SPY IN U.S. AND AN AMERICAN FUGITIVE IN CUBA ARE CENTER OF BARGAINING.
The start of talks between the United States and Cuba on a sensitive subject such as the fight against terrorism has rekindled speculation about another possible exchange of people, where each country has a special interest.
Washington wants Cuba to return to an American who asked for political asylum on the island and who impute her for the death of a police officer, while Havana could be looking to retrieve, change, which was its most effective spy, sentenced to 25 years in prison in the United States.
Although both are American and have a very strong bond with Cuba, it is unlikely that Ana Belén Montes and Joanne Chesimard ever have crossed. Their targets, however, may be intimately intertwined. The first meets 25 years imprisonment in a maximum security prison American, accused of having spied for Havana during more than three decades. Chesimard walks free by Cuba after fleeing at the end of the 1970s from a U.S. prison where he was serving a life sentence for killing a police officer. The lives of both could bring a turnaround soon.
Since the beginning of the normalization of relations between the U.S. and Cuba, Washington has insisted that Chesimard, who now calls herself Assata Shakur, to be deported to fulfilled her sentence. So far, the Cuban Government has alleged that the former Black Panther, who always denied the allegations made, enjoys political asylum and that her return is not on the negotiating table. But the home, last week, of the first bilateral anti-terrorism talks – Chesimard became 2013 the first woman on the list of most wanted terrorists by the FBI – triggered speculation about possible negotiations that concluded with the exchange of these two women.
The State Department has reiterated that “it will bring to light cases of fugitives before the Cuban Government of repeatedly and will continue to do so at every appropriate opportunity”. Until then, nothing new. What is different this time is that, according to the NBC network, Cuban negotiators have now begun to “mention the name of mountains” as a possible currency.
The life of Chesimard, Member of the Black Liberation Army, and on who was under a warrant of arrest for the robbery of a Bank, is definitely twisted on May 2, 1973, when the car which was traveling was arrested by two police officers in New Jersey. The official version, always denied by Chesimard, is that there was a firefight that killed State Patrol agent Werner Foerster. In 1977, she was sentenced to life imprisonment by an act officially described as terrorist. In 1979, Chesimard fled from the prison where she was serving her sentence.
Her trail reappeared in Cuba, where Fidel Castro awarded her in the middle of the 1980s political asylum.
Despite her high profile, Havana never campaigned by Montes as it did with its “five Heroes”, Cubans sentenced to long prison terms in the United States for espionage. But at the end of last year, created the “Committee Cuban Pro freedom of Ana Belen Montes”, which has repeatedly called on Washington that he pardon to the spy. “If it is coming time turn the page between Cuba and the United States, you have to spend it all, and that includes Ana Belén Montes”, said one of its directors, Douglas Calvo, according to AFP news agency.
Montes of Puerto Rican origin, was 20 years old in 1977, and during a college trip to Spain she met a left-wing Argentine student who “opened her eyes about the U.S. Government’s support to authoritarian regimes,” according to said a friend of Montes of the time. After graduating and even though remained very critical with American foreign policy, especially towards Latin America, Montes began working for the U.S. Government. It began in the Department of Justice and soon began to climb positions.
In 1984, Montes was recruited by Cuban intelligence services. A year later, it attained a position in the Agency of intelligence from (DIA) the Pentagon’s defense Department, with access to most confidential information.
It would end up being political analyst and military Chief for Cuba, where handled secret documents to the Cubans. For when it was arrested in 2001, almost 17 years had been spying for Havana. She has been described as “one of the most damaging spies in United States history”. In 2002, she was sentenced to 25 years in prison. It has never shown repentance for some actions that you she did not do it for money but for conviction.
Agencies / El Pais, Spain/Silvia Ayuso, Washington/InternetPhotos/Excerpts/Arnoldo Varona/TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.
UNA ESPÍA EN EEUU Y UNA FUGITIVA ESTADOUNIDENSE EN CUBA SON CENTRO DE NEGOCIACIÓN.
El inicio de las conversaciones entre Estados Unidos y Cuba sobre un tema tan delicado como es la lucha contra el terrorismo ha reavivado las especulaciones sobre otro posible canje de personas, donde cada país tiene un interés especial. Washington quiere que Cuba devuelva a una estadounidense que pidió asilo político en la isla y a quien le inculpa por la muerte de un policía, mientras que La Habana podría estar buscando recuperar, a cambio, a la que fue su espía más eficaz, condenada en EE UU a 25 años de cárcel.
Aunque ambas son estadounidenses y tienen un vínculo muy fuerte con Cuba, es poco probable que Ana Belén Montes y Joanne Chesimard se hayan cruzado alguna vez. Sus destinos, sin embargo, podrían estar íntimamente entrelazados. La primera cumple 25 años de prisión en una cárcel de máxima seguridad estadounidense, acusada de haber espiado durante más de tres lustros para La Habana. Chesimard camina libre por Cuba tras huir a finales de los años 70 de una cárcel estadounidense donde cumplía cadena perpetua por matar a un policía. Las vidas de ambas podrían dar un vuelco próximamente.
Desde que comenzó la normalización de relaciones entre EE UU y Cuba, Washington ha insistido en que Chesimard, que ahora se hace llamar Assata Shakur, sea deportada para que cumpla su condena. Hasta ahora, el Gobierno cubano ha alegado que la ex Pantera Negra, que siempre negó los cargos imputados, goza de asilo político y que su devolución no está en la mesa de negociaciones. Pero el inicio, la semana pasada, de las primeras conversaciones bilaterales sobre antiterrorismo —Chesimard se convirtió en 2013 en la primera mujer en la lista de terroristas más buscados por el FBI— ha disparado las especulaciones acerca de una posible negociación que concluyera con el canje de estas dos mujeres.
El Departamento de Estado ha reiterado que “sacará a relucir los casos de fugitivos ante el Gobierno cubano de forma reiterada y seguirá haciéndolo en cada oportunidad apropiada”. Hasta ahí, nada nuevo. Lo diferente en esta ocasión es que, según la cadena NBC, los negociadores cubanos habrían empezado ahora a “mencionar el nombre de Montes” como posible moneda de cambio.
La vida de Chesimard, miembro de la Black Liberation Army y sobre quien pendía una orden de arresto por el robo de un banco, se torció definitivamente el 2 de mayo de 1973, cuando el coche en el que viajaba fue detenido por dos policías en Nueva Jersey. La versión oficial, siempre negada por Chesimard, es que se produjo un tiroteo en el que mató al agente de patrulla estatal Werner Foerster. En 1977, fue condenada a cadena perpetua por un acto calificado oficialmente de terrorista. En 1979, Chesimard huyó de la prisión donde cumplía su condena. Su rastro reapareció en Cuba, donde Fidel Castro le concedió a mediados de los años 80 asilo político.
Pese a su alto perfil, La Habana nunca hizo una campaña por Montes como sí hizo con sus “Cinco Héroes”, los cubanos condenados a largas penas de cárcel en EE UU por espionaje. Pero a finales del año pasado, se creó el “Comité Cubano Pro Libertad de Ana Belén Montes”, que ha pedido reiteradamente a Washington que indulte a la espía. “Si está llegando el tiempo de pasar página entre Cuba y EE UU, hay que pasarla del todo, y eso incluye a Ana Belén Montes”, dijo uno de sus directivos, Douglas Calvo, según la agencia AFP.
Montes, de origen puertorriqueño, tenía 20 años en 1977 y durante un viaje universitario a España conoció a un estudiante argentino de izquierdas que “le abrió los ojos sobre el apoyo del gobierno estadounidense a regímenes autoritarios”, según relató una amiga de Montes de la época. Tras licenciarse y pese a que seguía siendo muy crítica con la política exterior estadounidense, sobre todo hacia Latinoamérica, Montes empezó a trabajar para el Gobierno estadounidense. Comenzó en el Departamento de Justicia y muy pronto empezó a escalar puestos.
En 1984, Montes fue reclutada por los servicios de inteligencia cubanos. Un año después, logró un puesto en la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) del Pentágono, con acceso a información cada vez más confidencial.
Acabaría siendo analista política y militar jefe para Cuba, donde manejaba documentos secretos que pasaba a los cubanos. Para cuando fue detenida, en 2001, llevaba casi 17 años espiando para La Habana. Ha sido descrita como “una de las espías más dañinas de la historia de Estados Unidos”. En 2002 fue condenada a 25 años de cárcel. Nunca ha mostrado arrepentimiento por unas acciones que no realizó por dinero, sino por convicción.
Agencies/El Pais/Silvia Ayuso, Washington/InternetPhotos/Excerpts/Arnoldo Varona/TheCubanHistory.com.
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.