COCKFIGHTING OR THE TEST OF THE BREEDING. CARE AND TRADITION.
They say that the conquistadors were who landed the cocks in these lands. Since those “fight animal”, according to our native, would become one of the symbols of our idiosyncrasy.
Fighting roosters.
The end of a bantamweight fine can find is quite far from the traditional fence. If in she the animal not is beats as true Gladiator, its owner will forget immediately the time destined to its breeding. Perhaps for this reason the twenty minutes of combat become so valuable, not only for the rivals, also for their owners.
The concern begins when they locked up first in the cage in the courtyard. The animal is unknown his luck and the breeder is striving in show is it. The idea is simple: take care of it until is find ready for face to the first adversary, who can be experienced or so rookie as he in matters of brawls.
Every morning the Rooster must expose is the sunlight after a bath with water and alcohol to eliminate any infection of the body. Followed by a proper diet consisting of corn, eggs and meat. “A rooster that fight must be well fed. At least they should be fed him food three times a day; Although in small amounts to avoid excess weight”, experts insist.
Already strong, after proper care, can lead you on the fence where there is the most important time for a breeder, breeding test or, as popularly known, the cock fight.
Usually they occur on weekends, they are those bound by the State or the clandestine that bloom throughout the nation. On the fence begins the influx of people, just the Sun peeps. They come from everywhere and transported by any means. Start them offers gastronomic, the anxieties, the betting… But the priority is to immediately register their warriors.
Weighing, the revision of the Spurs, a thorough medical check-up where it will know if it has any poisonous substance in their feathers, are the steps that precede the fight. Between reviews of the best battles in the past, farmers await the start of the day. So it has been for years the tradition and breeding of fine cocks in Cuba.
They say that it was the Spaniards who landed them in this land; and this, as other Iberian proposals, became an inseparable part of the culture, then in training.
Attracted by their beauty or for the courage of these birds, which are proud, those engaged in the breeding of the roosters return to enjoy a tradition maintained to discretion from the revolutionary triumph that forbade them. It was as well as the breeding of fine cocks was condemned to illegality.
Survival of fights.
He survived thanks to the faithful who never renounced such elegant Bird care. For them the reproduction of these was not translated into monetary gains; but in a little more. It was a skill that is transmitted by their parents, and to which only they could resist.
Over the years they returned to settle throughout the country state fences, controlled and organized on this occasion, by the direction of Flora and Fauna in each region; and those who have order, as well as motivate and bring together breeders, counter the clandestine fights, which could not be suppressed by the number of Cubans who love their thin cocks breeding and avoid intolerable control of your belongings and the inmiscusion in their properties and efforts.
https://youtu.be/sknnuiIu_w8
“Currently, there are major hurdles in many regions. The breeders, as well as exchanging us the best animals for breeding stock, export highlights species to other parts of America, always under the strict control of the State, an error that will dissipate over the years and the changes that will occur in Cuba sooner or later.
Many have returned to the old custom. They pass through the streets carrying in his hands one of these cocks, peculiar by its homeless thighs and her look challenging when they intersect with any such. Tradition rises from oblivion.
Cuba, sooner or later, “It will be a normal country”.
Agencies/Jiribilla/Leandro Estupiñán/Internet Photos/Arnold Varona/TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.
PELEAS DE GALLOS O LA PRUEBA DE CRÍA. CUIDADO Y TRADICIÓN.
Cuentan que fueron los conquistadores quienes desembarcaron los gallos en estas tierras. Desde entonces aquellos “animales de pelea”, al decir de nuestros nativos, se convertirían en uno de los símbolos representativos de nuestra idiosincrasia.
Gallos de Peleas.
El final de un gallo fino puede encontrarse bastante lejos de la tradicional valla. Si en ella el animal no se bate como verdadero gladiador, su dueño olvidará de inmediato el tiempo destinado a su crianza. Quizás por este motivo los veinte minutos de combate se vuelven tan valiosos, no solo para los rivales, también para sus dueños.
La preocupación comienza cuando encierran al primero en la jaula del patio. El animal desconoce su suerte y el criador se esmera en mostrársela. La idea es sencilla: cuidarlo hasta que se encuentre listo para enfrentar al primer adversario, quien puede ser experimentado o tan novato como él en asuntos de trifulcas.
Cada mañana al gallo deberá exponérsele a la luz del sol luego de un baño con agua y alcohol para eliminar cualquier infección del cuerpo. Le sigue una correcta alimentación compuesta por maíz, huevos y carne. “Un gallo que peleará debe encontrarse bien alimentado. Por lo menos debe suministrársele comida tres veces al día; aunque en pocas cantidades para evitar los excesos de peso”, insisten los expertos.
Ya fuerte, luego de un cuidado correcto, puede conducírsele a la valla donde se produce el momento más importante para un criador, la prueba de cría o, como popularmente la conocemos, la pelea de gallos.
Por lo general, ocurren los fines de semana, sean las obligadas por el estado o las clandestinas que florecen en toda la nación. En la valla comienza la afluencia de personas, apenas el sol asoma. Llegan de todos lados y trasportados por cualquier medio. Comienzan las ofertas gastronómicas, las ansiedades, las apuestas… Mas la prioridad resulta inscribir inmediatamente a sus guerreros.
El pesaje, la revisión de las espuelas, un exhaustivo chequeo médico donde podrá saberse si posee alguna sustancia venenosa en sus plumas, serán los pasos que anteceden la pelea. Entre comentarios de las mejores batallas en el pasado, los criadores esperan el inicio de la jornada. Así ha sido por años la tradición y crianza de los gallos finos en Cuba.
https://youtu.be/sknnuiIu_w8
Dicen que fueron los españoles quienes los desembarcaron en estas tierras; y esta, como otras propuestas ibéricas, se volvió parte inseparable de la cultura, entonces en formación.
Atraídos por su belleza o por la valentía de estas aves, de la cual se enorgullecen, quienes se dedican a la crianza de los gallos vuelven a deleitarse con una tradición mantenida a discreción desde el triunfo revolucionario que las prohibió. Fue así como la cría de gallos finos quedó condenada a la ilegalidad.
Sobrevivencia de las peleas.
Sobrevivió gracias a los fieles que nunca renunciaron al cuidado de aves tan elegantes. Para ellos la reproducción de estas no se traducía en ganancias monetarias; sino en un poco más. Se trataba de una habilidad transmitida por sus padres, y a la cual apenas podían resistirse.
Con los años volvieron a establecerse por casi todo el país las vallas estatales, controladas y organizadas en esta ocasión, por la Dirección de Flora y Fauna en cada región; y quienes tienen por encomienda, además de motivar y agrupar a los criadores, el contrarrestar las peleas clandestinas, que no han podido ser suprimidas por la cantidad de cubanos que aman a la cría de sus gallos finos de pelea y evitan el intolerable control de sus pertenecías y la inmiscusión en sus propiedades y esfuerzos.
“En la actualidad existen importantes vallas en muchas regiones. Los criadores, además de intercambiarnos los mejores animales para pie de cría, exportamos lo más destacado de la especie a otras partes de América, siempre bajo el estricto control del estado, un error que se irá disipando con los años y los cambios que ocurrirán en Cuba tarde o temprano.
Muchos han regresado a la vieja costumbre. Transitan por las calles llevando entre sus manos uno de estos gallos, peculiares por sus muslos desabrigados y su mirada desafiante cuando se cruzan con cualquier semejante. La tradición resurge del olvido.
Cuba, tarde o temprano, “Será un país normal”.
Agencies/Jiribilla/Leandro Estupiñán/Internet Photos/Arnoldo Varona/TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.