BARACOA, CUBA. THE SAD STORY OF THE RUSSIAN MAGDALENA “MIMA” ROVENSKAYA.
Magdalena Menasse Rovenskaya was born on Easter 1911 in Liberia, she was to transcend her natural, marriage and artistic identities to become known simply as “The Russian” and later in Cuba as “Mima”.
The proletarian violence of St Petersburg in 1917 dictated her future. Her father Alexander, soldier and aide to the Russian Czar, was executed, as were many members of her family when the revolution destroyed the old aristocratic regime. Only Magdalena and Anna, her mother, managed to escape, finding refuge in the mountainous Caucasus. She was 6 years old when she fled the revolution. In 1924 she arrived at Constantinople (Istanbul), where she met Albert Menasse, a Russian diplomat in Turkey, with whom she began to journey through Java, Italy, France and finally Cuba, the land of this story and today still a legend.
“Mima” La Rusa Magdalena Rovenskaya.
They were married in Paris. Albert became a jewel-dealer; She, the Rovenskaya worked as a dancer, pianist and singer, performing at important venues such as the Paris Opera, the Milan Opera, in Las Palmas and in Madrid.” Upon the death of his father, Albert took over his father’s business in the Caribbean area and he and his wife travelled to Havana where Magdalena got to know the sidewalk of the Louvre and the Cuban intellectuals of the epoch. She gave successful concerts, but these were times of economic crisis.
Baracoa in the Eastern Province of Cuba, although it was remote, attracted the couple because there was good business to be done there due to the banana boom and the commercial activities of American companies. There, Alberto Menasse joined the Respectable Masonic Lodge of the Workers of East, becoming its Venerable Master. He opened a jewellery business, tannery, bar-restaurant and bought several farms. Magdalena joined him later. The Russia lady, which the writer Alejo Carpentier immortalized in his novel ‘The Rite of Spring’ as Vera, both built a small hotel on the boardwalk in Baracoa.
The Hotel “Miramar” . Hoy “El Encanto La Rusa” en Baracoa.
Baracoa exercised its witchcraft over this elegant woman and in return the attractive blonde bewitched the population. She put down roots and in 1944 she obtained Cuban citizenship.
Four years later the couple gave up their other business activities, and using space previously occupied only by prickly pears and sea grapes, right in front of the Atlantic Ocean, they built a hotel. It was completed in 1953 and they called it Miramar (today Hotel charm the Russian). The life of the city soon came to Center on it and it was extensively used by businessmen, Americans based at the Guantanamo base and in Nicaro and even by Errol Flynn.
Her own prosperity did not blind the Russian to the fate of the people. She felt for the struggling people around her and identified with the youthful movement which attempted from 1953 onwards to combat the tyranny of Fulgencio Batista. She helped them with money and medicines and thus paradoxically became involved in a revolutionary process, even when she did not know at that time, this process was of the same stamp as that which she so precipitately fled at the beginning of the twentieth century.
The Hotel La Rusa still exists (Now called El Encanto La Rusa), although since the sixties was taken by the state. Where are shown personal belongings as small museum with memorabilia of the Rovenskaya’s Mima.
Although the Russian gave the jewels an all the help they could to the bearded men, nothing was taking in consideration and her properties were seized by the government, many have said that she died in 1978 unreconciled with communism. Her case still causes some misunderstandings and trouble in Baracoa where she lived her best years of her life.
Magdalena, Mima, the Russian… her name marks a period of the history of the First Settlement of the Island of Cuba, where she inscribed her name as one of the most universal women of Baracoa.
On one occasion, a television station official, recalling her life in an informative said Magdalena “fled of socialism in the Soviet Union and found refuge in Baracoa” (sic). Nothing happened, but in the listeners and viewers faces who have known them, you could see the sadness of this episode of the real life.
Agencies/Wiki/Various / Internet Photos / Arnoldo Varona / TheCubanHistory.com
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BARACOA, ORIENTE, CUBA. LA TRISTE HISTORIA DE LA RUSA MAGDALENA “MIMA” ROVENSKAYA.
Magdalena Menasse Rovenskaya nació en las Pascua de 1911 en Liberia, trascendería sus identidades naturales, matrimoniales y artísticas para llegar a ser conocida simplemente como “La Rusa” y más tarde en Cuba como “Mima”.
La violencia proletaria de San Petersburgo en 1917 dictó su futuro. Su padre Alexander, soldado y ayudante del zar ruso, fue ejecutado, al igual que muchos miembros de su familia cuando la revolución destruyó el antiguo régimen aristocrático. Sólo Magdalena y Anna, su madre, lograron escapar, refugiándose en el montañoso Cáucaso. Tenía 6 años cuando huyó de la revolución. En 1924 llegó a Constantinopla (Estambul), donde conoció a Albert Menasse, un diplomático ruso en Turquía, con el que comenzó a viajar por Java, Italia, Francia y finalmente Cuba, tierra de esta historia y hoy sigue siendo una leyenda.
“Mima” La Rusa Magdalena Rovenskaya.
Se casaron en París. Albert se convirtió en un comerciante de joyas; Ella, la ‘Rovenskaya trabajó como bailarina, pianista y cantante, actuando en importantes lugares como la Ópera de París, la Ópera de Milán, en Las Palmas y en Madrid”. A la muerte de su padre, Albert se hizo cargo de los negocios de su padre en el área del Caribe y él y su esposa viajaron a La Habana donde Magdalena conoció la acera del Louvre y los intelectuales cubanos de la época. Ella dio conciertos exitosos, pero estos fueron tiempos de crisis económica.
Baracoa, en la provincia oriental de Cuba, aunque era remota, atrajo a la pareja porque allí había buenos negocios por el boom del plátano y las actividades comerciales de las compañías norteamericanas. Allí, Alberto Menasse se unió a la Respectable Logia Masónica de los Trabajadores de Oriente, convirtiéndose en su Venerable Maestro. Abrió un negocio de joyería, curtiduría, bar-restaurante y compró varias granjas. Magdalena se le unió mas tarde. Ella y su esposo, ambos, construyeron un pequeño hotel en el paseo marítimo de Baracoa, frente al mar.
Baracoa ejerció su brujería sobre esta elegante mujer ya cambio la atractiva rubia embrujó a la población. Ella echó raíces y en 1944 obtuvo la ciudadanía cubana.
‘Mima’ es el personaje en la señora Rusa, ‘Vera’, que el destacado escritor cubano Alejo Carpentier inmortalizó en su novela “El Rito de la Primavera”.
Cuatro años después, la pareja renunció a sus otras actividades comerciales y, utilizando el espacio previamente ocupado sólo por peras espinosas y uvas de mar, justo frente al Océano Atlántico, construyeron un hotel. Fue terminado en 1953 y lo llamaron Miramar (encanto hoy del hotel el ruso). La vida de la ciudad pronto vino al centro en él y fue utilizada extensivamente por los hombres de negocios, los americanos basados en la base de Guantánamo y en Nicaro e incluso por Errol Flynn.
The Hotel “Miramar” . Hoy “El Encanto La Rusa” en Baracoa.
Su propia prosperidad no cegó al ruso al destino del pueblo. Sintió por la gente que luchaba alrededor de ella y se identificó con el movimiento juvenil que intentó ayudar a partir de 1953 al combatir la tiranía de Fulgencio Batista. Ella los ayudó con dinero y medicinas y, paradójicamente, se involucró en un proceso revolucionario, que ella no sabía en ese momento, este proceso era del mismo sello que la que tan precipitadamente huyó a principios del siglo XX.
El Hotel Miramar todavía existe (ahora se llama El Encanto La Rusa), aunque desde los años sesenta fue tomada por el estado. Donde se muestran pertenencias personales como pequeño museo con objetos de recuerdo de Mima Rovenskaya.
Aunque el matrimonio ruso dio todas las ayudas que pudieron a los hombres de la insurreccion, nada se tomó en consideración y sus propiedades fueron tomadas por el gobierno, muchos han dicho con certeza que murió en 1978 sin reconciliación con el comunismo. Su caso todavía causa algunos malentendidos y problemas en Baracoa donde vivió sus mejores años de su vida.
Magdalena, Mima, la rusa … su nombre marca un período de la historia del primer asentamiento de la isla de Cuba, donde inscribió su nombre como una de las mujeres más universales de Baracoa.
En una ocasión, una cadena de televisión oficial, recordando su vida en un informativo dijo que Magdalena “huyó del socialismo en la Unión Soviética y encontró refugio en Baracoa” (sic). Nada sucedió, pero en los escuchas y televidentes se vio en las caras de los que les conocieron, los semblantes de la altura de este triste episodio de la vida real.
Agencias / Wiki / Varios / Fotos de Internet / Arnoldo Varona / TheCubanHistory.com
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