Cuba had a stigmatized: the cubanita Irma Izquierdo, of 19 years old, married, had studied at the school “The Sacred Heart”. Since she received a strong religious influence in their education. At the request of the parish priest of his people, Guira de Melena, had represented three times the character of Saint Veronica (drying the sweat and blood of the face of Jesus on the road of Calvary); as a further detail, since childhood he suffered attacks, and suffered from hallucinations, “during which saw the figure of Jesus Christ”.
In Holy week of 1956 it intensified her “religious devotion”. Reportedly, lately he didn’t eat, only remained with sips of wine and pieces of bread. In that emotional state you were first bloody sweats (hematohidrosis) on the forehead, and then big crisis of “religious mysticism”, during which sprang up different stigmas in the skin: the prints of the nails in feet, and signals like lashes on the back and arms; In addition to some in the thighs: a cross and the letters INRI.
Irma occupied the front pages of newspapers and magazines.
Stigmas, according to the dictionary of the Royal Academy of language: “Someone miraculously present the wounds suffered by Christ”
The clinical picture of Irma Izquierdo did not represent anything extraordinary or new to science; It was one case of hysteria with known manifestations of trophic disorders, about which there have been abundant studies.
Perhaps difficult to some readers imagine that mental activity can give such amazing events in the body as a result. But suffice it to recall something of which many have had reference: called “psychological pregnancy”, or more accurately, pseudo hysterical pregnancies.
They are people with a high sugestibilidad. Creates women’s obsession that it is pregnant, while in fact it has been fertilized. But it not only acts as such, but to the false pregnant “stops menstruation, breast is ingurgitate her and her belly increase of volume”. Your imagination creates in the body all those symptoms and physical manifestations that she knows that they take place in a real pregnant. It becomes a kind of copy.
Miraculous or suggestion, the stigmata or the stigmatized continue causing amazement, doubts and controversies, even in these times of trips to the Moon, cloning, Internet, and virtual reality.
The journalist and Economist Oscar pine Saints who made several reports during the course of Irma left wrote: “I imagined tripping me over a serious girl, a bit reserved, perhaps sad, with a look and a few gestures that would be faithful transcript of the Mystic spirit that used to promote religious missions and I found myself before a young girl, cheerful, talkative, sociable, sympathetic , in whose eyes, whose gestures, at whose Word could ever capture a trait that reflects the idea of extraterrestrial origin that is claimed has its pilgrimage. Irma laugh constantly and pleasant way. View closely is very nice, and is arranged with care and painted nails.”
Irma was not a phony. Really had bleeding in the areas of the body presenting images and sculptures the crucified Christ. It was a phenomenon of physical, striking, practically unknown, and without a logical explanation, until medical science showed that there were no miracles, nor a supernatural phenomenon.
Agencies/Rad.Encyclopedia/Juan B. Rodriguez / Internet Photos / Arnoldo Varona / TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.
IRMA IZQUIERDO, LA CUBANA ESTIGMATIZADA.
Cuba tuvo una estigmatizada: La cubanita Irma Izquierdo, de 19 años, casada, había estudiado en el colegio “El Sagrado Corazón”. Recibió desde niña una fuerte influencia religiosa en su educación. A petición del cura párroco de su pueblo, Güira de Melena, había representado en tres oportunidades el personaje de Santa Verónica (secando el sudor y la sangre del rostro de Jesús en el camino del Calvario); y como un detalle adicional, desde pequeña padecía de ataques, y sufría alucinaciones, “durante las cuales veía la figura de Jesucristo”.
En la semana santa de 1956 intensificó su “devoción religiosa”. Según se dice, últimamente no comía, se mantenía sólo con sorbos de vino y pedazos de pan. En ese estado emocional se le presentaron primero sudores sanguinolentos (hematohidrosis) en la frente, y luego grandes crisis de “misticismo religioso”, durante las cuales le brotaron diferentes estigmas en la piel: las marcas de los clavos en los pies, y señales como latigazos en la espalda y los brazos; además de otras en los muslos: una cruz y las letras INRI.
Irma ocupaba la primera plana de periódicos y revistas.
Estigmas, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua: “Presentar milagrosamente una persona las llagas sufridas por el Cristo”
El cuadro clínico de Irma Izquierdo no representaba nada extraordinario ni novedoso para la ciencia; era un caso más de la histeria con las manifestaciones conocidas de trastornos tróficos, sobre lo cual se han hecho abundantes estudios.
Quizás a algunos lectores les resulte difícil imaginar que la actividad mental puede dar como resultado fenómenos corporales tan asombrosos. Pero baste recordar algo de lo cual muchos habrán tenido referencia: los llamados “embarazos psicológicos”, o más exactamente, seudo embarazos histéricos.
Son casos de personas con una elevada susceptibilidad. A la mujer se le crea la obsesión de que se encuentra encinta, sin que en realidad haya sido fecundada. Pero no sólo actúa como tal, sino que a la falsa embarazada “se le suspende la menstruación, los senos se le ingurgitan y su vientre aumenta de volumen”. Su imaginación genera en el organismo todos aquellos síntomas y manifestaciones físicas que ella conoce que tienen lugar en una embarazada verdadera. Se convierte en una especie de copia.
Milagroso o sugestión, los estigmas o los estigmatizados continúan provocando asombro, dudas y polémicas, hasta en estos tiempos de viajes a la luna, clonación, Internet y realidad virtual.
El periodista y economista Oscar Pino Santos que realizó varios reportajes durante el recorrido de Irma Izquierdo escribió: “Yo imaginaba tropezarme con una muchacha seria, un poco reservada , quizás triste, con una mirada y unos ademanes que resultarían trasunto fiel del espíritu místico que acostumbra a impulsar las misiones religiosas y me hallé ante una muchacha joven, alegre, sociable, habladora, simpática, en cuyos ojos, en cuyos gestos, en cuya palabra, jamás pude captar un rasgo que reflejara la idea del origen extraterreno que se afirma tiene su peregrinación. Irma ríe constantemente y de modo agradable. Vista de cerca es muy bonita, y se arregla con cuidado y se pinta las uñas”.
Irma no fue una farsante. Realmente presentaba el sangramiento en las regiones del cuerpo que en las imágenes y esculturas presentaba el Cristo crucificado. Era un fenómeno físico, sorprendente, prácticamente desconocido, y sin una explicación lógica, hasta que la ciencia médica demostró que no había ni milagros, ni un fenómeno sobrenatural.
Agencies/Rad.Encyclopedia/Juan B. Rodríguez/ Internet Photos/ Arnoldo Varona/ TheCubanHistory.com
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