COCKFIGHTING in CUBA: INVINCIBLE TRADITION.
To Cockfighting ban was a blow to fans of this Cuban tradition. However, for more than half a century the peasantry has found their own spaces to not be stealing their favorite show.
If something should be clear for any Government is that traditions are bought or sold, as they are not censored, pursued or manipulated to alter its essence.
Life has proven to be intransigent to these absurd and, as a boomerang of bad luck, never takes on imposing a strain of nationalism above Governments and mandates.
https://youtu.be/9_9mRZRcADg
In this sense Cuba has not run the best of luck. Trapped in constant bans since the revolutionary triumph as coercive measures against gambling and corruption, authorities came to confine more than one tradition to cripples clandestine performances, of which few managed to survive on the fringes of the law.
The fine Cockfighting is a clear example of the survival time. Emerged a couple of centuries ago and banned for most of the last decades, the passion for this traditional spectacle, far from losing, has motivated to complete generations.
According to Jorge Felix, his motivation is inherited from his father, who followed in the footsteps of his grandfather Stephen from very small. However, to him, a graduate of Economics at the University of Havana and become successful in the private sector businessman, nothing makes him happier than that their cocks turn out to be a winning pup.
Regarding his participation in the illegal billboards not it abounded in details, but said that despite being a member of the “Club Vallistico Arcona”, a State enclosure built on the outskirts of the capital for this activity after many years of prohibition, illegal billboards are still their favorite.
“The problem is that we are too many galleros for so little space. Only some provinces have an official fence, and without transport it is difficult to move to the roosters. Believe it or not, a bad move can stress them and they don’t fight. That is why people prefer clandestine fences, which are local”.
To the West of the country, in Pinar del Río, Javier Struch is judge of a fence that is very popular in the area. But in addition to intervene in fights, it imposes its own rules for the Group of participants. His security team is responsible for maintaining order, and one who causes commotion or don’t pay a bet, in addition to receiving an authorized beating, never puts a foot inside a fence.
https://youtu.be/txdFlnV4VQc
Perhaps this is not the best method, but according to its experience worldwide respect that space. He even said that, as a good sign, this last year the police has been permissive with the operation of your fence.
The space has also served to make the self-employment to grow gradually. Increasingly vendors and there are up to parqueadores and makeshift bathrooms.
I think that the Government should expand these experiences into nationwide.
Passivity is still a serious problem for our country. Hence, they rob us initiatives and forbidden follow latent in the most sensitive layers of our society.
ElToque/Carlos A.perez/Internet Photos/YouTube/Excerpts/Arnoldo Varona/TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.
PELEAS DE GALLOS EN CUBA: TRADICIÓN INVENCIBLE.
Prohibir las peleas de gallos fue un golpe a los aficionados a esta tradición cubana. Sin embargo, durante más de medio siglo el campesinado ha encontrado sus propios espacios para no dejarse robar su espectáculo favorito.
Si algo debiera quedar claro para cualquier gobierno es que las tradiciones ni se compran ni se venden, como tampoco se censuran, persiguen o manipulan para alterar su esencia.
La vida ha demostrado ser intransigente ante estos absurdos y, como boomerang de mala suerte, nunca tarda en imponer la estirpe de nacionalismo por encima de gobiernos y mandatos.
En este sentido Cuba tampoco ha corrido la mejor de las suertes. Atrapada en constantes prohibiciones desde el triunfo revolucionario como medidas coercitivas ante el juego y la corrupción, las autoridades llegaron a recluir más de una tradición a tullidos espectáculos clandestinos, de las cuales pocas lograron sobrevivir al margen de la ley.
Las peleas de gallos finos son un claro ejemplo de supervivencia en el tiempo. Surgidas hace un par de siglos y prohibidas durante la mayor parte de las últimas décadas, la pasión por este tradicional espectáculo, lejos de perderse, ha motivado a generaciones completas.
https://youtu.be/YmB8z9XoUog
Según Jorge Félix, su motivación es heredada de su padre, quien desde muy pequeño siguió los pasos de su abuelo Esteban. Sin embargo, a él, graduado de Economía en la Universidad de La Habana y devenido empresario de éxito en el sector privado, nada le hace más feliz que el que sus gallos resulten ser una cría ganadora.
Sobre su participación en las vallas ilegales no abundó en detalles, pero aseguró que a pesar de ser miembro del “Club Vallístico Arcona”, un recinto estatal construido a las afueras de la capital para esta actividad tras muchos años de prohibición, las vallas ilegales siguen siendo sus favoritas.
“El problema es que somos demasiados galleros para tan poco espacio. Solo algunas provincias tienen una valla oficial, y sin transporte es difícil trasladar a los gallos. Aunque no lo creas, un mal traslado los puede estresar y no pelean. Por eso la gente prefiere las vallas clandestinas, que son locales”.
Al occidente del país, en Pinar del Río, Javier Struch es juez de una valla muy popular en la zona. Pero además de intervenir en las peleas, impone sus propias reglas para el grupo de participantes. Su equipo de seguridad se encarga de mantener el orden, y aquél que cause alboroto o no pague una apuesta, además de recibir una paliza autorizada, jamás pone un pie dentro de una valla.
https://youtu.be/9aWwTMdArls
Quizás no sea éste el mejor de los métodos, pero según su experiencia todo el mundo respeta ese espacio. Incluso aseguró que, como buena señal, en este último año la policía ha sido permisiva con el funcionamiento de su valla.
El espacio también ha servido para que el cuentapropismo prolifere de manera gradual. Cada vez son más los vendedores ambulantes y hasta existen parqueadores y baños improvisados.
Creo que el Gobierno debería expandir estas experiencias hacia todo el país.
La pasividad sigue siendo un grave problema para nuestro país. De ahí que nos roben iniciativas y lo prohibido siga latente en las capas más sensibles de nuestra sociedad.
ElToque/Carlos A.Pérez/Internet Photos/YouTube/Excerpts/Arnoldo Varona/TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.