The Musical rhythm “SON” is the danceable vocal and instrumental genre that constitutes one of the basic ways into Cuban music. For the researcher Odilio Urfé, son is the most syncretic of national cultural identity.
For many, this manifests itself in the Decade of 1920, although its verified existence, according to precise Urfé, specifically begins at the end of the 19th century, in multiple montunos suburbs of some cities such as Guantanamo and Baracoa (for Sindo Garay, cradle of the three Cuban), Manzanillo, and Santiago de Cuba, with its folkloric suburban neighborhoods.
Many people, dilettantes and curious, even to discuss the origin, and found only consensual response in the refrain of one of the most popular sounds of Miguel Matamoros: “Son de la loma”, even though you sing into the plain.
What there is no doubt is on their estate entangled in Spanish and African rhythms. Its extraction, development, sound, choreography and social use, led to the son to become the means of expression suitable and representative for the humble layers.
They say the are moved east to Havana about 1909, played and sung by soldiers. Such a process of transculturation determined the entrance of rumba in the eastern region. Sonero boom is due, however, to enter to the staff of danzoneras orchestras and especially after the emergence of the Sexteto Habanero (later national Sextet) in 1920.
The nascent bourgeoisie then loathed the new genre that Yes was adept at accessory and solar where resided the popular layers. The Government even prohibit it, accusing him of immoral, but soon won space even in the finest dance halls, while the publishing houses of discs gave a unlimited broadcasting.
Those first sones were carried out by groups that used guitar, three, bongo, botija or marimbula (then double-bass), claves and maracas. In search of a greater sonority, subsequently added at least one trumpet.
Various forms or variants have thickened the history of the genre. Son montuno, guantanamero changüi, the sucu-suco of the Isle of pines, the nongo, regina, the sound of the permanent Eastern bachata, the habanero are, guajira are, are the guaracha, bolero son, the proclamation are, the afro sound, son guaguancó, mambo, cha-cha – chá, are various personalities from the genre. A variant of the song influenced by rhythms, especially the son, takes place under the name of tango congo from the Decade of 1920, making thus the black within the scope of the Cuban zarzuela.
https://youtu.be/Y0TZ7h6QoZc
Scenes from the film “salsa”.
Either way all Cuban is “are the most sublime soul fun”, as sang this genus Ignacio Piñeiro in his piece Suavecito. Other authors also left their mark, among the most prominent, Miguel Matamoros, Sindo Garay, Arsenio Rodríguez and Rosendo Ruiz, while among performers of all time, stand out Benny Moré, the Trio Matamoros, Celia Cruz and la Sonora Matancera, Septeto Habanero, Antonio Machín and Abelardo Barroso.
Agencies/Rad.CadenaHabana/Internet Photos/Arnoldo Varona/TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.
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EL “SON”, EXPONENTE DE LA IDENTIDAD CULTURAL CUBANA. Fotos/Video.
El “Son” es el género vocal e instrumental bailable que constituye una de las formas básicas dentro de la música cubana. Para el investigador Odilio Urfé, el son es el exponente más sincrético de la identidad cultural nacional.
Para muchos, este se manifiesta en la década de 1920, aunque su existencia verificada, según precisa Urfé, comienza concretamente en las postrimerías del siglo XIX, en múltiples suburbios montunos de algunas ciudades como Guantánamo y Baracoa (para Sindo Garay, cuna del tres cubano), Manzanillo y Santiago de Cuba, con sus barrios folclóricos suburbanos.
Muchas personas, diletantes y curiosos, aún debaten sobre el origen, y sólo encuentran respuesta consensual en el estribillo de uno de los más populares sones de Miguel Matamoros: “Son de la loma”, aunque se cante en el llano.
De lo que no existen dudas es sobre sus raíces enredadas en ritmos africanos y españoles. Su extracción, desarrollo, sonoridad, coreografía y uso social, condujeron al son a convertirse en el medio de expresión idóneo y representativo para las capas humildes.
Cuentan que el son se trasladó de Oriente a La Habana sobre 1909, tocado y cantado por soldados. Tal proceso de transculturación determinó la entrada de la rumba en la región oriental. El auge sonero se debe, no obstante, al incorporarse al pentagrama de las orquestas danzoneras y sobre todo tras el surgimiento del Sexteto Habanero (posteriormente Sexteto Nacional) en 1920.
La naciente burguesía de entonces detestó el nuevo género que sí encontraba adeptos en accesorias y solares donde residían las capas populares. El gobierno incluso llegó a prohibirlo, acusándolo de inmoral, pero pronto ganó espacio hasta en los más refinados salones de baile, mientras las casas editoras de discos le daban una difusión ilimitada.
Aquellos primeros sones eran ejecutados por grupos que utilizaban guitarra, tres, bongó, botija o marímbula (luego contrabajo), claves y maracas. En busca de una mayor sonoridad, posteriomente añadieron al menos una trompeta.
Diversas modalidades o variantes han engrosado la historia del género. El son montuno, el changüí guantanamero, el sucu-suco de la Isla de Pinos, el ñongo, la regina, el son de los permanentes, la bachata oriental, el son habanero, la guajira son, la guaracha son, el bolero son, el pregón son, el afro son, el son guaguancó, mambo, cha-cha-chá, son diversas personalidades del género. Una variante de canción influenciada por otros ritmos, sobre todo el son, se desarrolla bajo el nombre de tango congo a partir de la década de 1920, tipificando de esta manera lo negro en el ámbito de la zarzuela cubana.
https://youtu.be/Y0TZ7h6QoZc
Escenas de la Película “SALSA”.
De cualquier manera todo cubano considera que “el son es lo más sublime para el alma divertir”, como le cantó a este género Ignacio Piñeiro en su pieza Suavecito. Otros autores dejaron también su impronta, entre los más destacados, Miguel Matamoros, Sindo Garay, Arsenio Rodríguez y Rosendo Ruiz, en tanto que entre los intérpretes de todos los tiempos, descuellan Benny Moré, el Trío Matamoros, Celia Cruz y la Sonora Matancera, el Septeto Habanero, Antonio Machín y Abelardo Barroso.
Agencies/Rad.CadenaHabana/Internet Photos/Arnoldo Varona/TheCubanHistory.com
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