During the middle of the 19th century from China came to Cuba ‘culies’, an appellation used to designate shippers and low-skilled workers from China, must from the Canton region, with extensive knowledge of Botany and the practical experience of The traditional medicine of his country, which pleasantly impressed the population of the island by its results in the healing order.
The pioneer of these well-known individuals in the field of medicine was Kan Shi Kon, who installed his practice on Rayo Street, corner of Soledad, in Havana, while Ramon Lee, achieved success as a doctor in the heart of Chinatown , Among others, but the most famous was Chang Bom Biam.
He arrived in the Greater Antilles with some medical knowledge acquired in the Asian nation, and after working as a semiskilled in agricultural tasks in the area of Coliseo, Matanzas, graduated as a doctor and such were his achievements, which could be transferred to The capital, where it achieved a high clientele and reputation.
In his consultation, patients from all social strata were treated, terminally ill and terminated by other professionals in the field, who were cured by the use of remedies prepared from plants of curative properties, for which reason a Caribbean island was born Recurrent and popular phrase.
It was speculated at that time that Chinito practiced medicine illegally and is said to have been judicially prosecuted under these charges, reason why in 1871, left the capital to take refuge in the Matanzas city of Cárdenas, where he continued his work and created a Dispensary, until death knocked at his door.
The well-known reputation of Chang Bom Biam, transcends our days as well as the influence of traditional medicine of the Asian people, and so when someone is in serious health or in a big mess, Cubans exclaim: To that not He saves neither the Chinese doctor! Although in most cases they do not know the origin of the expression.
Precursores de la medicina tradicional china en Cuba. Plantas y Acupuntura.
Durante la mitad del siglo 19 procedentes de China, llegaron a Cuba ‘culíes’, apelativo utilizado para designar a los cargadores y trabajadores con escasa cualificación procedentes de la China, de la región de Cantón, con amplios conocimientos de Botánica y la experiencia práctica de la medicina tradicional de su país, que impresionaron gratamente a la población de la isla por sus resultados en el orden curativo.
El pionero de esos individuos de renombre en el campo de la medicina, fue Kan Shi Kon, quíen instaló su consultorio en la calle Rayo, esquina a Soledad, en La Habana, mientras Ramón Lee, alcanzó éxitos como médico en pleno corazón del Barrio Chino, entre otros, pero el más célebre resultó Chang Bom Biam.
Este arribó a la mayor de las Antillas con ciertos conocimientos de medicina adquiridos en la nación asiática, y tras trabajar como semiesclavo en tareas agrícolas en la zona de Coliseo, Matanzas, se graduó, como galeno y tales fueron sus logros, que pudo trasladarse a la capital, donde logró una alta clientela y reputación.
En su consulta eran atendidos pacientes de todos los estratos sociales, en estado terminal y desahuciados por otros profesionales del ramo, que el curar mediante la utilización de remedios preparados, a partir de plantas de propiedades curantivas, por cuya razón nació en la isla caribeña una recurrida y popular frase.
Se especuló en aquella época que el chinito ejercía la medicina de forma ilegal y se dice que resultó encausado judicialmente bajo esos cargos, por lo que en 1871, abandonó la capital para refugiarse en la ciudad matancera de Cárdenas, donde continuó su quehacer y creó un dispensario, hasta que la muerte tocó a su puerta.
La bien ganada fama de Chang Bom Biam, trasciende a nuestros días al igual que la influencia de la medicina tradicional del pueblo asíatico, y por eso cuando alguién está en grave estado de salud o en un gran lío, los cubanos exclaman: A ese no lo salva ni el médico Chino! aunque en la mayoría de las ocasiones desconocen el origen de la expresión.
Agencies/Arrajatable/Alberto Denis/Internet Photos/ Arnoldo Varona/ TheCubanhistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.