CHRISTMAS HOLIDAYS IN CUBA YESTERDAY AND TODAY.
Christmas celebrations in Cuba were very similar to the United States. Noche Buena (Christmas Eve) families gather and have a big party.
For Cubans, it is all about family and friends, a time to celebrate life with good food, good music and love. It is truly the most beautiful and moving of all year celebration.
Christmas in Cuba formerly were joyous festivals, real family reunions, with exchanges of gifts and greeting cards shipping, and wherever stressed the decorated trees, Christmas carols were heard and palates enjoyed Christmas cuisine deployment.
The pork roast always was the main attraction. Along with pork, black beans, white rice, yuca mojo is served with (mojo is a type of marinated with garlic, onion and sour orange), a little salad and of course many Cuban bread.
Those turkeys and pigs roasting and frying, masses varied turrones, hazelnuts and walnuts, wines, the ALE, apples and grapes that before the year 59 were on the table in any humble home on 24, 25 and 31 December.
In the days before Christmas Eve, all the women began to prepare desserts that included shells of Orange and grapefruit in a thick syrup and doughnuts – a type of sweet dough fried with powdered sugar and syrup.
After midnight on the 24th, parties and meetings are prolonged until the early hours of the morning with songs and dances. And, of course, attend the “misa de gallo” at midnight is an event not to be missed.
Also, remember that in Cuba the children do not receive gifts on Christmas day as they do in the United States. It is not common to see Santa Claus in the streets or squares. Christmas day was much more relaxed and there were parades of The Three Saint Kings by the 6th of January to the delivering of gifts to the children all over the country in each house according with the possibility of that home.
Christmas today in Cuba?
Tells Yadiel Cuesta, nurse, who said: “my father was six years old when Fidel came to power, and told me that he then immediately started communist propaganda to erase the traditions of Christmas Eve, the three kings, and all what smelled to Christmas”.
Others interviewed agreed in stating that at that time the trees Christmas, because according to the Communists they were bourgeois customs, an invention of the priests and the imperialist Yankees, in short, ideological diversionismo were saved. And if you disobey the revolutionary guidelines, arose a vile denunciation made by someone from the district people’s courts. “You fichaban by disaffection or worm, you could go to prison, losing your job, and as punishment sent you to work in agriculture.”
But now the Cuban what trafficking is survive on as designated dates. And, as they say on the street, all manage getting head by here and there, selling anything, fighting weight, or waiting for any consignment, to have the very best that can be.
Today not persists that enthusiasm, that contagious joy, that feeling of family happiness. And up to the usual Christmas decorations, which once delighted us, now conspicuous by their absence.”
Javier Sánchez, a specialist in biblical studies, said: “from the 80’s, there was some improvement in relations between the Vatican and the Communist Government (recall that Fidel Castro was received in 1996 by Pope Juan Pablo II, and visited Cuba in January 1998), but Christmas celebrations remained hidden.” Currently, nothing dinner as God commands and most of the churches, both Catholic and Protestant, only display those canned Christmas decorations to celebrate the birth of Jesus, because if we had to buy them it costs today face eye”.
Julito, pastor of the Evangelical Church “Tidings”, located in 26-17 in the Vedado, explained: “we all know the impossibility of celebrate Christmas like our Lord, and that no church is able to question the Communist authorities for the situation of misery to Cubans living in the current Bowl foot, who opt to accept their misfortune as God’s will”.
Alfredo Hernández, a seller of ice cream, finally told me that while I waited at the stop of buses, opposite the entrance to the National Bus Terminal, he came to listen to an old man who conversed alone when he collected laticas of aluminium in the surrounding area to sell them as recyclable material. “Man, realizing is that I was watching it, and that I was holding in the hand a small tree, turned to me:” look, Sir, is to speak of fullness celebrate Christmas and the arrival of the new year, is a sad deception, since the establishment in Cuba of this regime “.” Then, pausing to crush a can on the floor with the boot, he added: “how expensive it is today to enable a normal dinner to celebrate these special events! “And or what say about them high prices of them ornaments Christmas in the stores fundraising of currency”. And continued: “look, this coat it got in the Church.” I live ten years on the road”.
The old man pulled a ron caneca, was given a drink, and tacked back.
Your lucid words, spoken by someone who seemed without a doubt a mad tramp, were recorded in my mind, and I repeated: there is Christmas in Cuba?
Agencies / Cubanet / NavidadesCubanas / Internet Photos / Arnoldo Varona / TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.
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FIESTAS NAVIDEÑAS EN CUBA AYER Y HOY.
Las celebraciones de Navidad en Cuba fueron muy similares a las de los Estados Unidos. En Noche Buena (víspera de Navidad) las familias se reúnen y tienen una gran fiesta.
Para los cubanos, es todo acerca de la familia y amigos, un tiempo para celebrar la vida con buena comida, buena música y el amor. Es verdaderamente la celebración más bellas y conmovedoras de todo el año.
Antiguamente las navidades en Cuba sí eran fiestas alegres, verdaderas reuniones familiares, con intercambios de regalos y el envío de postales de felicitación, y dondequiera resaltaban los arbolitos decorados, y se escuchaban villancicos, y los paladares disfrutaban del despliegue de la gastronomía navideña.
El cerdo asado siempre fue la atracción principal. Junto con el cerdo, se sirve frijol negro, arroz blanco, yuca mojo con (mojo es un tipo de marinado con ajo, cebolla y naranja agria), un poco de ensalada y por supuesto muchas de pan cubano.
Aquellos pavos y puercos asados y las masas de freír, los variados turrones, las avellanas y nueces, los vinos, las cidras, las manzanas y uvas que antes del año 59 se veían sobre la mesa en cualquier hogar humilde los días 24, 25 y 31 de diciembre.
En los días anteriores a la víspera de Navidad, todas las mujeres empezaban a preparar postres que incluian conchas de naranja y pomelo en un almíbar espeso y buñuelos – un tipo de masa dulce frita con azúcar en polvo y el jarabe.
Luego de la medianoche del día 24, las fiestas y reuniones se prolongan hasta las primeras horas de la mañana con cantos y bailes. Y, claro, asistir a la “misa del gallo” a la medianoche es un evento imperdible.
Recuerde también, que en Cuba los niños no reciben regalos el día de Navidad como lo hacen en los Estados Unidos. No es común ver a Santa Claus en las calles o plazas. El día de Navidad fue mucho más relajado. Habian desfiles de los “Tres Reyes Magos” para el dia 6 de enero y se hacian entrega de numerosos regalos en todo el país en cada casa de acuerdo con la posibilidad económica de dicho hogar.
Navidades Hoy en Cuba?
Nos cuenta Yadiel Cuesta, enfermero, quien expresó: “Mi padre tenía seis años cuando Fidel llegó al poder, y me contaba que entonces enseguida empezó la propaganda comunista para borrar las tradiciones de Nochebuena, la de Los Reyes Magos, y todo lo que oliera a Navidad”.
Otros entrevistados coincidieron en afirmar que en esa época se guardaron los arbolitos navideños, porque según los comunistas eran costumbres burguesas, un invento de los curas y de los imperialistas yanquis, en fin, diversionismo ideológico. Y en caso de desobedecer las orientaciones revolucionarias, surgía una vil denuncia hecha por alguien del barrio a los tribunales populares. “Te fichaban por desafecto o gusano, podías ir a prisión, perder tu empleo, y como castigo te mandaban a trabajar en la agricultura”.
Pero ahora el cubano lo que trata es de sobrevivir en tan señaladas fechas. Y, como dicen en la calle, todos se las ingenian metiendo cabeza por aquí y por allá, vendiendo cualquier cosa, luchando el peso, o esperando alguna remesa, para pasarla lo mejorcito que se pueda”
Hoy no persiste aquel entusiasmo, aquella alegría contagiosa, aquella sensación de felicidad familiar. Y hasta los habituales adornos navideños, que una vez nos deleitaron, ahora brillan por su ausencia”.
Javier Sánchez, especialista en estudios bíblicos, comentó: “Desde la década del 80 hubo cierta mejoría en las relaciones entre el Vaticano y el gobierno comunista (recordemos que Fidel Castro fue recibido en 1996 por el Papa Juan Pablo II, y éste visitó Cuba en enero de 1998,), pero las celebraciones de las navidades permanecieron ocultas. Actualmente, nada de cena como Dios manda y la mayoría de las iglesias, tanto católicas como protestantes, sólo exhiben aquellos adornos navideños conservados para celebrar el nacimiento de Jesús, porque si hay que comprarlos cuesta hoy el ojo de la cara”.
Julito, pastor de la iglesia evangélica “Las Buenas Nuevas”, ubicada en 26 y 17 en el Vedado, explicó: “Todos sabemos la imposibilidad de celebrar Las Navidades como merece Nuestro Señor, y que en la Cuba actual ninguna iglesia es capaz de cuestionar a las autoridades comunistas por la situación de miseria que viven los cubanos de a pie, quienes optan por aceptar su desventura como la voluntad de Dios”.
Finalmente Alfredo Hernández, un vendedor de helados, me contó que mientras esperaba en la parada de guaguas, frente a la entrada de la Terminal de Ómnibus Nacionales, se acercó a oír a un anciano que conversaba en solitario cuando recogía laticas de aluminio por los alrededores para venderlas como material reciclable. “El hombre, al darse cuenta que lo estaba observando, y que yo sostenía en la mano un arbolito, se dirigió a mí: “Mire, señor, se puede decir que hablar de celebrar a plenitud las Navidades y la llegada del Año Nuevo, es un triste engaño, desde la instauración en Cuba de este régimen”. Luego, haciendo una pausa para aplastar con la bota una lata contra el piso, añadió: “¡Qué caro resulta hoy habilitar una cena normal para festejar estos acontecimientos especiales! Y ni qué decir sobre los altos precios de los adornos navideños en las tiendas recaudadoras de divisas”. Y continuó: “Mire, este abrigo lo conseguí en la iglesia. Yo vivo hace diez años en la carretera”.
El viejo sacó una caneca de ron, se dio un trago, y viró la espalda.
Sus lúcidas palabras, dichas por alguien que parecía sin dudas un loco vagabundo, se grabaron en mi mente, y repetí: ¿Hay Navidades en Cuba?
Agencies/Cubanet/NavidadesCubanas/Internet Photos/Arnoldo Varona/TheCubanHistory.com
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