LA “MARAVILLOSA” HABANA. COMENTAN LOS HABANEROS.
Por María Matienzo Puerto, La Habana, Cuba.
La Habana recibirá el martes la placa de Ciudad Maravilla mientras sus habitantes se preguntan por qué. ¿Será por su gente? ¿Será por su arquitectura? ¿Será por las ruinas? Son los comentarios más frecuentes y, por lo general, van acompañados de un chasquido de lengua o una mueca de burla.
La categoría es resultado de un concurso de la fundación suiza New7Wonders, que entrega la placa. La Habana fue elegida en 2014, junto a La Paz (Bolivia), Beirut (Líbano), Doha (Katar), Durban (Sudáfrica), Kuala Lumpur (Malasia) y Vigan (Filipinas).
(Pero dejemos comentar a los habitantes de la ciudad):
“Lo peor que tiene esta ciudad es la cantidad de gente que prefiere morderse la lengua antes que meterse en problemas”, dice Alicia, dolida por la peste y la gritería que no salen en las fotos.
“Las ves muy finas, muy pintadas y tiran, como si fueran camioneros, las latas y los papeles al piso. Si no hay cesto, métete la basura en la cartera como hago yo”, añade refiriéndose a las mujeres habaneras, pero el comportamiento caracteriza a los hombres también. “El culpable es el Gobierno, pero la gente contribuye”.
“¿Normas de urbanidad? ¿Cómo se escribe eso? ¿Se comen?”, pregunta Manuel, que ha vivido siempre en Lawton, pero trabaja en La Habana Vieja. “Supongo que seamos una ciudad maravilla por lo ecléctico de la arquitectura”.
“Lo maravilloso de esta ciudad son las mujeres”, comenta un carpintero de la calle Galiano, aprovechando para piropear a una muchacha que pasa por su lado. Pero rápidamente cambia a la crítica: “La verdad es que si es maravillosa esta ciudad que está toda rota y sucia, no me imagino cómo debe ser una que no es maravillosa”.
Por suerte “la gente no ha perdido aún la necesidad de ayudar a los demás —dice— aunque, ya sabes, es más la necesidad de ayudarte si eres extranjero o estás lindo”.
No obstante, recuerda que hace unos días hubo un fuego en la esquina de Ánimas y todos querían entrar a socorrer a los vecinos.
“En el Canal Habana salen artistas diciendo lo orgullosos que están de la ciudad, y yo los miro con un poco de asco”, dice Yosvany quien se presenta como el poeta de su barrio, aunque está vestido de albañil. “Tienen la oportunidad de criticar y no la usan. Yo también me siento orgulloso de ser habanero, pero coño, a veces tengo que concentrarme para lograrlo”.
“Entre la gente, que se ha vuelto un poco miserable, los baches, los fumigadores, la falta de agua, el calor, los mendigos, los policías, el hambre, tengo la sensación que todo lo bueno se ha ido o está por llegar, ¿quién sabe?”.
Un trabajador de ETECSA se pregunta cómo puede ser maravillosa una ciudad en la cual la basura se acumula en las esquinas diariamente, y en eso coincide con Marta quien ha viajado desde Estados Unidos después de diez años de ausencia.
“Me dijeron que las cosas habían cambiado y tenían razón, cada día a la gente le preocupa menos echar la basura en cualquier lugar y a cualquier hora como si fuera parte del ornato público”.
El trabajador de ETECSA lleva más de una semana trabajando en la misma esquina y ha visto, dice, una regularidad: “La gente tira de los balcones la jaba llena de basura con la esperanza de que caiga lejos de su casa, pero no necesariamente en el contenedor. Después vienen los buzos, que en su mayoría están locos, y rompen las jabas buscando lo mismo comida, botellas, latas que algo para vender. Y, por último, los perros callejeros, que terminan de regar la basura. A veces coinciden todos”,
Daniel, un centro habanero de “pura sepa”, cuenta que hace unos días pasó del piropo al regaño con una muchacha “hermosísima, pero ‘suscita'”.
“Pasó, tiró la lata de refresco en la esquina y, cuando se lo dije con amor, me respondió: ‘Yo la tiro donde quiera si, total, esta ciudad está en candela’. Mira, me indigné”, relató.
Daniel, al igual que otros, consideran que si la ciudad está sucia también se debe a la indolencia de los cubanos que emigran de provincia.
“Vas a sus provincias y todo está más que limpio, nadie se atreve a tirar un papel en el piso, lo hacen aquí porque no les duele. Y eso pasa hasta con los dirigentes, que los traen de allá y que gastan el dinero que debe invertirse en la ciudad en cualquier cosa, menos en limpiarla un poco”.
“Somos una mina de oro y no lo sabemos”, considera Hilda, cuentapropista que ha tenido la oportunidad de asistir a una feria Vintage en una ciudad cercana a Barcelona. “Aquí tenemos la materia prima, todo está viejo, pues aprovechémoslo. Vamos a revivir los 50, no porque no nos quede más remedio, sino porque fue la última etapa de esplendor que ha tenido Cuba. Lo demás ha sido pura decadencia”.
“Todos quieren venir antes de que lleguen los americanos”, dice otra cuentapropista de La Habana Vieja, que vende libros y objetos viejos. “Es cómo venir al parque jurásico del socialismo, y me imagino que lo maravilloso está no solo en los almendrones, sino en descubrir cuál ha sido la fórmula de un grupo humano para sobrevivir después de la hecatombe revolucionaria. Somos la humanidad después de la apocalipsis o de la tercera guerra mundial”.
Se ríe porque cree que con lo que dice se puede hacer una novela de ciencia ficción. “Es en esencia lo que es esta ciudad: una fábula. Un lugar donde aún se llenan fosforeras como si no fueran objetos desechables, o se reparan espejuelos en una mesita hecha de cartón con un cartel escrito a mano. En pleno siglo XXI, tiene que causar curiosidad”.
Luis quiso fundar en algún momento, junto a su primo residente en Islandia, una agencia de turismo de la decadencia. Adriana está segura de que La Habana se está convirtiendo en un parque temático. Samuel piensa que no hay mejor lugar para disfrutar de lo sórdido que unas ruinas y gente “espontánea, dispuesta a darlo todo a cambio de muy poco”. Ailín cree que simplemente estamos de moda, aunque la mayoría prefiera huir en cuanto se le da la oportunidad.
Los habaneros están orgullosos de su ciudad de una manera abstracta. Muy pocos logran apreciar la arquitectura que hay debajo de varias capas de polvo o el trabajo de herrería escondido por el óxido que ha provocado el salitre.
Nancy, traductora e intérprete por cuenta propia, se esfuerza por ver la belleza de la ciudad y resume lo que otros prefieren callar: “Esto es otro logro de la Revolución, que seamos capaces de no sentir nada con respecto a la ciudad o a la patria, que para el caso es lo mismo, porque Cuba es La Habana y, lo demás, áreas verdes”.
Agencies/DDC/Maria Matienzo/Excerpts/InternetPhotos/Arnoldo Varona/THeCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.
CUBA PHOTOS: Por las Calles de la Habana.
“THE WONDERFUL” HAVANA. COMMENT OF THE ‘HABANEROS’.
By Maria Matienzo Puerto, La Habana, Cuba.
Havana will receive on Tuesday the city wonder plate as residents wonder why. Could it be its people? Is it architecture? Could it be the ruins? They are the most frequent comments, and usually accompanied by a snap of language or a grimace of mockery.
The category is the result of a competition of New7Wonders Swiss Foundation, which delivers the plate. Havana was elected in 2014, next to La Paz (Bolivia), Beirut (Lebanon), Doha (Qatar), Durban (South Africa), Kuala Lumpur (Malaysia) and Vigan (Philippines).
(But let’s hear the comments of the inhabitants of the city):
“The worst thing that has this city is the amount of people who prefer to bite his tongue rather than getting into trouble,” says Alicia, grieved by the plague and the clamor that do not appear in photos.
“See them very fine, very painted and tiran, as if they were truck drivers, cans and papers to the floor. If there is no basket, get the junk in the portfolio as I do”, added referring to the Havana women, but the behavior also characterized men. “The culprit is the Government, but the people contribute.”
“Rules of civility? How to write that? Do they eat? “, asks Manuel, who has always lived in Lawton, but it works in old Havana. “I guess that we are a city wonder by the eclectic architecture”.
“The wonderful thing about this city are women,” says a Carpenter of the Galiano Street, taking advantage of to compliment a girl who passes by your side. But quickly changes to the criticism: “the truth is that if this city that is all broken and dirty is wonderful, I can’t imagine how it must be one which is not wonderful”.
Luckily “people have not lost the need to help others – he says – although, you know, need more help if you are a foreigner or you’re cute”.
However, remember that a few days ago there was a fire at the corner of Animas and everyone wanted to come to the rescue to residents.
“Havana channel out artists saying how proud that are in the city, and I look at them with a little disgust,” says Yosvany who is presented as the poet in his neighborhood, even if it is dressed in Mason. “They have the opportunity to criticize and not to use it. “I am also proud to be a habanero, but Cone, sometimes have to focus to achieve it”.
“Among the people, which has become a bit miserable, potholes, the fumigators, lack of water, heat, beggars, the policemen, the hunger, I have a feeling that everything good is gone or is coming, who knows?”.
A worker of ETECSA wondered how a city in which waste accumulates in the corners every day, and in that coincides with Marta who has traveled from the United States after ten years of absence can be wonderful.
“They told me that things had changed and were right, every day people worried less throw garbage anywhere and at any time as if it were part of the public adornment.”
ETECSA worker has been working on the same corner for more than one week and has seen, he says, a regularity: “people Strip balconies crate full of garbage in the hope that fall away from his home, but not necessarily in the container. Then come the divers, who are mostly crazy, and break the crates searching for the same food, bottles and cans that something to sell. And, finally, stray dogs, ending water waste. Sometimes match all”,
Daniel, a Havana Center of “pure knowledge”, features that a few days ago it became of the compliment to the scolding of a girl “beautiful, but ‘raises'”.
“Happened, pulled the soft drink can in the corner, and when I told him with love, replied: ‘ I the shot wherever if, overall, this city is in candela’.” Look, I indigné”, he said.
Daniel, like others, believe that if the city is dirty also is due to the indolence of the Cubans who migrate from province.
“You go to their provinces and everything is more than clean, no one dares to throw a paper on the floor, do so here because it does not hurt them. And that goes up to the leaders, who bring them there and they spend the money which should be invested in the city in any thing, less to clean it a little bit.”
“We are a gold mine, and do not know,” sees Hilda, cuentapropista who has had the opportunity of attending a Vintage fair in a town close to Barcelona. “Here we have the raw material, everything is old, then take advantage of it. We are going to revive the 50, not because we will not be obliged, but because it was the last stage of splendor has been Cuba. The rest was pure decadence”.
“Everyone wants to come until the Americans arrive,” says another cuentapropista of old Havana, which sells books and old objects. “It is how come the Jurassic Park of socialism, and I imagine that wonderful thing is not only the almond, but to discover what has been the formula of a group of people to survive after the revolutionary carnage. We are humanity after the Apocalypse or the third world war”.
He laughs because he believes that with what he says can be a science fiction novel. “It is in essence what is this city: a fable.” A place where even fill up lighters as if they weren’t disposable objects, or eyeglasses are repaired in a bedside table made of cardboard with a handwritten sign. In the 21st century, it needs to cause curiosity.”
Luis wished to found at some point, along with its cousin resident in Iceland, an agency of tourism of decadence. Adriana is sure that Havana is becoming a theme park. Samuel thinks that there is no better place to enjoy the squalid ruins and people “spontaneous, willing to give everything in Exchange for very little”. Ailin believes that we are simply fashion, though most prefer to flee when given the opportunity.
The habaneros are proud of their city in an abstract manner. Very few manage to appreciate the architecture that exist under several layers of dust or blacksmithing work hidden by rust that caused the saltpeter.
Nancy, translator and interpreter for its own account, strives to see the beauty of the city and summarizes what others prefer to remain silent: “this is another achievement of the revolution, which we will be able to not feel anything with respect to the city or the homeland, which is the same, because Cuba is Havana, and otherwise in the case “, green areas”.
Agencies/DDC/Maria Matienzo/Excerpts/InternetPhotos/Arnoldo Varona/THeCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.
