For decades belonging to a religion and being anything but heterosexual was stigmatized in Communist-ruled, macho Cuba, making the Mass held by three transgender pastors in the western Cuban city of Matanzas all the more groundbreaking.
Rainbow flags decorated the chapel, while the pastors, who had flown in from Brazil, Canada and the United States, wore stoles in the trans hues of light blue, pink and white and the congregation swayed to Caribbean beats.
Friday was the first time a trans pastor held a Holy Communion in Cuba, highlighting how much the island nation has changed since both religious believers and homosexuals went to “correctional” labor camps in the early years after the 1959 revolution.
“Tonight has been a night of celebration of equality between all people, marking a new era for Cuba,” said Alexya Salvador, a Brazilian trans pastor, born Alexander, wearing a black dress with a white clerical collar and lacy sleeves she made herself.
“God’s love is radically inclusive.”
The Mass on Friday was the highlight of a three-day conference on transsexuality and theology organized by the Matanzas-based Cuban branch of the international Metropolitan Community Church.
“This is not only a first of its kind event for Cuba, but certainly one of the very first ever to be held anywhere in the world,” said Allyson Robinson, a trans Baptist reverend from Washington.
The conference took place ahead of the 10th anniversary, next weekend, of Cuba celebrating the global day against homophobia, and included a raucous “transformist” party as well as a variety of panels on theology and personal experiences.
In one, Salvador argued God was transgender, given the Holy Trinity was made up of the Holy Spirit, which she views as feminine, the Father and the Son.
Elaine Saralegui, a lesbian pastor who founded the Cuban branch of the MCC nearly two years ago, said she hoped the conference would foster greater inclusion of trans people and prove that being trans and Christian were not incompatible.
“I leave with having learnt a lot of things I can share with other trans,” said one participant, a 26-year-old Cuban trans woman called Malu Duardo, “in particular that there is a God for everyone.”
Saralegui’s congregation numbers around 35 but she said she also gets asked to hold Mass at lesbian, gay, bisexual, and trans (LGBT) activist events around the rest of the island nation of 11 million inhabitants.
“Nearly always they ask me to hold a liturgy there, so we have to improvise wine, bread and hold a (Lord’s) supper anywhere,” she said.
The trans pastors said they were impressed by Cuba’s progressiveness in some respects, for example providing state-financed sex reassignment.
The country was clearly lagging the rest of the Americas in other ways though, they said. Same-sex couples may not marry or adopt children and a promised update to Cuba’s family code has been slow to materialize.
“Everyone should have the right to have a family,” said Salvador, who has adopted two children, including a trans girl. “I believe this touch of God will also happen in the Cuban community.”
Por primera vez en Cuba se celebra Misa dirigida por un pastor transgénero.
Durante décadas pertenecientes a una religión y siendo todo menos heterosexuales fue estigmatizado en la Cuba machista y gobernada por los comunistas, lo que hizo que la Misa celebrada por tres pastores transexuales en la ciudad de Matanzas, en el occidente cubano, fuera aún más innovadora.
Las banderas del arco iris adornaban la capilla, mientras que los pastores, que habían volado desde Brasil, Canadá y Estados Unidos, llevaban estolas en tonos trans de azul claro, rosado y blanco y la congregación se balanceaba a ritmos del Caribe.
El viernes fue la primera vez que un pastor trans celebró una Santa Comunión en Cuba, destacando cuánto ha cambiado la nación insular desde que los creyentes religiosos y los homosexuales fueron a campos de trabajo “correccionales” en los primeros años después de la revolución de 1959.
“Esta noche ha sido una noche de celebración de la igualdad entre todas las personas, marcando una nueva era para Cuba”, dijo Alexya Salvador, una pastor brasileña nacida Alexander, vestida con un vestido negro con un cuello clerical blanco y mangas de encaje que ella misma hizo.
“El amor de Dios es radicalmente inclusivo.”
La Misa del viernes fue el punto culminante de una conferencia de tres días sobre transexualidad y teología organizada por la filial cubana de Matanzas de la Iglesia Metropolitana Internacional.
“Este no es sólo el primer evento de su clase para Cuba, pero ciertamente uno de los primeros en ser celebrado en cualquier parte del mundo”, dijo Allyson Robinson, un reverendo bautistas de Washington.
La conferencia tuvo lugar antes del décimo aniversario, el próximo fin de semana, de Cuba celebrando el día mundial contra la homofobia, e incluyó un partido “transformista” escandaloso, así como una variedad de paneles sobre teología y experiencias personales.
En uno, Salvador argumentó que Dios era transgénero, dado que la Santísima Trinidad estaba compuesta por el Espíritu Santo, que ella ve como femenino, el Padre y el Hijo.
Elaine Saralegui, un pastor lesbiano que fundó la sucursal cubana del MCC hace casi dos años, dijo que esperaba que la conferencia fomentara una mayor inclusión de las personas trans y demostraría que ser trans y cristiano no eran incompatibles.
“Dejo con haber aprendido muchas cosas que puedo compartir con otras trans”, dijo una participante, una mujer trans de Cuba de 26 años llamada Malu Duardo, “en particular que hay un Dios para todos”.
La congregación de Saralegui tiene alrededor de 35 años, pero ella dijo que también se le pidió que celebrara misa en eventos de activistas lesbianas, gays, bisexuales y trans (LGBT) alrededor del resto de la isla de 11 millones de habitantes.
“Casi siempre me piden que celebre una liturgia allí, así que tenemos que improvisar vino, pan y celebrar una cena (del Señor) en cualquier lugar”, dijo.
Los pastores trans afirmaron que estaban impresionados por la progresividad de Cuba en algunos aspectos, por ejemplo proporcionando reasignación de sexo financiada por el estado.
Sin embargo, el país estaba claramente rezagado con el resto de las Américas en otros aspectos. Las parejas del mismo sexo no pueden casarse o adoptar niños y una actualización prometida al código de la familia de Cuba ha tardado en materializarse.
“Todos deben tener derecho a tener una familia”, dijo Salvador, quien ha adoptado dos hijos, entre ellos una niña trans. “Creo que este toque de Dios también ocurrirá en la comunidad cubana”.
Agencies/Reuters/Sarah Marsh and Annette Rios/Internet Photos/ Arnoldo Varona/ TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.