THE DAY “CHANO” POZO WAS KILLED. EVENTS. Photos / Video.
Luciano Pozo González, better known as Chano Pozo was born on January 7, 1915 in Havana and died on December 3, 1948 in New York City, was a percussionist for Afro-Cuban singer, dancer and composer jazz that played an important role in the Foundation of Latin jazz. Although he only lived 33 years, there is no discussion of Latin jazz is complete without mention of his name and there is no discussion of the trumpet giant of Dizzy Gillespie, the godfather of Latin jazz in the United States, you can start without the name of well, who was the first in a long list of Latin in several bands of Dizzy percussionists.
Chano Pozo was born in the neighborhood of Pueblo Nuevo, in Havana, Cuba, product of the town, as a child felt the music, as if had put you their African ancestors, emotion and musical inspiration from the jungle. It was very loved by everyone and admired for its art and its master with bongo, who was part of it as a vibrant and beautiful toy.
“Chano” pozo was killed in a bar in Harlem, New York, on December 3, 1948, a few days after 33 years.
His death.
Killed him a brawl between men?
-Miguelito Valdes, the great Cuban musician, shrugged and made a derogatory gesture with his hand. Miró toward the gray casket where Chano seemed even dreamed his entrance through the front door in the American art world. And concluded:-for what out?
Caridad Martínez, women of milkfish, said journalist Omar E. Llep, who inquired about the murder of musician:-that day Chano left the House more joyful than ever. I just thought his upcoming debut at the Strand. He told me about the incident with El Cabito, but without giving importance. His statements that Chano wanted to steal $15 are uncertain…
It was on December 3, 1948, eve of Santa Barbara, and the incredible Chano Pozo, without giving much importance to the altercation that had with the Puerto Rican Eusebio Muñoz, El Cabito, approached the cafe Rio, of Harlem. As usual, headed up the Victrola and chose butter, what yours did not stop ringing in the radio. The unmistakable melodies of Gillespie trumpet and the beat without equal of Chano bongo leathers merged to elevate to the popular bebop to the pinnacle of the art, and flood the place. And milkfish, son of Shango, broke to dance like it was: the biggest rumbero.
Last day of Chano Pozo. CRIME.
Chano inserted a five-cent coin in the slot of the victrola. The disc descended on the turntable and black Groove spiral began to sprout a semi-wild music – trumpet and bongo – initial rhythms. Coffee Rio, of Harlem, was filled Peal furious leathers weaving backstitching on the melody of butter. Chano stayed still a moment, with our eyes fixed on the black plate, looking embedded magic needle was translating into sounds is how screwed you bars of his last composition, its fat, triumphant be-bop that had set him on the pinnacle of New York vernacular fame. Fingers trembled him and Chano elongated hands as if unconscious, automatically find leathers that no one as it sounded, and curveante be-bop rhythm got him in the body. Contonearon le hips, eyes were filled with flashes and began to dance only, only physically and mentally…
Coffee River glass door opened quietly. So furtively wanted to penetrate that came it was not even worth hands, sunk at the bottom of the pockets of the coat. He projected the tip of the shoe between the frame and the door leaf, curved knee and pushed… By opening notes montuno of butter escaped to the sidewalk in front of Lenox Avenue.
It was Eusebio Muñoz, “El Cabito”.
With their hands in the pockets of the coat, El Cabito settled on the floor, looked for a clearing through the surrounding and when Chano, in one of the turns of the dance, presented her chest, he took his right hand and raised it to the height of the eyes.
Rang a shot and Chano collapsed, cut the dance by a brutal blow, with heart left by the bullet. Eusebio Muñoz, Livid face yet and still the lips tight, he took several steps to the front, approached the motionless body of milkfish, looked at him for a second and without speaking again unloading the pistol once, twice, six times on the bongosero and composer, inert in a pool of blood.
https://youtu.be/w0H5RmpAezA
“Chano” interprets ‘Butter’.
In the victrola, the needle was still screwing in mechanical translation of the last son of ‘”manteca”.
It is true that the story of the death of Luciano Pozo Gonzalez – Chano – had all the ingredients that it has come to the present day, however, thats what more has transpired, when for his contributions to the Cuban and universal music gained a place of privilege.
The police, who arrested the matador, try to find out exhaustively the motive that originated the tragedy and condemned to prison of the “lanyard” occurred at the bar “The river” and ended with the death of Chano.
Chano Pozo was unique in his art, his bongo sang, and one of his biggest fans was Lena Horne, singer of the black race, which was the place where Chano played with Gillespie for the famous “negrito”, with his contagious joy, watching his incomparable mimicry and magic hands that made singing and crying to the bongo with its rhythms of African jungle.
Its latest issue, the most popular thing of rumba was “Be-bop”, which he recorded with the Orchestra of Dizzy Gillespie.
Agencies/HerenciaLatina/various/Internet Photos/YouTube/Arnold Varona / TheCubanhistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.
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EL DIA QUE MATARON A “CHANO” POZO. SUCESOS. Fotos / Video.
Luciano Pozo González, más conocido como Chano Pozo nació el 7 de enero de 1915 en La Habana y murio el 3 de diciembre 1948 en la ciudad de Nueva York, fue un percusionista de jazz afro-cubano, cantante, bailarín y compositor que desempeñó un papel importante en la fundación del jazz latino . Aunque sólo vivió 33 años, no hay discusión de jazz latino es completo sin la mención de su nombre y no hay discusión de la trompeta gigante de Dizzy Gillespie, el padrino del jazz latino en los EE.UU., puede empezar sin el nombre de Pozo, quien fue el primero en una larga lista de percusionistas latinos en varias bandas de Dizzy.
Chano Pozo nació en el Barrio de Pueblo Nuevo, de la Habana, Cuba, producto del pueblo, desde niño sintió la música, como si sus antecesores africanos, le hubieran puesto la emoción y la inspiración musical de la selva. Era muy querido por todos y admirado por su arte y su maestría con el bongó, que era parte de él como un vibrante y hermoso juguete.
“Chano” Pozo fue asesinado en un bar de Harlem, Nueva York, el 3 de diciembre de 1948, a pocos días de cumplir los 33 años.
Su Muerte.
Lo mató una riña entre hombres?
—Miguelito Valdés, el gran músico cubano, se encogió de hombros e hizo un gesto despectivo con la mano. Miró hacia el féretro gris donde Chano parecía que aún soñaba con su entrada por la puerta grande en el mundo artístico norteamericano. Y concluyó: — ¿Para qué averiguarlo?
Caridad Martínez, la mujer de Chano, aseguró al periodista Omar E. Llep, que investigó sobre el asesinato del músico: —Ese día Chano salió de la casa más alegre que nunca. Solo pensaba en su próximo debut en el Strand. Me habló sobre el incidente con El Cabito, pero sin darle importancia. Son inciertas sus declaraciones de que Chano quiso robarle 15 dólares…
Era el 3 de diciembre de 1948, víspera de Santa Bárbara, y el increíble Chano Pozo, sin darle mucha importancia al altercado que había tenido con el puertorriqueño Eusebio Muñoz, El Cabito, se dirigió al café Río, de Harlem. Como de costumbre, se encaminó hasta la vitrola y eligió Manteca, el tema suyo que no paraba de sonar en la radio. Las melodías inconfundibles de la trompeta de Gillespie y el repicar sin igual de los cueros del bongó de Chano se fundieron para elevar al popular bebop a la cúspide del arte, e inundar el lugar. Y Chano, hijo de Shangó, rompió a bailar como lo que era: el rumbero mayor.
Ultimo dia de Chano Pozo. EL CRIMEN.
Chano insertó una moneda de cinco centavos en la ranura de la victrola. El disco descendió sobre el plato giratorio y del surco negro en espiral comenzaron a brotar los ritmos iniciales —trompeta y bongó— de una música semisalvaje. El café Río, de Harlem, se fue llenando del repique furioso de los cueros que tejen pespuntes sobre la melodía de Manteca. Chano se quedó inmóvil un instante, con los ojos fijos en el plato negro, mirando embebido cómo se enroscaba la aguja mágica que iba traduciendo en sonidos los compases de su última composición, de su Manteca, el be-bop triunfal que lo había instalado en el pináculo de la fama vernácula neoyorquina. Los dedos le temblaron y Chano alargó las manos como si buscara inconsciente, automáticamente los cueros que nadie como él sonaba, y el curveante ritmo del be-bop se le metió en el cuerpo. Las caderas le contonearon, los ojos se le llenaron de destellos y comenzó a bailar solo, solo física y mentalmente…
La puerta de cristal del café Río se abrió sigilosamente. Tan furtivamente quiso penetrar el que llegaba que ni siquiera se valió de las manos, hundidas en el fondo de los bolsillos del abrigo. Proyectó la punta del zapato entre el marco y la hoja de la puerta, encorvó la rodilla y empujó… Por la abertura se escaparon hasta la acera de enfrente de la avenida Lenox las notas del montuno de Manteca.
Era Eusebio Muñoz, El Cabito.
Con las manos aún en los bolsillos del abrigo, El Cabito se afincó en el piso, buscó un claro por entre los circundantes y cuando Chano, en uno de los giros de la danza, le presentó el pecho, sacó la diestra y la alzó a la altura de los ojos.
Sonó un disparo y Chano se desplomó, cortado el baile por un tajo brutal, con el corazón partido por el balazo. Eusebio Muñoz, lívido el rostro todavía y apretados todavía los labios, dio varios pasos al frente, se aproximó al cuerpo inmóvil de Chano, lo miró durante un segundo y sin pronunciar palabra volvió a descargar la pistola una, dos, seis veces sobre el bongosero y compositor, inerte en un charco de sangre.
https://youtu.be/w0H5RmpAezA
“Chano” interpreta ‘Manteca’.
En la victrola, la aguja seguía enroscándose en la traducción mecánica de los compases postreros de «Manteca”.
Es cierto que la historia de la muerte de Luciano Pozo González —Chano— tenía todos los ingredientes para que llegara hasta nuestros días, sin embargo, eso es lo que más ha trascendido, cuando por su aportes a la música cubana y universal se ganó un sitio de privilegio.
La policía, que detuvo al matador, trato de averiguar exhaustivamente el móvil que originó la tragedia y condena a prisión de el “cabito” ocurrida en el bar “El Río” y que terminó con la muerte de Chano.
Chano Pozo era único en su arte, su bongó cantaba y una de sus más grandes admiradoras era Lena Horne, la famosa cantante de la raza negra, que iba al lugar en donde Chano tocaba con Gillespie para observar al famoso “negrito”, con su contagiosa alegría, su mímica inigualable y sus manos mágicas que hacían cantar y llorar al bongó con sus ritmos de selva africana.
Su último número, el más popular que hay de rumba fue “Be-bop”, que grabó con la orquesta de Dizzy Gillespie.
Agencies/HerenciaLatina/various/Internet Photos/YouTube/ Arnoldo Varona/ TheCubanhistory.com
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