CUBAN GOVERNMENT TAKES A NEW STEP TO LIBERALIZE THE ECONOMY.
Cuba legalize small and medium-sized enterprises, according to a programmatic document of the Communist Party which has gone on sale this Tuesday in the island press jobs.
The tabloid shows are allowed “small businesses made by the worker and his family” and “private medium, small and micro scale”. The text has its origin in the debates of the Congress of the Communist Party April. In the absence of specific details and application deadlines, the news is a substantial step in which process of economic liberalization on the Socialist island.
Even though the language of socialism claim prevailed out during the Congress, the main internal issue that was aired was the opening of the model: how, at what speed, costs for the maintenance of the status quo of the Socialist one-party regime. The conclusions of the conclave not loomed to the public until the publication of this document, which emphasizes the direction, moroso and still gripped by internal contradictions, promotion of the private market.
The text expressed “the need for mobilizing non-State resources (…) “for the recovery of production and services and for the modernization of the infrastructure and the productive plantel, essential for development”. “The recognition of non-State forms of ownership and management”, can be read, “contributes to the liberation of productive forces”.
The development of the private sector has been the main commitment of President Raúl Castro since he took power in 2008, opening small gaps slowly to the “self-employment”, as defined so far in Cuba to ordinary businesses. The island currently has half a million self-employed. Some, e.g. owners of restaurants and hostels, already are entrepreneurs de facto employees, but their businesses are not recognized legally as companies.
The purpose of this taboo could facilitate the development of the private sector, locked by the bureaucracy and without a network of wholesale market that pump its activity, and channel into the public its fiscal anarchy as well as drain excess public employees.
To date the Cubans with their own business, who do not have permission to import, are forced to find its products in stores and markets State, on the black market or, in the case of those who have more resources, with a network of suppliers by air: people bringing them the material in their suitcases from other countries.
A harmful effect of the situation is that the demand for business causes more shortages and a rise of prices on the national market, where ordinary Cubans made their purchases. Next legalization of small and medium-sized enterprises, unthinkable before the diplomatic thaw with United States in 2014, opening the door to the rationalization of the market private in Cuba.
Agencies / El País, Spain / Pablo de Llano/Internet Photos/Arnoldo Varona/TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.
GOBIERNO CUBANO DA UN NUEVO PASO PARA LIBERALIZAR LA ECONOMÍA.
Cuba legalizará las pequeñas y medianas empresas, según un documento programático del Partido Comunista que ha salido a la venta este martes en los puestos de prensa de la isla.
En el tabloide se indica que se admitirán “pequeños negocios realizados por el trabajador y su familia” y “empresas privadas de mediana, pequeña y micro escala”. El texto tiene su origen en los debates del congreso de abril del Partido Comunista. A falta de detalles concretos y plazos de aplicación, la noticia supone un paso sustancial en el constreñido proceso de liberalización económica de la isla socialista.
Si bien durante el congreso primó hacia afuera el lenguaje de reivindicación del socialismo, la principal cuestión interna que se ventiló fue la apertura del modelo: cómo, a qué velocidad, a qué costes para el mantenimiento del statu quo del régimen socialista de partido único. Las conclusiones del cónclave no asomaron a la opinión pública hasta la publicación de este documento, que remarca el rumbo, aún moroso y atenazado por contradicciones internas, de promoción del mercado privado.
En el texto se expresa “la necesidad de movilizar recursos no estatales (…) para la recuperación de la producción y los servicios y para la modernización de la infraestructura y del plantel productivo, imprescindibles para el desarrollo”. “El reconocimiento de las formas no estatales de propiedad y gestión”, se puede leer, “contribuye a la liberación de las fuerzas productivas”.
El desarrollo de la iniciativa privada ha sido la principal apuesta del presidente Raúl Castro desde que asumió el poder en 2008, abriendo pequenas brechas lentamente al “trabajo por cuenta propia”, como se define hasta la fecha en Cuba al empresariado común y corriente. Actualmente en la isla hay medio millón de cuentapropistas. Algunos, por ejemplo propietarios de restaurantes y de hostales, ya son empresarios de facto con empleados, pero sus negocios no son reconocidos jurídicamente como empresas.
El fin de este tabú podría facilitar el desarrollo del sector privado, trabado por la burocracia y sin una red de mercado mayorista que bombee su actividad, y encauzar hacia lo público su anarquía fiscal, así como desaguar el exceso de empleados públicos.
Hasta la fecha los cubanos con negocio propio, que no tienen permiso para importar, se ven obligados a encontrar sus productos en las tiendas y mercados estatales, en el mercado negro o, en el caso de los que tienen más recursos, con una red de surtidores vía aérea: gente que les trae el material en sus maletas desde otros países.
Un efecto dañino de la situación es que la demanda de los negocios provoca más carestía y un subida de precios en el mercado estatal, donde hace sus compras el común de los cubanos. La próxima legalización de las pequeñas y medianas empresas, impensable antes del deshielo diplomático con Estados Unidos en 2014, abre la puerta a la racionalización del mercado privado en Cuba.
Agencies/El País, Spain/ Pablo de Llano/Internet Photos/Arnoldo Varona/TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.