the Soviet Union properties. These claims are protected by international laws that prohibit governments confiscate property without providing compensation.

Approximately 70% of Americans claim involves cattle. Land or buildings, especially in old Havana and the Isle of Pines, off the southern coast of Cuba and where a huge American colony settled are also claimed. There are also claims lost pensions, bank accounts and personal property, including jewelry and furniture.

When teachers Creighton University traveled to Cuba for almost a decade they tried to identify confiscated property, including buildings that once housed a university and a clinic run by Catholic priests.

Most of the 5,900 approved claims, however, were of individuals and families. Luther Coleman was a Detroit businessman who settled with his family on the Isle of Pines in 1952. He bought 1,200 acres of land there.

His daughter Nancy Luetzow, who was eight when he went to Cuba and now lives in Hillsdale, Michigan, said his father convinced her mother that they departed. “This is our opportunity to live in paradise, said”.

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The value of the assets of the family claimed is $ 173,000.

Roy Schechter was born in Cuba and had dual nationality. His family had emigrated some years before and had founded a synagogue in Havana. Schechter married and brought his American wife, Lois, to the island.

In 1960 the couple went by car to the family farm 5,000 acres to pay salaries and was met by soldiers who told him that the estate no longer belonged to them. When the couple left the island on a ferry to Key West soon after, Lois hid her wedding ring and some jewelry inside a stained vanilla extract hoping that Cuban officials did not revise too diaper.

Before leaving they were paid to all employees, convinced that someday return. But Roy Schechter spent the rest of his days working in a shoe shop in Nyack, New York, owned by his father. Among the losses of the Schechter, besides the hacienda, include a Spanish colonial house with 17 rooms in Havana that had been his mother and now houses the Chinese embassy.

His daughter Amy Rosoff, who shares a house with his mother in Saratoga Springs, New York, says that his father constantly reminded about the claim. “I would regain my grandmother,” Rosoff said.

Agencies / AP / InternetPhotos / www.thecubanhistory.com
The Cuban History, Hollywood.
Arnoldo Varona, Editor.

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CUBA DEBE A EEUU EXPROPIACIONES POR $7,000 MILLONES.

Propiedades de Office Depot, ITT, Exxon y miles de familias esperan recuperar parte de sus bienes.

Poco después de que Fidel Castro tomó el control de Cuba en 1959, su gobierno comenzó a confiscar propiedades de miles de ciudadanos y empresas estadounidenses. En el caso de Edmund y Enna Chester, las pérdidas incluyeron una hacienda 32 hectáreas con animales y un Buick nuevo que, quien sabe, todavía podría estar circulando por las calles de La Habana.

La confiscación de propiedades estadounidenses por un valor ajustado de $7,000 millones se produjo en el marco de una serie de marchas y contramarchas que desembocó en un embargo comercial estadounidense que sigue en vigor.

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En 1996 el Congreso aprobó una ley que estipula que Cuba deberá compensar a los estadounidenses por lo que les confiscó para que se levante el embargo. Ese requisito no fue mencionado por el presidente Barack Obama cuando anunció en diciembre que Estados Unidos (EUA) y Cuba reanudarían sus lazos diplomáticos. Dada la fragilidad de la economía cubana, algunos expertos dicen que las empresas cuyas propiedades fueron confiscadas podrían darse por satisfechas si se les permite volver a operar allí y darían vuelta la página.

Confiscaciones.

Pero la memoria de las empresas no es tan grande como las de las familias. Eso queda claro en sitios como la pequeña vivienda de Carolyn Chester en Omaha, en un lote esquinero, donde un retrato pintado de su madre, con un marco dorado, observa los amarillentos títulos de propiedad y las acciones que hoy no valen nada. Son recordatorios de la Cuba que existió antes de la llegada de Castro. Y la amargura generada por lo que vino después aún sigue presente.

En las oficinas de una dependencia federal poco conocida hay más de 5,900 reclamos de muebles, fábricas, ropa y vehículos que alguna vez pertenecieron a estadounidenses en Cuba. Detrás de cada reclamo hay una historia, una vida que quedó atrás.

A lo largo de la década de los sesenta, la Comisión de Reclamos del Extranjero (FCSC, siglas en inglés) recibió miles de reclamos de propiedades confiscadas en Cuba. Las más grandes eran de empresas como la Cuban Electric Company, dueña de una planta eléctrica confiscada de $268 millones. Luego de numerosas fusiones, el reclamo está hoy en manos de Office Depot, que se quedó con la empresa luego de varias fusiones.

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Las pérdidas de International Telephone and Telegraph Corp. ascendieron a $131 millones de entonces y las de Exxon, incluida una refinería, más de $71 millones.

Ocho de cada 10 reclamos, no obstante, fueron por propiedades valuadas en $10,000 o menos por la FCSC, que también procesa reclamos de propiedades confiscadas en Irán, Vietnam y la Unión Soviética. Estos reclamos están amparados por leyes internacionales, que prohíben a los gobiernos confiscar propiedades sin ofrecer compensaciones.

Aproximadamente el 70 % de los reclamos estadounidenses involucra ganado. También se reclaman tierra o edificios, sobre todo en La Habana y la antigua Isla de los Pinos, frente a la costa sur de Cuba y donde se radicó una enorme colonia estadounidense. Hay reclamos asimismo de pensiones perdidas, cuentas bancarias y propiedades personales, incluidas joyas y muebles.

Cuando los profesores de la Universidad de Creighton viajaron a Cuba hace casi una década trataron de identificar propiedades confiscadas, incluidos edificios que alguna vez albergaron una universidad y una clínica administrada por curas católicos.

La mayoría de los 5,900 reclamos aprobados, sin embargo, eran de individuos y familias. Luther Coleman era un empresario de Detroit que se radicó con su familia en la Isla de los Pinos en 1952. Compró allí 1,200 hectáreas de tierra.

Su hija Nancy Luetzow, quien tenía ocho años cuando se fue a Cuba y que hoy vive en Hillsdale, Míchigan, dijo que su padre convenció a su madre de que se fuesen. “Esta es nuestra oportunidad de vivir en el paraíso, le dijo”.

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El valor de los bienes de la familia reclamados es de $173,000.

Roy Schechter nació en Cuba y tenía doble nacionalidad. Su familia había emigrado algunos años antes y había fundado una sinagoga en La Habana. Schechter se casó y llevó a su esposa estadounidense, Lois, a la isla.

En 1960 la pareja se dirigió en auto a la granja de la familia de 5,000 hectáreas para pagar los sueldos y fue recibida por soldados que le dijeron que la hacienda ya no les pertenecía. Cuando la pareja se fue de la isla en un ferry a Cayo Hueso poco después, Lois escondió su anillo de bodas y algunas joyas adentro de un pañal manchado con extracto de vainilla con la esperanza de que los funcionarios cubanos no revisasen demasiado.

Antes de irse les pagaron a todos sus empleados, convencidos de que algún día volverían. Pero Roy Schechter pasó al resto de sus días trabajando en una zapatería de Nyack, Nueva York, propiedad de su suegro. Entre las pérdidas de los Schechter, además de la hacienda, figuran una casa colonial española de 17 habitaciones en La Habana que había sido de su madre y que hoy alberga a la embajada china.

Su hija Amy Rosoff, quien comparte una casa con su madre en Saratoga Springs, Nueva York, cuenta que su padre les recordaba constantemente acerca del reclamo. “Me encantaría recuperar la casa de mi abuela”, dijo Rosoff.

Agencies/AP/InternetPhotos/www.thecubanhistory.com
The Cuban History, Hollywood.
Arnoldo Varona, Editor.

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