If we go back to the origins of the history of the currency in Cuba, we could point to indications in the early days of the colony with Spain, between 1512 and 1515, when gold bars were used in Bayamo and Santiago de Cuba. Divided according to the volume of the transactions, in order to cover the need of money that had our colonizers for the operations of commerce.
The desire to have an authentic Cuban coin only came to fruition when Father de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes, in 1869, achieved the emission of paper money, printed in New York during the War of Ten Years.
It is known that the first coin-shaped pieces that were minted in Cuba date back to 1741, as a result of the blockade of Santiago de Cuba by US troops during the so-called “Jenkins Ear War” Use these parts in the presence of a lack of circulation.
Naturally the rusticity and a proportion in metal inferior to its value were characteristic of these artisan pieces. But it may be said at the discretion of those skilled in the art that they are the only pieces hitherto known that were minted in Cuba before the beginning of the activities of the Cuban Company of Minerals in July 1977.
HISTORIA DE LAS MONEDAS CUBANAS.
Si nos remontamos a los orígenes de la historia de la moneda en Cuba, podríamos señalar indicios en los primeros tiempos de la colonia con España, entre 1512 y 1515, cuando se utilizaron barras de oro fundidas en Bayamo y Santiago de Cuba, las cuales se fraccionaban de acuerdo al volumen de las transacciones, a fin de cubrir la necesidad de dinero que tenían nuestros colonizadores para las operaciones de comercio.
El deseo de tener una moneda autentica cubana solo vino a plasmarse cuando el Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes, en 1869, logró la emisión de papel moneda, impreso en Nueva York durante la Guerra de los Diez Años.
Se conoce que las primeras piezas con características de moneda que fueron acuñadas en Cuba, se remontan a 1741, cuando producto del bloqueo de Santiago de Cuba por las tropas estadounidenses, durante la llamada “Guerra de la Oreja de Jenkins” se originó la necesidad de utilizar dichas piezas ante la falta de circulante.
Lógicamente la rusticidad y una proporción en metal inferior a su valor fueron características de estas piezas artesanales. Pero puede decirse a criterio de entendidos en la materia que son ellas las únicas piezas hasta ahora conocidas que fueron acuñadas en Cuba antes del comienzo de las actividades de la Empresa Cubana de Acuñaciones en julio de 1977.
Agencies/RadioEnciclopepdia/Juan B. Rodríguez/Internet Photos/Arnoldo Varona/TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.