MEMORIES OF “EL PASEO DEL PRADO”, LA HAVANA. (2).
El Paseo del Prado structure has remained unchanged over the years. But its center was dirt; He was not paved, although it looked shady trees at the edges.
During the first US military occupation (1899-1902) it introduced some improvements to the Prado and poplars were planted. Under President Zayas (1921-1925) pines were planted.
After 1925, when he takes office as President General Gerardo Machado, minister of Public Works, Carlos Miguel de Céspedes, is determined to make a modern city Havana. To do bring Cuba to JCN Forestier, head of gardens, promenades and parks of Paris, in order to make appropriate recommendations. Havana then reached the Maceo Park and the University. Although Vedado grew and new deals are settled in the west of the city.
Carlos Miguel built the Capitol. He traced the Avenida de las Misiones. He designed the Plaza de la Fraternidad on the old Champ de Mars. He designed the Hotel Nacional de Cuba. And, among other works, he remodeled the Paseo del Prado.
He worked there with extraordinary speed. To the extent that old Havana remembered one night slept with the image of pines Prado and the next day, had disappeared to make room for the laurels, brought from the La Colonel, they were planted and grown.
The central promenade is then paved with a beautiful terrazzo floor. Space stone benches and marble was provided. Artistic lamps supplied the place excellent lighting. And cups and brackets were placed in profusion. The famous lions, eight in total were also emplaced. They took as a sign the original piece that Carlos Miguel had acquired in London in 1920. They bred and melted bronze in large workshops and Ucelay Gaubeca, Rule.
During the last decades of the nineteenth and early twentieth centuries, the wealthy classes built their mansions in the Paseo del Prado. When they left to settle in the Vedado and new deals West (Country Club, The Colonel, Kholy …) came an invasion of luxury shops, devoted essentially to tourism, followed by another in offices, hotels, cafes …
CiroBianchiRoss / Juv.RebeldeLecturas / Internetphotos / TheCubanHistory.com
The Cuban History, Hollywood.
Arnoldo Varona, Editor.
RECUERDOS DE UNA ÉPOCA: “El Paseo del Prado”. (2).
La estructura del Prado ha permanecido inalterable a través de los años. Pero su parte central era de tierra; no estaba pavimentada, aunque sí lucía árboles frondosos en sus bordes.
Durante la primera ocupación militar norteamericana (1899-1902) se le introdujeron algunas mejoras al Prado y se sembraron álamos. En tiempos del presidente Zayas (1921-25) se sembraron pinos.
Después de 1925, cuando toma posesión de la presidencia el general Gerardo Machado, su ministro de Obras Públicas, Carlos Miguel de Céspedes, se empeña en hacer de La Habana una ciudad moderna. Para ello trae a Cuba a J. C. N. Forestier, jefe de jardines, paseos y parques de París, a fin de que haga las recomendaciones pertinentes. La Habana de entonces llegaba hasta el parque Maceo y la Universidad. Aunque ya el Vedado crecía y nuevos repartos se asentaban en el oeste de la urbe.
Carlos Miguel construyó el Capitolio. Trazó la Avenida de las Misiones. Diseñó la Plaza de la Fraternidad sobre el viejo Campo de Marte. Proyectó el Hotel Nacional de Cuba. Y, entre otras obras, remodeló el Paseo del Prado.
Se trabajó allí con una celeridad extraordinaria. Al punto que viejos habaneros recordaban que una noche se acostaron con la imagen de los pinos del Prado y, al día siguiente, habían desaparecido para dejar espacio a los laureles que, traídos de la finca La Coronela, se sembraron ya crecidos.
El paseo central se pavimentó entonces con un bello piso de terrazo. Se dotó el espacio de bancos de piedra y mármol. Las farolas artísticas suministraban al lugar una iluminación excelente. Y se colocaron copas y ménsulas en profusión. Se emplazaron asimismo los célebres leones, ocho en total. Tomaron como muestra la pieza original que Carlos Miguel había adquirido en Londres, en 1920. Se reprodujeron y fundieron en bronce en los grandes talleres de Gaubeca y Ucelay, en Regla.
Durante las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del XX, las clases pudientes construyeron sus mansiones en el Paseo del Prado. Cuando las abandonaron para asentarse en el Vedado y en los nuevos repartos del oeste (Country Club, La Coronela, Kholy…) sobrevino una invasión de comercios de lujo, dedicados en lo fundamental al turismo, seguida de otra de oficinas, hoteles, cafés…
CiroBianchiRoss/Juv.RebeldeLecturas/Internetphotos/TheCubanHistory.com
The Cuban History, Hollywood.
Arnoldo Varona, Editor.