– INSIDE CUBA and the return of the “Special Period” + Dentro de Cuba y el regreso del “Periodo Especial”.

LA HAVANA- Share her dish in two meager servings. “Mami, you are not going to eat?” asked one of them daughters that swallowing with greed the recipe of mash of banana green, without oil, no protein and just salt. The image of so precarious dinner, in the summer of 1993, is remembered by Maria Luisa, a habanera of 59 years that now fears the return of those moments more hard of the ‘special period'(1). Like her, many Cuban families have received with alarm the escalation of the economic crisis.

Them ads in the last session of the Assembly national on them difficulties of liquidity that crosses the island, before the fall of them prices of the nickel and the oil, only have confirmed what is palpable in them streets from was months. Cut in annual growth expectations, from an initial 2 percent of GDP to a modest and more realistic 1 percent, is one of the many evidences of the worsening in the living conditions of the Cuban people.

The Venezuelan Collapse.

The Venezuelan Collapse.

The collapse of Venezuela is meaning to the island more than a distant butterfly flapping and taking connotations of true economic tsunami. A scenario that could sharpen the immigration crisis, in a nation where few are willing to return to the hardships of the 1990s of the last century.

Ads in the last session of the National Assembly on the difficulties of liquidity that crosses the island, before the fall of the prices of nickel and petroleum, have only confirmed what was palpable on the streets for months. As a still-painful wound that re-opens, is perceived the return of those rigors. Again, the languid faces whose traits feels hunger. The smell of sweat and grime that fills the room with the lack of hygiene products. The people throwing the Sea en masse. They are as slides that pass again in front of the eyes when it evokes that stage.

Not there are worse nightmare for a nation that perceive that the last of which wants to move is arrives again and again as in a loop without output. But unlike the first moment of misfortune, a new edition is no longer the same ingenuity in their protagonists. Cubans know very well what lies ahead: is called despair.

Unlike that time, already not you can loosen the social pressure decriminalizing the dollar, opening up agricultural markets or authorizing work on their own.

From the own official scene hear voices that are warning about the possibility of the population does not react with the same conformity to the twist of the cuts. “The Deputy Director of the newspaper Granma, official organ of the Communist Party of Cuba, Karina Marrón, predicted that ‘ a perfect storm is armando” on the island, due to the reduction in the supply of fuel to the State sector, the blackouts that increase and shortages of food. A situation that could result in episodes of popular protest as the Maleconazo of August 1994, also predict some.

Cuba: "El Maleconazo" de 1994 en Cuba.

Cuba: “El Maleconazo” de 1994 en Cuba.

Unlike that time, already not you can loosen the social pressure decriminalizing the dollar, opening up agricultural markets or authorizing work on their own.

Most likely, however, is that shortages raise the numbers of those who migrate. The repetition of a drama created in the minds of people the feeling that will be living for ever, without any possibility of change or influence in their final. This economic collapse looming, he just it is yet in its real size, could become in the jerk for the great Stampede shot.

Convince the young ones that are left and face planted here, will be more difficult everyday. For many of them, who grew up practically without toys following the implosion of the Soviet Union, in a society divided by the monetary duality, with a generation in power which exhibits a threatening longevity, there is no argument that weighs enough to endure the effects of another deep economic crisis on their land.

The special period, medieval Cuban by their dark time of desperation and hunger status, never left. Only their worst symptoms had been appeased with the subsidy come from Caracas.

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However, the period special, middle ages Cuban by their condition of age dark of despair and hunger, never is was. Only their worst symptoms had been appeased with the subsidy come from Caracas. The Cubans have been kept in “survival mode” all the time and misery them has shaped the character, determined physical abilities and left an irreversible damage in the mentality.

Although some achieved in the last two decades inserted in the work on their own, benefiting of remittances and tourism, or open prosperous business full of foreigners these days, Cubans have continued to feel the precariousness, the shock that the shelves may become empty in a second and that dreaded collective pot with which feed on the zero option smoking on each block.

The daughters of María Luisa are already mothers at the same time. They know that if financial loss that the country continues to deepen, they will have to choose between carry their children in tow through the Central American jungles or lie back and answer them: “eat, eat you all the fufu of banana, which I have no hunger”.

(1) The Special Period (“Periodo Especial”) in Cuba was a euphemism for an extended period of economic crisis that began in 1989 primarily due to the dissolution of the Soviet Union and, by extension, the Comecon.

Agencies/14ymedio/Yoani Sánchez, the Habana/Internet Photos/Arnold Varona/TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.

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News_48 DENTRO DE CUBA Y EL REGRESO DEL “PERIODO ESPECIAL”.

LA HABANA- Dividió el plato en dos magras raciones. “¿Mami, tú no vas a comer?” le preguntó una de las hijas que tragaba con voracidad la receta de puré de plátano verde, sin aceite, ninguna proteína y apenas sal. La imagen de tan precaria cena, en el verano de 1993, es recordada por María Luisa, una habanera de 59 años que ahora teme el retorno de los momentos más duros del Período Especial. Como ella, muchas familias cubanas han recibido con alarma el recrudecimiento de la crisis económica.

Los anuncios en la última sesión de la Asamblea Nacional sobre las dificultades de liquidez que atraviesa la Isla, ante la caída de los precios del níquel y el petróleo, solo han confirmado lo que se palpaba en las calles desde hacía meses. El recorte en las expectativas del crecimiento anual, desde un inicial 2 por ciento del PIB a un modesto y más realista 1 por ciento, es una de las tantas evidencias del agravamiento en las condiciones de vida de los cubanos.

El Colapso de Venezuela.

El Colapso de Venezuela.

El colapso de Venezuela está significando para la Isla mucho más que el aleteo de una lejana mariposa y va tomando connotaciones de verdadero tsunami económico. Un escenario que podría agudizar la crisis migratoria, en una nación donde pocos se muestran dispuestos a volver a vivir las estrecheces de los años 1990 del siglo pasado.

Los anuncios en la última sesión de la Asamblea Nacional sobre las dificultades de liquidez que atraviesa la Isla, ante la caída de los precios del níquel y el petróleo, solo han confirmado lo que se palpaba en las calles desde hacía meses. Como una herida aún dolorosa que se reabre, es percibido el retorno de aquellos rigores. Otra vez, las caras lánguidas en cuyos rasgos se nota el hambre. El olor a sudor y mugre que llena el ambiente ante la falta de productos de higiene. La gente lanzándose al mar masivamente. Son como diapositivas que pasan una y otra vez frente a los ojos cuando se evoca aquella etapa.

No hay peor pesadilla para una nación que percibir que el pasado del que quiere alejarse llega una y otra vez como en un bucle sin salida. Pero a diferencia del primer momento de la desdicha, una nueva edición ya no encuentra la misma ingenuidad en sus protagonistas. Los cubanos saben muy bien lo que se avecina: se llama desesperanza.

A diferencia de aquel momento, ya no puede aflojarse la presión de la olla social despenalizando el dólar, abriendo mercados agrícolas o autorizando el trabajo por cuenta propia.

Desde la propia escena oficial se escuchan voces que alertan sobre la posibilidad de que la población no reaccione con la misma conformidad a la vuelta de tuerca de los recortes. La subdirectora del periódico Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, Karina Marrón, auguró que ‘se está armando una tormenta perfecta” en la Isla, debido a la reducción en el suministro de combustibles al sector estatal, los apagones que aumentan y el desabastecimiento de alimentos. Una situación que podría ocasionar episodios de protesta popular como el Maleconazo de agosto de 1994, predicen también algunos.

Cuba: "El Maleconazo" de 1994 en Cuba.

Cuba: “El Maleconazo” de 1994 en Cuba.

A diferencia de aquel momento, ya no puede aflojarse la presión de la olla social despenalizando el dólar, abriendo mercados agrícolas o autorizando el trabajo por cuenta propia.

Lo más probable, sin embargo, es que la carestía eleve las cifras de quienes emigran. La repetición de un drama crea en la mente de quien lo vive la sensación de que será para siempre, sin posibilidad alguna de cambiarlo o influir en su final. Este colapso económico que se avecina, del que apenas se avizora su real envergadura, podría convertirse en el disparo de arrancada para la gran estampida.

Convencer a los más jóvenes que se queden y planten cara aquí, se hará cada día más difícil. Para muchos de ellos, que crecieron prácticamente sin juguetes tras la implosión de la Unión Soviética, en una sociedad dividida por la dualidad monetaria y con una generación en el poder que exhibe una amenazante longevidad, no hay argumento que pese lo suficiente para aguantar en su tierra los efectos de otra profunda crisis económica.

El Período Especial, medievo cubano por su condición de época oscura de desesperación y hambre, nunca se fue. Solo se habían apaciguado sus peores síntomas con el subsidio llegado desde Caracas.

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Sin embargo, el Período Especial, medievo cubano por su condición de época oscura de desesperación y hambre, nunca se fue. Solo se habían apaciguado sus peores síntomas con el subsidio llegado desde Caracas. Los cubanos se han mantenido en “modo supervivencia” todo este tiempo y la miseria les ha formado el carácter, determinado las capacidades físicas y dejado un daño irreversible en la mentalidad.

Aunque algunos lograron en las últimas dos décadas insertarse en el trabajo por cuenta propia, beneficiarse de las remesas y del turismo o abrir prósperos negocios llenos de extranjeros por estos días, los cubanos no han dejado de sentir la precariedad, el sobresalto de que los anaqueles pueden quedarse vacíos en un segundo y que la temida olla colectiva con la que se alimentarían en la Opción Cero humee en cada cuadra.

Las hijas de María Luisa ya son madres a su vez. Saben que si la caída financiera que vive el país sigue agudizándose, tendrán que elegir entre llevarse a sus hijos a cuestas a través de la selvas centroamericanas o mentir nuevamente y responderles: “Cómete, cómete tú todo el fufú de plátano, que yo no tengo hambre”.

Agencies/14ymedio/Yoani Sanchez, La Habana/Internet Photos/Arnoldo Varona/TheCubanHistory.com
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CUBA HOY/TODAY: Desde el Malecón de la Habana.

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