CUBA TODAY: THE BARS OF LA HAVANA. IN PHOTOS.
Employees facing the sidewalk waiting for some tourists who come out of the most famous circuit and want to “give a shot of truth”, clarifies the ‘bartender’.
With the dirt of decades stuck to them walls and certain tufo that comes out of them corners, the local maintains his routine to few meters of the square old. In Rio de la Plata the only silver offered is rum, on ‘strike’, no ice, no additives. “You don’t need more, these are drinks for men,” says a young client.
Them others, the bartenders of corner and slum, know that the ron is serves always equal: from a bottle with a cap of paper rolled and mixing the alcohol with laughter or with tears.
The ‘bartender’ catalan Constantino Ribalaigua Vert, founder of the Floridita, came to fame by their variants of the daiquiri, cocktail, which is prepared based on rum, ice, lime juice, sugar and a touch of Maraschino liqueur.
A sculpture of Ernest Hemingway complete the scenario prepared for them eyes of them travellers and the pocket of those drinkers foreign. “Every day wore me about 100 convertible pesos,” reveals a former employee of the exclusive coffee East, metres from the Plaza de San Francisco.
“I’d buy in the informal market, peppermint, lemon, sugar, rum and when met with the minimum of the day sales, then all drinks sold were for my pocket” details.There learned to change the Havana Club 7 years by ron cheap that bought in currency national, “to make the ice with water of the pile and use several times the same Peppermint”, explains.
Agencies / 14ymedio, the Havana / Internetphotos / Arnoldo Varona / TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.
CUBA HOY: LOS BARES DE LA HABANA. IN FOTOS.
Los empleados miran hacia la acera a la espera de algún turista que se salga del circuito más conocido y quiera “darse un trago de verdad”, aclara el ‘barman’. Sin embargo, desde temprano se llena de gente que necesita “la gasolina de un buen ron para seguir en pie”, detalla un parroquiano.
Con la mugre de décadas pegada a las paredes y cierto tufo que sale de las esquinas, el local mantiene su rutina a pocos metros de la Plaza Vieja. En Río la Plata solo se oferta ron, en ‘strike’, sin hielo, ni añadidos. “No hace falta más, estos son tragos para hombres”, aclara un joven cliente.
Los otros, los cantineros de esquina y tugurio, saben que el ron se sirve siempre igual: desde una botella con un tapón de papel enrollado y mezclando el alcohol con risas o con lágrimas.
El ‘barman’ catalán Constantino Ribalaigua Vert, fundador del Floridita, llegó a la fama por sus variantes del daiquiri, cóctel que se prepara a base de ron, hielo, jugo de limón, azúcar y un toque de licor de marrasquino.
Una escultura de Ernest Hemingway completa el escenario preparado para los ojos de los viajeros y el bolsillo de los bebedores foráneos. “Cada día me llevaba unos 100 pesos convertibles”, revela un antiguo empleado del exclusivo Café Oriente, a pocos metros de la Plaza de San Francisco.
“Compraba en el mercado informal la hierbabuena, el limón, el azúcar y el ron y cuando cumplía con el mínimo de las ventas del día, entonces todos los tragos que vendía iban para mi bolsillo”, detalla. Allí aprendió a cambiar el Havana Club 7 años por ron barato que compraba en moneda nacional, “a hacer el hielo con agua de la pila y usar varias veces la misma hierbabuena”, explica.
Agencies/14ymedio, La Habana/Internet photos/Arnoldo Varona/TheCubanHistory.com
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