THE ‘DECIMA GUAJIRA’ AND “EL PUNTO”: HISTORY OF THE CUBAN MUSIC.
The ‘Cucalambeana Event’ emerged in 1966 to pay tribute to the greatest exponent of the bucolic poetry of Cuba Juan Cristobal Napoles Fajardo, El Cucalambé.
In its usual venue of The Ruins of ‘Cornito’ where Juan Cristobal Napoles Fajardo (Cucalambé) lived in the nineteenth century, ‘in the Catauro de la Decima’, amateur and professional artists from various provinces of Cuba liven shows and galas peasant dances during the main activities and the festival of improvised verse in Cuba are among its attractions repentistas meetings and peasant dances, contests repentismo Justo Vega, and glosses About Point. This year especially dedicated to Juan Cristobal Napoles Fajardo, El Cucalambé and poetry of Samuel Feijoo.
OUR MUSIC GUAJIRA.
For some it is, essentially, the call point, the singers improvising certain areas of the Cuban countryside with several tunes with the tenth sing.
The point is a manifestation of our popular music very close to the purely Spanish.
At the end of the War of Independence and the creation of the republic as such, our country received very hard, strong migration from poorer regions of Spain. Canaries, Galicia, Asturias, came in great waves.
Canaries especially connoisseurs of snuff culture, populated areas of the Cuban countryside: land of Vueltabajo and elsewhere in the Midwest-Tunas de Zaza, Manicaragua Cabaiguán-in which were devoted to tobacco farming.
Of course, in the Canary Islands and other Spanish regions existed rich musical traditions of folk and traditional, which were passed down orally from father to son.
The tenth is a cultured stanza: several Spanish poets used in various structures, but the musician and poet Vicente Espinel rondeño who establishes its final form, with which it is known in the world today.
In Spain, spinel, intricate Baroque stanza is always cultured and worship is their performance. In his new Art comedies, Lope says: “tenths are good for complaints”. And there are, as irrefutable example, complaints Segismundo monologue, written in tenths of Life is a Dream by Calderon de la Barca.
Slightly tenth was used in Spain in popular works. It is the tenth learned when brought to America, and thus uses the first great writer of this continent will Asbaje Mexican Joan of Sor Juana Ines de la Cruz.
It is very difficult to explain why it is complex stanza, the “quatrain of ten verses” of the Spanish Baroque, becomes in parts of America, a popular verse, even preferred for improvisation.
ITS BIRTH IN CUBA.
In Cuba, the tenth is established from the early nineteenth century. It is the poet Francisco Pobeda and Armenteros, known as the Cuban troubadour that first used as an instrument of Creole poetry. But Juan Cristobal Napoles Fajardo, El Cucalambé, who set as stanza of peasant poetry. The tenth Cucalambeana combines print and almost melts the Cuban peasant with the natural environment of the island’s improvisers called “Cuban point” have their undeniable master of the prickly poet among us became popular and even folklore instrument the cultured baroque tenth Vicente Espinel was established in Spain.
The Cuban point has several tunes with the tenths are sung. Perhaps most importantly it is not the music that is sung stanza because, indeed, the tunes are repeated and the real innovation is in the text accompanying the tenth to the tune. Surely by this point the singers were not named, but poets, because it is usual that the tenth is improvised and therefore work who sing.
It is perhaps for this reason that no country music is usually recorded. The need to preserve not be in the originality of the tunes, which are not original, but the improvisational talent of the poet, and in his capacity to take full advantage of its status as singer.
The tune of the peasant point has at least two modes sung: the fixed point, in which the poet sings his tenth strictly follow weather patterns and measure the accompaniment of strings imposed, and the free point in the to the tune almost independent escort. They can hold either by region. In the field habanero (what are now the provinces of Artemisa and Mayabeque), for example, dominates the free point.
Because our country music also differs by region, because each of them has their favorite tunes: Pinar del Rio is a point one Spiritus, one of Camagüey. There are specific tunes, such as call tune in which Carvajal was a teacher, poet disappeared Cienfuegos, Luis Gómez.
In the South East, the provinces of Granma, Santiago de Cuba and Guantanamo, the most mestizo of Cuba, virtually no peasant point.
The black and mulatto Cubans can sing about, with typical tunes that point you used, but preferably not sing those tunes, but prefer to build better than Punto Guajiro, sones montunos. And they can use tenths in that genre which become visible African musical roots.
And so I end my brief summary today by the ever eternal and nationally popular, music and Punto Guajiro and national commitment rooted in the core of the Cuban national culture.
CUBARTE / Guillermo Rodriguez / Various / Excerpts / InternetPhotos.
The Cuban History, Hollywood.
Arnoldo Varona, Editor
LA ‘DÉCIMA GUAJIRA’ Y ‘EL PUNTO’: HISTORIA DE LA MÚSICA CUBANA.
La Jornada Cucalambeana surgió en 1966 para rendirle tributo al mayor exponente de la poesía bucólica de Cuba, Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, El Cucalambé.
En su sede habitual las Ruinas de El Cornito, donde Juan Cristóbal Nápoles Fajardo (El Cucalambé) vivió en el siglo XIX, en ‘el Catauro de la Décima’, artistas aficionados y profesionales de varias provincias de Cuba amenizan los espectáculos y las galas de las danzas campesinas, durante las principales actividades y la mayor fiesta del verso improvisado en Cuba se incluyen entre sus atracciones encuentros de repentistas y danzas campesinas, los concursos de repentismo Justo Vega, y el de glosas Alrededor del Punto. Este año dedicado especialmente a Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, El Cucalambé y a la poesía de Samuel Feijoo.
DE NUESTRA MÚSICA GUAJIRA.
Para algunos es, esencialmente, el llamado punto, la improvisación de los cantadores de ciertas zonas del campo cubano con las diversas tonadas con las que se cantan la décima.
El punto es una manifestación de nuestra música popular muy cerca de lo puramente hispánico.
Al termino de la guerra de Independencia y la creación de la república como tal, nuestro país recibió muy intensamente, fuertes migraciones de las regiones más pobres de España. Canarios, gallegos, asturianos, llegaron en grandes oleadas.
Los canarios en especial, grandes conocedores del cultivo del tabaco, poblaron zonas del campo cubano: las tierras de la Vueltabajo y otras regiones del centro del país ―Tunas de Zaza, Manicaragua, Cabaiguán― en las que se dedicaron a la agricultura tabacalera.
Por supuesto que en las Islas Canarias y otras regiones española existían ricas tradiciones musicales de carácter folclórico y tradicional, que iban pasado oralmente de padres a hijos.
La décima es una estrofa culta: varios poetas españoles la usaron en diversas estructuras, pero es el músico y poeta rondeño Vicente Espinel quien establece su forma definitiva, con la que se le conoce hoy en el mundo.
En España, la espinela, compleja estrofa barroca, es siempre culta y culto es su desempeño. En su Arte nuevo de hacer comedias, Lope afirma: “las décimas son buenas para quejas”. Y ahí están, como ejemplo irrebatible, las quejas del monólogo de Segismundo, escritas en décimas, de La vida es sueño, de Calderón de la Barca.
Muy poco se usó la décima en España en obras populares,. Es culta la décima cuando es traída a América, y así la usa la primera gran escritora de este continente: le mexicana Juana de Asbaje, sor Juana Inés de la Cruz.
Es muy difícil explicarse por qué está compleja estrofa, la “redondilla de diez versos” del barroco español, deviene en ciertas zonas de América, una estrofa popular, preferida incluso para la improvisación.
SU NACIMIENTO EN CUBA.
En Cuba, la décima se establece desde inicios del siglo XIX. Es el poeta Francisco Pobeda y Armenteros, conocido como El trovador cubano el que la usa por primera vez como instrumento de la poesía criollista. Pero es Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, El Cucalambé, quien la fija como estrofa de la poesía campesina. La décima cucalambeana combina y casi funde la estampa del guajiro cubano con el entorno natural de la Isla. Los improvisadores del llamado “punto cubano” tienen su innegable maestro en el poeta tunero que, entre nosotros, convirtió en popular y hasta en instrumento del folclore a la culta décima barroca que Vicente Espinel había establecido en España.
El punto cubano tiene diversas tonadas con las que se cantan las décimas. Acaso lo más importante en él no sea la música con la que se canta la estrofa porque, en verdad, las tonadas se repiten y la verdadera novedad está en el texto de la décima que se acompaña con la tonada. Seguramente por ello a los cantadores del punto no se les llama así, sino poetas, porque lo habitual es que la décima sea improvisada y por ello, obra de quien la cante.
Es quizá por ello que no se grabe habitualmente la música campesina. La necesidad de preservarla no estaría en la originalidad de las tonadas ―que no son originales― sino en el talento improvisador del poeta, y en su calidad para sacar el máximo partido a su condición de cantador.
La tonada del punto campesino tiene al menos dos modos de cantarse: el punto fijo, en la que el poeta que canta su décima sigue estrictamente los patrones de tiempo y compás que el acompañamiento de las cuerdas le impone, y el punto libre, en el que la tonada casi se independiza del acompañamiento. Pueden afianzarse uno y otro por regiones. En el campo habanero (lo que hoy son las provincias de Artemisa y Mayabeque), por ejemplo, domina el punto libre.
Porque también nuestra música campesina se distingue por regiones, porque cada una de ellas tiene sus tonadas preferidas: hay un punto pinareño, uno espirituano, uno camagüeyano. Existen tonadas específicas, como la llamada tonada Carvajal en la que era un maestro, el ya desaparecido poeta cienfueguero, Luis Gómez.
En el Oriente sur, las actuales provincias de Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo, las más mestizas de Cuba, prácticamente no hay punto guajiro.
El negro y el mulato cubanos pueden cantar punto, con las típicas tonadas que el punto usa, pero preferentemente no cantan esas tonadas, sino que prefieren construir, mejor que punto guajiro, sones montunos. Y pueden usar las décimas en ese género donde se hacen visibles las raíces musicales africanas.
Y asi termino por hoy mi somero resumen del siempre eterno y nacionalmente popular , la música y el punto guajiro y su compromiso nacional enraizada en la médula de la cultura nacional cubana.
CUBARTE/Guillermo Rodríguez/Various/Excerpts/InternetPhotos.
The Cuban History, Hollywood.
Arnoldo Varona, Editor.