It describes more than one Aboriginal legend or insinuates the existence of mermaids in the seas that bathes the Caribbean.
But if not it had occurred, the myth already came dragged by the discoverers. Cristóbal Colón, describing his second voyage, has that to anchor their ships in the lagoon of milk – place of the Cuban coast, near Morón, in the current province of Ciego de Ávila, saw overnight, near where their boats were a few black sirens.
In Cienfuegos, for example, has been as tradition popular it of them mulatas, which ensure them historians that were six Indian and that, to the capsize the dugout in that traveled, fell to the water and is developed in sirens.
Les can ensure that the more famous of the sirens is the of Caibarien. A popular chronicler tells us that “which have been found in the waters of Caibarien tend to appear on certain moonlit nights, floating gently down the Middle channel of the boats.”
It is formed, medium-bodied down, like a big fish similar to a shark, and medium-bodied upward, is the bust of a beautiful woman.
The writer Manuel Feijoo met, in a number of the magazine signs some of them legends Cuban on the sirens. He more far text on this curious theme it signs the polygraph Felipe Poey and is titled “the culverin of horsehair” and was published in the magazine it Floresta Cuban of 1856, but the cult Cuban not is refers to any legendary siren, but, by the contrary, to throwing any remember of them to the contemplate some of them species Zoological of our coastal :
“Would what will tell of them sirens that tickle with its singing, with it beauty of your face, with it nudity of its chest in the surface of the water, but clumsy in them forms later of its body and it tail flaky similar to it of a culebra?” “Would who would say that those creatures had their existence to the imagination wound with the view of a seal or of a coarse Manatee?”
The abundance of manatees that a time there was in them seas coastal of the archipelago Cuban, gave place to numerous legends of those that confused the presence of this cetacean-today punto de disappear-with the legendary sirens.
Nevertheless, they remain an attractive legend on the Caribbean coast. And not spend time without the imagination of some that another sailor or fisherman, perhaps stimulated by something to drink, fantasy does not return any cruise without realizing his meeting with one or several sirens, not being very clear if all occurred during his landing in the port of Santiago de Cuba, Nuevitas, Manzanillo, where beautiful Cuban sirens are able to be dancing all night of legend.
Agencies/Rad.Encyclopedia/Juan B. Rodríguez/Internet Photos/Arnoldo Varona/TheCubanHsitory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.
SIRENAS CUBANAS EN LOS MARES DE NUESTRA ISLA.
En más de una leyenda aborigen se describe o se insinúa la existencia de sirenas en los mares que baña el Caribe.
Pero si acaso no lo hubiera habido, el mito ya vino arrastrado por los descubridores. Cristóbal Colón, al describir su segundo viaje, cuenta que al fondear sus naves en la Laguna de la Leche – lugar del litoral cubano, cerca de Morón, en la actual provincia de Ciego de Ávila, vio en la noche, cerca de donde se hallaban sus embarcaciones, unas cuantas sirenas negras.
En Cienfuegos, por ejemplo, ha quedado como tradición popular la de las mulatas, la que aseguran los historiadores que eran seis indias y que, al zozobrar la piragua en que viajaban, cayeron al agua y se convirtieron en sirenas.
Les puedo asegurar que la más famosa de las sirenas es la de Caibarién. Un cronista popular nos cuenta que “las que se han encontrado en las aguas de Caibarién suelen aparecer, en algunas noches de luna, flotando suavemente por el medio del Canal de los Barcos.
Está formada, de medio cuerpo para abajo, como un pez grande semejante a una tintorera y, de medio cuerpo hacia arriba, es el busto de una mujer hermosísima.
El escritor Manuel Feijóo reunió, en un número de la revista Signos algunas de las leyendas cubanas sobre las sirenas. El más lejano texto sobre este curioso tema lo firma el polígrafo Felipe Poey y se titula “La culebrina de crin” y fue publicado en la revista La Floresta Cubana de 1856, pero el culto cubano no se refiere a ninguna legendaria sirena, sino, por el contrario, a aventar cualquier recuerdo de ellas al contemplar algunas de las especies zoológicas de nuestro litoral:
“¿Qué diremos de las sirenas que halagan con su canto, con la hermosura de su rostro, con la desnudez de su pecho en la superficie del agua, pero torpes en las formas posteriores de su cuerpo y la cola escamosa parecida a la de una culebra? ¿Quién diría que esas criaturas debieron su existencia a la imaginación herida con la vista de una foca o de un tosco manatí?”
La abundancia de manatíes que una vez hubo en los mares litorales del archipiélago cubano, dio lugar a numerosas leyendas de aquellos que confundieron la presencia de este cetáceo – hoy a punto de desaparecer – con las legendarias sirenas.
Pese a todo, estas siguen siendo una leyenda atractiva en las costas caribeñas. Y no pasa tiempo sin que la imaginación de algún que otro marino o pescador, con la fantasía quizá estimulada por alguna bebida, no regrese de alguna travesía sin dar cuenta de su encuentro con una o varias sirenas, no estando muy claro si todo ocurrió durante su desembarco en el puerto de Santiago de Cuba, Nuevitas, Manzanillo, donde bellas sirenas cubanas son capaces de estar bailando toda una noche de leyenda.
Agencies/Rad.Encyclopedia/Juan B. Rodríguez/Internet Photos/Arnoldo Varona/TheCubanHsitory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.