“VICIOS” CUBANOS, “LA CHARADA” Y “EL PARLÉ”. FOTOS.
Vamos de nuevo sobre los “vicios” cubanos, pero no sin antes aclarar a aquellos que esta palabra no le resulte adecuada que, según la Real Academia Española de la Lengua, VICIO es “gusto especial o demasiado apetito de algo, que incita a usarlo frecuentemente y con exceso”. Es decir, que si juegas a la Lotería con frecuencia… eres un “vicioso”, pero eso no es malo…
Como ya es comenté en la publicación anterior, la lotería nos llegó de España, efectuándose el primer sorteo el 11 de septiembre de ese año, con dos premios mayores de diez mil y cinco mil pesos, siendo premiados los números 13 406 y el 13 380, ambos vendidos en Santiago de Cuba.
Pero además de los billetes de lotería, existía la “bolita” o “charada” de inspiración china, juegos que también formaban parte de la cultura del cubano. Sin dudas eran una opción tentadora, especialmente para los más pobres, ilusionados con un golpe de suerte que les permitiera salir de la indigencia. En ocasiones los sueños se relacionaban con los números de la charada, por ser considerados como una “señal” de que el número asociado con lo que se soñó saldrá premiado.
A comienzos de la República, los interventores norteamericanos prohibieron la Lotería Nacional, a la cual identificaron como fuente de vicios y corrupción colonial. Posteriormente fue restablecida, pero se dictaron nuevas disposiciones judiciales.
Por la cantidad y variedad de juegos prohibidos, podemos tener una idea de cuánto se jugaba en la Isla. Publicado en 1908 por la Imprenta “La Prueba», Obrapía 99. La Habana:
DE LA LEY DE ENJUICIAMIENTO CRIMINAL. JUEGOS Y RIFAS PROHIBIDAS
Son juegos prohibidos y por lo tanto perseguibles, los siguientes:
El Billar Romano. El Picado. El Pocker. El Bacarat. Las “31” y “41”. Banca falluta. El Monte. El Mus. El Tablero (de damas y yescas). El Pitintín. El Morito. El Paco-piú. Iva Carteta. Los Chirimbolos. Las yy2. Las 3 cartas. La Ruleta. Loterías (francesas ó de cartones). El Julepe. El Burro, con plante y pase. El Golfo. El Pescado. El Cañé. El Faraón. El “30” y “40”. Rifas con Naipes. Cajita con 3 bolas. La Rifa Chiffá. La Aguja. Los Páticos. Los Dados. El Silo. Los Botones ó Maíz. Las Chapas. La Cinta. La Bolita.
Dos productos complementarios y sucedáneos de la lotería en Cuba fueron la charada y la bolita. La primera tiene un origen diferente y propio, pero la bolita es algo así como una hija adoptiva de la Lotería.
Una estadística de 1957 del dinero que invertían los cubanos, todos los años, en billetes de lotería, versos de la charada y centenas y terminales de la bolita, arroja una cifra fluctuante entre los $90 y los $100 millones. ¿En qué consistían estos juegos?
LA CHARADA
Los chinos introducidos en Cuba como colonos a mediados del siglo XIX, sobre esto ya les publiqué, se consideran que fueron los que expandieron el juego del “paco pío” y el “cheffá”, lo que posteriormente sería llamado “charada”. Esta última es una palabra de origen francés y viene a ser como un tipo de adivinanza.
De donde resulta que la charada, aplicada al juego, es una adivinanza que teóricamente da la pista de un número guardado en un sobre y que se cuelga a la vista de los participantes. El simbolismo cabalístico de la charada comprende varios animales o “bichos”, a cada uno de los cuales corresponde un número. Por eso, cuando el sobre con el número premiado aún no ha sido abierto, se decía que “el bicho está colgao”.
En Cuba la charada es una tabla compuesta de 100 número consecutivos del 1 al 100. Los primeros 36 número están tomados de la llamada charada china o cheffá, los restantes son producto de la imaginación popular.
¿Cómo se jugaba entonces a la charada? ¿Cuándo se tira? ¿Qué se gana?
Se tiraba—en diversos lugares— dos veces al día: por la tarde y por la noche. Se jugaba por “cuartillos” (tres centavos o dos números por un medio) que ganan, $1.50, cuando sale el número, aunque el público a veces sólo recibe como pago $1.40.
La tirada se efectúa una o dos horas antes de la bolita, para dar oportunidad a los jugadores a efectuar un “pase” a esta última. La charada es un acertijo en la que se trata de adivinar una palabra, dando indicaciones sobre su significado.
Digamos que el verso es… “una niña que todo lo brinda”, y que hay un feliz mortal que engrampa el 16 con un cuartillo. Entonces, su premio ($1.40) o parte de éste, previo acuerdo con el intermediario del banco de apuntación queda automáticamente invertido en un número de la bolita.
EL PARLÉ
El juego de la bolita necesitaba un impulso renovador, y las bancas lograron algo en tal sentido al introducir el “parlé”.
La nueva forma convirtió la bolita en un instrumento que probó su flexibilidad sobre la charada, enquistada en los tipos tradicionales. Claro que la charada mantiene su público, porque le da más oportunidades de ganar al jugador, aunque los premios sean inferiores.
En la charada hay usualmente treinta y seis números, y luego de una tirada varios de ellos pueden quedar “presos”, de manera que se les elimina en el próximo sorteo y el número de probabilidades de acertar se incrementa.
En la bolita hay mil números. Pero se puede jugar a un “fijo” o a un “corrido”, a una “centena” o a un “terminal”, o a varios de ellos al mismo tiempo. Una moneda de cinco centavos, un “medio”, fijo a la centena gana veinte pesos, si sale. Y el “medio”, corrido cinco pesos.
FIJO es el número que sale en la primera bolita. CORRIDO cualquiera de los otros dos.
Todavía hoy muchos cubanos juegan la Charada en la isla. Pocos disponen de SMS, ni Twitter o “celulares”, pero se las arreglan para conocer estos y otros asuntos que le interesan. La peculiar forma de comunicarse pasa inadvertida para un extraño o un policía. Ahora no hay tantas reservas. Como lo hace Amaro, un hombre que entre la bolita y el ron gasta su dinero y cada noche en la pared de una tienda en la Calzada 10 de Octubre, apunta con tiza los números que salieron.
Agencies/MemoriasCubanas/Derubín Jácome/ Internet Photos/ Arnoldo Varona/ TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.