CUBAN CHARACTERS: ” LA MARQUESA”, HAVANA.
This Marquesa not carried in their veins a drop of blue blood, but it was more “real” than real many Highnesses. In life he was a frail little person, either black, short stature, cortical and wide.
Knight was contemporary Paris and was walking through Central Park in Havana where tourists abound shoulder with photographic cameras. Every day spent by the offices of Godoy-Zayán, the insurance and banking, which gave cash to bring to all employees latte and bread with butter (not used to order toast). His real name was Isabel Veitia, La Marquesa Veitía Isabel, but she preferred to be called Marquesa.
The Marquesa, for billetico was left photograph, but not before identified as La Marquesa he believed to be. He wore a small hat with purple tulle velito. Hung from his shoulders half on a mantilla and a black patent leather purse. To further accentuate its ridiculousness and attention, constantly fanning herself with grace and femininity and wore a shiny gold-colored plastic shoes.
Just a silly joke, seasoned with proverbial mischief she spilled, her laugh unsuspecting walkers, as she opened the bag and said gracefully – Tickets, tickets only. I am a Marquesa! My condition does not allow me to accept coins, said Isabel Veitía gracefully.
Agencies/MemoriesCubana/ Internet Photos / Arnoldo Varona/ TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.
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PERSONAJES CUBANOS: “LA MARQUESA”, HABANA.
Esta Marquesa no llevó en sus venas ni una gota de sangre azul, pero fue más “real” que muchas altezas reales. En vida fue una frágil personita, bien negra, de poca estatura, cortica y ancha.
Fue contemporánea del Caballero de París y se paseaba por el Parque Central de La Habana donde abundaban los turistas con cámaras fotográficas al hombro. Todos los días pasaba por las oficinas de Godoy-Zayán, el de los seguros y banca, donde le daban dinero en efectivo para que trajera para todos los empleados el café con leche y el pan con mantequilla (no se acostumbraba a pedir tostadas). Su nombre verdadero era Isabel Veitia, La Marquesa Isabel Veitía, pero ella prefería que la llamaran Marquesa.
La Marquesa, por un billetico se dejaba fotografiar, no sin antes identificarse como La Marquesa que creía ser. Usaba un pequeño sombrero color morado con un velito de tul. Colgaba de sus hombros una mantilla a medio poner y una carterita negra de charol. Para acentuar aún más su ridiculez y llamar la atención, se abanicaba constantemente con mucha gracia y feminidad y calzaba unos brillantes zapatos plásticos de color dorado.
Sólo una broma tonta de mal gusto, sazonada con la proverbial picardía que ella desparramaba, hacía reír a los desprevenidos caminantes, mientras ella abría la bolsa y decía con gracia — ¡Billetes, sólo billetes. Yo soy una Marquesa! Mi condición no me permite aceptar monedas, decía con gracia Isabel Veitía.
Agencies/MemoriesCubana/ Internet Photos / Arnoldo Varona/ TheCubanHistory.com
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Por las calles de la Habana. Cuba en Fotos.