CUBA GETS CLOSER TO “THE DAY ZERO” WITH THE ELIMINATION OF THE DOUBLE CURRENCY.
The Cuban government established in October 2013 a “road map” to eliminate the double currency, but the “zero day” to implement monetary unification, has not yet reached and continues to create uncertainty, especially among investors.
Monetary unification, to eliminate the double currency in place since 1993, is today one of the unfulfilled promises of the government of Raul Castro and ranks as one of the main challenges for the rebound in the depressed economy on the island.
Until 1993, only circulated the Cuban peso (CUP), the national currency with which the state pays salaries and basic services charges, and Cubans use it for shopping in outdoor markets.
In 1994, to compensate for the fall of the Soviet Union, the Cuban authorities issued the “convertible” peso (CUC, with parity to the dollar), which currently amounts to 24 pesos and serves for the purchase of imported goods, such as gasoline, or to purchase services in stores and restaurants in the tourist sector.
Foreigners usually pay almost everything in CUC.
Cuban authorities christened the “zero day” the long-awaited day when the dual currency be removed standing-leaving only the Cuban peso, which, according to the initial period of three years, is expected to have occurred in January.
Double dual currency and exchange rate.
In an interview with this newspaper, Paulo Spadoni, expert on Cuba and professor of Political Science at Augusta University, explained that the problem is not so much to circulate the dual currency but the existence of an exchange rate for the Cuban foot and another for business.
“The main issue is the exchange unit; there are only two currencies in circulation but also different exchange rates, one for the population in the Exchange (CADECAS) and one for the business sector, “Spadoni, author of a book that examines the challenges of the socialist economy said Cuba.
As the system for the business sector operates both the convertible peso parity with the dollar, as the Cuban peso, they have an exchange rate of one by one for official transactions. In addition, since 2011, a rate of exchange for CUC for 10 CUP, mainly for the purchase of agricultural products to the tourism sector is allowed.
However, for ordinary Cubans, the exchange rate is 24 or 25 pesos for one CUC.
“It’s very complicated and not just to remove a coin. Is a need for a single exchange rate for one simple reason: in the business sector, the convertible peso is not really convertible, has parity with the dollar, “Spadoni said.
To complicate matters, companies in Cuba may have some operations in convertible pesos and others in regular pesos and ultimately difficult to measure its profitability.
“When you can not measure profitability, costs more policies to improve the efficiency of the company,” said Spadoni, by emphasizing the urgency of continuing the reforms in the sector of state enterprises to improve productivity.
Although both currencies are accepted in many businesses, this newspaper was recently able to confirm the confusion soup of acronyms and coins creates among tourists, money in hand, venture through the streets of Old Havana looking for bargains.
Due to a reduction of wages and pensions, compared to 1989 levels, Cubans are increasingly dependent on remittances, tipping the tourism sector, and activities on the black market.
But monetary unification itself will not necessarily increase the purchasing power of the Cuban which already faced wages that do not and rising prices, so that measures will be required to promote economic productivity and business efficiency.
Apart from the monetary reform, the phones do not stop ringing on airlines and travel agencies preparing for more trips to Cuba from this summer, while US firms anticipate more business on the island.
While it is expected that retail prices remain unchanged in the state sector, the effect it will have “zero day” and eventual monetary union in the private sector is unknown. What is clear is that investors see the exchange duality as an obstacle to doing business on the island.
Agencies / El Diario, NY / Maria Peña / Internet Photos / TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.
Arnoldo Varona, Editor.
CUBA SE ACERCA AL “EL DÍA CERO” DE LA ELIMINACIÓN DE LA DOBLE MONEDA.
El gobierno cubano estableció en octubre de 2013 una “hoja de ruta” para eliminar la doble moneda, pero el “día cero” para implementar la unificación monetaria, aún no llega y sigue generando incertidumbre, sobre todo entre los inversionistas.
La unificación monetaria, para eliminar la doble moneda en pie desde 1993, es hoy una de las promesas incumplidas del gobierno de Raúl Castro y figura como uno de los principales desafíos para el repunte de la deprimida economía en la isla.
Hasta antes de 1993, sólo circulaba el peso cubano (CUP), la moneda nacional con la que el Estado paga los salarios y cobra los servicios básicos, y los cubanos lo usan para compras en los mercados al aire libre.
En 1994, para compensar por la caída de la Unión Soviética, las autoridades cubanas emitieron el peso “convertible” (CUC, con paridad al dólar), que en la actualidad equivale a 24 pesos y sirve para la compra de bienes importados, como la gasolina, o para adquirir servicios en las tiendas y restaurantes en el sector turístico.
Los extranjeros, por lo general, pagan casi todo en CUC.
Las autoridades cubanas bautizaron como el “día cero” el ansiado día en que se eliminará la dualidad monetaria –dejando en pie únicamente el peso cubano-, algo que, según el plazo inicial de tres años, previsiblemente debió ocurrir en enero pasado.
Doble moneda y doble tasa de cambio.
En entrevista con este diario, Paulo Spadoni, experto en temas de Cuba y profesor de Ciencias Políticas de Augusta University, explicó que el problema no es tanto que circule la doble moneda sino la existencia de una tasa de cambio para el cubano de a pie y otra para las empresas.
“El asunto principal es la unidad cambiaria; no solo hay dos monedas en circulación sino también distintas tasas de cambio, una para la población en las Casas de Cambio (CADECAs) y otra para el sector empresarial”, señaló Spadoni, autor de un libro que examina los retos de la economía socialista en Cuba.
Tal como funciona el sistema, para el sector empresarial tanto el peso convertible, con paridad al dólar, como el peso cubano, tienen una tasa de cambio de uno por uno para transacciones oficiales. Además, desde 2011, se permite una tasa de cambio de un CUC por 10 CUP, principalmente para la compraventa de productos agrícolas para el sector turístico.
Sin embargo, para el cubano de a pie, la tasa de cambio es de 24 ó 25 pesos por un CUC.
“Es algo muy complicado y no se trata sólo de eliminar una moneda. Es necesario lograr una unificación cambiaria por una razón sencilla: en el sector empresarial, el peso convertible en realidad no es convertible, tiene paridad con el dólar”, dijo Spadoni.
Para complicar más las cosas, las empresas en Cuba pueden tener algunas operaciones en pesos convertibles y otras en pesos regulares y, al final, resulta difícil medir su rentabilidad económica.
“Cuando no puedes medir su rentabilidad, cuesta más adoptar políticas para mejorar la eficiencia de esa empresa”, observó Spadoni, al enfatizar la urgencia de continuar las reformas en el sector de las empresas estatales, para mejorar la productividad.
Aunque ambas monedas se aceptan en muchos negocios, este diario pudo constatar recientemente la confusión que la sopa de siglas y monedas crea entre los turistas que, dinero en mano, se aventuran por las calles de La Habana Vieja en busca de gangas.
Debido a una reducción de los salarios y pensiones, respecto a los niveles de 1989, los cubanos dependen cada vez más de las remesas, las propinas del sector de turismo, y actividades en el mercado negro.
Pero la unificación monetaria en sí no necesariamente aumentará el poder de compra de los cubanos –que ya afrontan salarios que no alcanzan y alza de precios, por lo que se requerirán medidas para fomentar la productividad económica y la eficiencia empresarial.
Al margen de la reforma monetaria, los teléfonos no dejan de sonar en las aerolíneas y agencias de viaje que se preparan para más viajes a Cuba a partir de este verano, mientras las empresas estadounidenses anticipan más negocios en la isla.
Aunque se prevé que los precios minoristas quedarán sin cambio en el sector estatal, se desconoce el efecto que tendrá el “día cero” y la eventual unificación monetaria en el sector privado. Lo que está claro es que los inversionistas ven la dualidad cambiaria como una traba para hacer negocios en la isla.
Agencies/El Diario, NY/ Maria Peña/ Internet Photos/TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.
Arnoldo Varona, Editor.