THE FAMOUS ‘TINAJONES CAMAGÜEYANOS’ STORY. Photos.
As the Cuban history tells in 1838 the habanero Antonio Bachiller y Morales described the typical Camagüey ‘tinajones’ when he visited the city of Santa Maria of the port Prince.
“There are few wells; the water is collected in beautiful jars, positioned in the courtyards, for its many contain 4 or 6 of them the amount of water from a cistern”.
The tinajón is the Camagüey symbol par excellence. It is the most entrenched local representation. For this reason, Camaguey is known throughout Cuba as the “city of the big earthenware jars”. The tinajón Camagüeyano has a history in the Andalusian basin. It was the solution that potters from the South of Spain, settled early in Port-au-Prince, exchanged in stores of water vessels formerly used to store grains, wines, oils and other liquids. Although the big earthenware jars were produced en masse in the province region from the 17TH century, non-proprietary it. They were also made elsewhere in Cuba: Trinidad and Sancti Spíritus, the West Indies, Jamaica e, inclusive, in the South America: Chile and Peru, where it picked up the pottery tradition of the Inca civilization.
The red mud from the Sierra de Cubitas began to manufacture the big earthenware jars from the years of 1600, according to reports, while there is today no tinajón registered as remote date. The oldest dates from 1760. Its production had the biggest boom in the Central decades of the 19TH century. Since 1868, with the start of independence Bates, it was almost cancelled. Was it only restored between 1878 and 1895, to then stop completely. All home of the Camagüey had at least one tinajón.
The water contained inside the fresh walls was used for drinking and cooking, and became toast used to visits of friends and strangers. And many of them ended up marrying here… So long ago and even today is often said, in the trouser-like weddings and engagements: that took water from large earthen jar!
In 1900 there were in the city more than 16 thousand tinajones. Today there are hardly any about 2 500 of the originals. From one to another century the big earthenware jars were changing the way.
In essence always was a classic model that has survived to this day. The typical Camagüey tinajón is voluminous panza, defined geometric lines and Ridge highlighted, or caudate.
Various anecdotes place him as a suitable hideout for don juanes villagers surprised in the romance, in alien land…
It is said that in 1875 an untamed soldier was visiting his sick son in the city, close to the historic Plaza de San Juan de Dios. He was betrayed and could be saved from being captured by the Spanish civil guards who were looking for him, hiding inside a voluminous tinajón.
The imagination of dozens of artisans tinkered with the soft mud in dissimilar inscriptions and ornamental motifs. The winch continued to turn generation after generation. Potters teachers laid the foundations of the current ceramic Camaguey.
In the typical patios of the Camagüey, sweating moisture of centuries, between arecas, flowers and ferns, still large and concave tinajones monitor time.
Agencies/JuanPereznet/Internet Photos/Arnoldo Varona / TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.
FOLLOW US ON TWITTER AND FACEBOOK. THECUBANHISTORY.COM
HISTORIA DE LOS FAMOSOS TINAJONES CAMAGÜEYANOS. Fotos.
Cuenta la historia cubana como describe en 1838 el habanero Antonio Bachiller y Morales los típicos tinajones camagüeyanos cuando visitó la ciudad de Santa María del Puerto del Príncipe.
“No abundan los aljibes; el agua se recoge en hermosas tinajas, colocadas en los patios, por su gran cantidad contendrán 4 ó 6 de ellas la cantidad de agua de un aljibe”.
El tinajón es el símbolo camagüeyano por antonomasia. Constituye la representación lugareña más enraizada. Por ello, a Camagüey se le conoce en toda Cuba como la “ciudad de los tinajones”. El tinajón Camagüeyano tiene antecedentes en la vasija andaluza. Fue la solución con la que alfareros procedentes del sur de España, asentados tempranamente en Puerto Príncipe, trocaron en almacenes de agua los recipientes antes empleados para guardar granos, vinos, aceites y otros líquidos. Aunque los tinajones se elaboraron masivamente en la región Agramontina a partir del siglo XVII, no son privativos de ella. Se hicieron también en otros lugares de Cuba: Trinidad y Sancti Spíritus, las Antillas, Jamaica e, inclusive, en la América del Sur: Chile y Perú, donde se recogió la tradición alfarera de la civilización incaica.
Del barro rojo de la Sierra de Cubitas comenzaron a fabricarse los tinajones desde los años del 1600, según noticias, a pesar de que no hay hoy día ningún tinajón inscrito con fecha tan remota. La más antigua data de 1760. Su producción tuvo el mayor auge en las décadas centrales del siglo XIX. A partir de 1868, con el inicio de las contiendas independentistas, quedó casi cancelada. Se restableció sólo entre 1878 y 1895, para luego cesar por completo. Todo hogar del Camagüey tenía al menos un tinajón.
El agua contenida dentro las frescas paredes era empleada para beber y cocinar, y se hizo brindis acostumbrado a las visitas de propios y extraños. Y muchos de estos terminaban casándose aquí… Por ello antaño y aún hoy suele decirse, en noviazgos y bodas semejantes al galán: ¡Ese tomó agua de tinajón!
En 1900 existían en la ciudad más de 16 mil tinajones. Hoy apenas quedan unos 2 500 de los originales. De uno a otro siglo los tinajones fueron variando la forma.
En esencia siempre quedó un modelo clásico que ha llegado hasta nuestros días. El típico tinajón camagüeyano es aquel de voluminosa panza, líneas geométricas delimitadas y cresta destacada, o amigdaloide.
Distintas anécdotas lo sitúan como escondite propicio para don juanes pueblerinos sorprendidos en pleno romance, en terreno ajeno…
Se dice que en 1875 un soldado mambí visitaba a su hijo enfermo en la ciudad, cerca de la histórica Plaza de San Juan de Dios. Fue delatado y pudo salvarse de ser capturado por los guardias civiles españoles que lo buscaban, escondiéndose dentro de un voluminoso tinajón.
La imaginación de decenas de artesanos jugueteó con el blando barro en disímiles inscripciones y motivos ornamentales. El torno siguió girando generación tras generación. Los maestros alfareros sentaron las bases de la actual cerámica camagüeyana.
En los típicos patios del Camagüey, transpirando humedad de siglos, entre arecas, flores y helechos, todavía vigilan el tiempo los grandes y ventrudos tinajones.
Agencies/JuanPérezNet/Internet Photos/Arnoldo Varona/ TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.