IN CUBA: REMEMBERING “Che” GUEVARA.
“It was man surrounded by good photographers,” Ernesto Guevara is described by a smart tourist guide on their own, leading to their customers through the streets of Santa Clara. Man lives out of showing the face of the Argentine guerrilla and his life. Sunday has had good profits, taking advantage of the 87th birthday of someone who has long since ceased to be a hero, to become a fetish, a mercantil figure.
Over the years, this island has been imposed robbery with the image of the guerrilla and Marketing your figure. “Santa Clara, the town of Marta and Che” says the motto of the head provincial, although Guevara was not born here. Villa Clara is the capital get the most revenue bizarre gangarrias with your name and the entire tourism network thrives with some piece of his history.
Canek Sanchez Guevara, musician and writer who died recently and grandson of the commander of the Cuban revolution, hated shirts and effigies of his grandfather. “There’s a unifying his face with that of Christ is really degrading, “he told his friends.
Since his death in 1967, when Havana photographer Korda gave his image to an Italian journalist, the international industry has fostered a pseudo fashion rebel-Guevara. Although shirts with his face abound in stores around the world, it is in Cuba where he has profited more with the image of beret and jacket. As in other excesses so characteristic of our idiosyncrasy, therein We also gone hand.
“Here in this city you can find casitodas ways to remember that someone had bothered” In Santa Clara there is even a House Mate, home to a historian who collects those attachments Argentine traditional to consume the beverage extracted from the herb of the same name. “I started with the first mate and when I had many, decoratively placed them, then put the image of Che Guevara at the door, “says the man, who made a windfall from that time.” My goal is to call theirs attention and have people come to see the show and drink the grass, “explains his advertising strategy.
“Cuba sells Che,” a hustler tourist. Since berets, to bad songs, allegorical shirts, bags, bad oil paintings and ashtrays where snuff goes right against the face of majestic look. Everyone wants to take advantage of the Argentine. Since institutions Government and artists to jineteros elderly or changing tickets three pesos and its image convertible peso. Che Guevara has become a bargaining chip.
“Santa Clara bases its tourism in the remains of the guerrilla, ‘says the tour guide. “Here in this city casi todas can find ways to remind him that he had been molested. ”
Another of his grandchildren on his behalf organized motorcycle tours around the island, no less than Harley Davidson. “In memory of the trip through Latin America in La Poderosa,” he explains to interested clients.
Although everyone knows that historic journey “made in a 500 Norton” recalls wryly a mechanic who has his workshop a few meters from the complex sculpture where the official propaganda ensures that the remains of the political with 29 of his companions.
Santa Clara your image swarms in Artex premises as a result of provincial bill. “No sells the myth, the image is levied “says a villager, tired of tripping over that glance everywhere.
Fences, walls, phrases and drawings show that sometimes do not match your face or ni fueron uttered by him.
The monument to the armored train, a kiosk overflowing shirts, berets and postcards. One kilometer Later, another guerrilla statue stands outside the headquarters of the Provincial Party Committee. There receive many foreigners, often placed bouquets of flowers at the foot of the sculpture, “For thus says the guidebook,” said a Canadian who looked blindly follow everything They say those travel books.
Another line of prey, collecting less but just as mean, is the use of the image of Guevara ideological ends. Fences, walls, phrases and drawings show that sometimes do not match their or even face were made by him, but in order to demonstrate that it believes in the myth and its ideology.
Che you are not only used in display revolutionary plan, but also to hide some things.
As in the santaclareño mausoleum, where a giant billboard at the monument prevents outsiders see the marginality of the neighborhood surrounding the Plaza of the Revolution. Over there eyes are directed the main sculpture; So, as goes a popular saying, “Santa Clara, Che looks at the poor.”
14yMedio, Hector D. Reyes, Santa Clara, Cuba /InternetPhotos/thecubanhistory.com
The Cuban History, Hollywood.
Arnoldo Varona, Editor.
EN CUBA: RECORDANDO AL “Che” GUEVARA.
“Fue un hombre rodeado de buenos fotógrafos”, así describe al guerrillero argentino Ernesto “Che” Guevara un avispado guía de turismo por cuenta propia, que lleva a sus clientes por las calles de Santa Clara. El hombre vive de mostrar el rostro del argentino y de contar sus hiperbólicas hazañas. Este domingo ha tenido buenas
ganancias, aprovechando el 87 cumpleaños de quien hace mucho tiempo ha dejado de ser un héroe, para convertirse en un fetiche.
Con el pasar de los años, en esta isla se ha impuesto la rapiña con la imagen del guerrillero y la comercialización de su figura. “Santa Clara, la ciudad de Marta y del Che”, dice el lema de la cabecera
provincial, aunque Guevara no nació aquí. La capital villaclareña trata de sacarle rédito a las más estrafalarias gangarrias con su nombre y todo el entramado turístico se nutre con algún trozo de su historia.
Canek Sánchez Guevara, músico y escritor fallecido recientemente y nieto del comandante de la revolución cubana, aborrecía camisetas y efigies de su abuelo. “Hay una que unifica su rostro con el de Cristo que es realmente degradante”, le contaba a sus amigos.
Desde su muerte en 1967 y cuando el fotógrafo habanero Korda regaló su imagen a un publicista italiano, la industria internacional ha fomentado una pseudo moda rebelde-guevarista. Aunque las camisetas con su rostro abundan en tiendas de todo el mundo, es en Cuba donde se ha lucrado más con esa imagen de boina y chamarra. Al igual que en otros excesos tan característicos de nuestra idiosincracia, en esto también se nos ha ido la mano.
“Aquí en esta urbe se pueden encontrar casi todas las formas de recordarlo que le hubieran molestado” En Santa Clara hay hasta una Casa del Mate, hogar de un historiador que colecciona esos aditamentos tradicionales argentinos para consumir el brebaje extraído de la hierba de igual nombre. “Comencé con los primeros mates y, cuando tuve muchos, los coloqué decorativamente, luego puse la imagen de Che Guevara en la puerta”, cuenta el hombre, que hizo un negocio redondo a partir de ese momento. “Mi objetivo es coleccionarlos y que la gente venga a ver la muestra y a consumir la yerba”, explica así su estrategia publicitaria.
“Cuba comercializa al Che”, comenta un turista espabilado. Desde boinas, hasta malas canciones, camisetas alegóricas, bolsas, malos cuadros pintados al óleo y ceniceros donde el tabaco se apaga justo contra ese rostro de mirada mayestática. Todos quieren sacarle partido al argentino. Desde instituciones del Gobierno y artistas hasta jineteros o ancianos que cambian billetes de tres pesos con su imagen por un peso convertible. Che Guevara se ha convertido en una moneda de cambio.
“Santa Clara basa su turismo en los restos del guerrillero”, ironiza el guía de turismo. “Aquí en esta urbe se pueden encontrar casi todas las formas de recordarlo que le hubieran molestado”.
Otro de sus nietos organiza en su nombre giras en motos por la Isla, nada menos que en Harley Davidson. “En memoria del viaje por Latinoamérica en La Poderosa”, explica a los clientes interesados.
Aunque todos saben que aquel histórico periplo “lo hizo en una Norton 500”, recuerda socarronamente un mecánico que tiene su taller a pocos metros del complejo escultórico donde la propaganda oficial asegura que se encuentran los restos del político junto a 29 de sus compañeros.
En Santa Clara su imagen pulula en los locales de Artex como un producto de factura provincial. “No se vende el mito, se recauda con la imagen” asegura un lugareño, harto ya de tropezarse con esa mirada por todos lados.
Frente al monumento al tren blindado, un quiosco rebosa camisetas, boinas y postales. Un kilómetro más adelante, otra estatua del guerrillero se erige frente a la sede del Comité Provincial del Partido. Allí reciben muchos extranjeros, que con frecuencia colocan ramos de flores a los pies de la escultura, “porque así dice la guía turística”, asegura un canadiense con pinta de seguir a pie juntillas todo lo que dicen esos libros de viaje.
Otra línea de rapiña, menos recaudadora pero igual de mezquina, es el uso de la imagen de Guevara con fines ideológicos. Vallas, paredes, muros, muestran frases y dibujos que a veces no concuerdan con su rostro o ni siquiera fueron pronunciadas por él, pero el fin es demostrar que se cree en su mito y su ideario.
Al Che no sólo se le usa en plan exhibición revolucionaria, sino también para esconder algunas cosas.
Como en el mausoleo santaclareño, donde una valla gigante frente al monumento evita que los extranjeros vean la marginalidad del barrio que rodea la Plaza de la Revolución. Hacia allí se dirigen los ojos de la escultura principal; así que, como reza un dicho popular, “en Santa Clara, el Che mira a los pobres”.
14yMedio, Hector D. Reyes, Santa Clara, Cuba /InternetPhotos/thecubanhistory.com
The Cuban History, Hollywood.
Arnoldo Varona, Editor.