SPORTS: ABOUT BASEBALL Relations Between Cuba-U.S.: Not So Fast. .
When President Barack Obama and Cuban President Raul Castro announced last December 17 the restoration of diplomatic relations, the majors rubbed their hands with pleasure.
Apparently, the doors opened to the return of more natural and rich foreign market had the best baseball in the world during the first six decades of the twentieth century.
Commissioner Rob Manfred said from the beginning that the majors were watching carefully the developments to act as soon as possible.
But eight months later, beisboleras relations between Cuba and the United States are not going to keep pace diplomatic.
The flow of departures from the island, legal, and illegal, has increased in recent times and since January 1, 2015 more than 60 players have left the country to try to find a place in the majors.
Meanwhile, Yulieski Gourriel, arguably the most talented player who has given Cuba in the last ten years, remains stalled, hoping to become the first to sign a contract with a major league franchise from the island itself.
The belief that things will be resolved in the immediate future holds Gourriel in a holding pattern, even though at 31 years old, time is against him and runs out.
At the same time, Cubans on both sides of the Florida Straits fans have begun to speculate about the possibility of presenting a real blunderbuss in the IV World Baseball Classic, to be held in 2017.
Gourriel names and slugger Alfredo Despaigne, who walks punishing the pitching in the Japanese professional league, are placed in the same sentence of Yoenis Céspedes, José Abreu, Aroldis Chapman, Jose Fernandez, Yasiel Puig, Jose Iglesias and many other compatriots They shine with their own light in the majors.
Dozens of sites on Cuban baseball that have proliferated in the net used space and time each day to put together a dream team, with which they hope to dispute the crown very same Dominicans, defending champions of the event.
But as the saying goes, the drunk thinks one thing and another winemaker.
Most Cuban MLB stars in multiple interviews have expressed their desire to wear the uniform of the country of their birth.
But Cuban authorities have not shown an iota of will to summon the sheep were escaped from the corral.
The only one who has dared to talk about it, but with reservations, is the current national director of baseball, Heriberto Suarez, who told ESPN during the last Caribbean Series the ability to call up the so-called deserters case be analyzed a case.
And it is an absolutely-sporting decision, in a country where every step you take passes for politics, although ordinary people while you’re tired of the same boring speech of half century of backwardness.
To avoid the issue, officials wield the argument of the economic embargo that still persists, but increasingly will open more cracks.
But behind it all is the lack of will, as similar to the players who are in Major League volleyball situation that glow in the Italian professional league are.
And I know, Italy has no trade embargo on the island, so perfectly could be called to the national team volleyball those who play in Europe.
In the long run, things will and Cuba will present its longed blunderbuss, who knows if in 2017 or V Classic, in 2021, for the good not only of the island, but in all of baseball.
But for now, the beisboleras relationships have to be taken calmly, but dreaming does not cost anything.
Desde Mi Palco/Rogério Manzano /Jorge Morejón/ InternetPhotos / TheCUbanHistory.
The Cuban History, Hollywood.
Arnoldo Varona, Editor.
DEPORTES: Sobre las Relaciones de Beisbol Entre Cuba-EEUU: No Tan Rapido.
Cuando el presidente Barack Obama y el gobernante cubano Raúl Castro anunciaron el pasado 17 de diciembre el restablecimiento de relaciones diplomáticas, las Grandes Ligas se frotaron las manos de placer.
Aparentemente, se abrían las puertas al regreso del mercado extranjero más natural y rico que tuvo el mejor béisbol del mundo durante las primeras seis décadas del siglo XX.
El comisionado Rob Manfred dijo desde el principio que las Grandes Ligas observaban con atención el desarrollo de los acontecimientos para actuar tan pronto como fuera posible.
Pero ocho meses después, las relaciones beisboleras entre Cuba y Estados Unidos no van al mismo ritmo que las diplomáticas.
El flujo de salidas desde la isla, ya legales, ya ilegales, se ha incrementado en los últimos tiempos y desde el 1 de enero del 2015 más de 60 peloteros han abandonado el país para tratar de encontrar un lugar en las Mayores.
Mientras tanto, Yulieski Gourriel, posiblemente el jugador más talentoso que ha dado Cuba en los últimos diez años, sigue estancado, con la esperanza de convertirse en el primero en firmar un contrato con una franquicia de Grandes Ligas desde la propia isla.
La creencia de que las cosas se resolverán en un futuro inmediato mantiene a Gourriel en un compás de espera, a pesar de que a sus 31 años de edad, el tiempo corre en su contra y se le agota.
Al mismo tiempo, los fanáticos cubanos a ambos lados del Estrecho de la Florida han comenzado a especular sobre la posibilidad de presentar un verdadero trabuco en el IV Clásico Mundial de Béisbol, a celebrarse en el 2017.
Los nombres de Gourriel y el toletero Alfredo Despaigne, quien anda castigando al pitcheo en la liga profesional japonesa, se colocan en la misma oración de Yoenis Céspedes, José Abreu, Aroldis Chapman, José Fernández, Yasiel Puig, José Iglesias y otros tantos compatriotas que brillan con luz propia en las Mayores.
Decenas de sitios sobre béisbol cubano que han proliferado en la red emplean tiempo y espacio cada día para armar un equipo de ensueño, con el que esperan disputarle la corona a los mismísimos dominicanos, campeones vigentes del evento.
Pero como dice el refrán, una cosa piensa el borracho y otra el bodeguero.
La mayoría de las estrellas cubanas en Grandes Ligas han expresado en múltiples entrevistas su deseo de vestir el uniforme del país que los vio nacer.
Pero las autoridades cubanas no han mostrado un ápice de voluntad para convocar a las ovejas que se les escaparon del corral.
El único que se ha atrevido a hablar del tema, aunque con reservas, es el actual director nacional de béisbol, Heriberto Suárez, quien dijo a ESPN durante la pasada Serie del Caribe que la posibilidad de llamar a filas a los llamados desertores se analizaría caso a caso.
Y es que se trata de una decisión absolutamente extradeportiva, en un país donde cada paso que se toma pasa por la política, aunque la gente de a pie hace rato se haya cansado del mismo discurso aburrido de medio siglo de atraso.
Para evadir el tema, algunos funcionarios esgrimen el argumento del embargo económico que aún persiste, aunque cada vez se le abran más grietas.
Pero detrás de todo está la falta de voluntad, pues en situación similar a los peloteros que están en Grandes Ligas se encuentran voleibolistas que brillan en la liga profesional italiana.
Y que yo sepa, Italia no tiene ningún embargo comercial sobre la isla, así que perfectamente podrían convocarse a la selección nacional de voleibol a aquellos que juegan en Europa.
A la larga, las cosas se darán y Cuba podrá presentar su añorado trabuco, quien sabe si en el 2017 o en el V Clásico, en el 2021, para bien no sólo de la isla, sino de todo el béisbol.
Pero por ahora, las relaciones beisboleras hay que tomarlas con calma, aunque soñar no cueste nada.
Desde Mi Palco/Rogério Manzano/Jorge Morejón/InternetPhotos/TheCUbanHistory.
The CUban History, Hollywood.
Arnoldo Varona, Editor.