Aware of the fragility of dynastic succession, General Raul Castro is placing his trusted generals in full control of the three Strategic Regions of the Cuban Armed Forces. This is an exercise to facilitate succession through a Military Junta.
Hurricane Irma severely damaged the electrical, water, housing, transportation, agricultural and tourism infrastructures. To deal with the massive devastation, General Raul Castro, acting as the supreme commander of the National Defense Council, strengthened the Armed Forces authority in Cuba by naming three generals to manage the Strategic Regions with overriding power over the governing agencies of the State.
In control of these Strategic Regions are General Leopoldo Cintra Frias (Western Region), General Joaquin Quintas Sola (Central Region) and General Ramon Espinosa Martin (Eastern Region). These generals are highly trusted in the Castro family’s inner circle of power. The generals in charge of the three armies, Eastern, Central and Western, remain in their existing position but are now subordinate to the new structure.
The Strategic Regions Authority is specifically framed in Cuba’s communist constitution (Article 101- Law No.75) for exceptional national emergencies. It provides total control over the Armed Forces, Communist Party departments and all government bureaucracies including food and water distribution, as well as judicial and economic activities. These three generals are in fact proconsuls of their strategic regions under the supreme command of General Raul Castro.
This natural disaster has created a crisis of multiple complexities. After hurricane Irma, the generals are at the mercy of uncontrollable events. It is evident that a catastrophe of such magnitude has placed the communist regime in a fragile predicament.
Hurricane Irma’s devastation has brought Cuba’s infrastructure to its breaking point and some crucial public services to the verge of collapse. The hurricane’s fury has crippled the island’s substandard economy and General Raul Castro’s financial ability to pay for reconstruction.
With the economy in shambles and Venezuela’s subsidy in a deep decline, Cuba has few substantial sources of revenue. One source are remittances, mostly from Cubans in Miami with relatives in the island. The other is drug trafficking- an old trade Cuba’s regime has significant experience in.
In 1991, immediately after the disintegration of the Soviet Union and its massive subsidy to the island, Fidel Castro activated a powerful Cuban presence in the billion dollar cocaine market in the U.S. and Europe. Presently, Raul Castro’s veteran, elite force is back in the drug business with Colombian and Venezuelan drug cartels.
It is evident that the rebuilding process will be long and difficult. A declining economy, low productivity and corruption will not produce the required wealth for the task of repairing the collapsing infrastructure.
This is a major concern of the military elite since greater public dissatisfaction after a long period of misery and poverty could evolve into demands for solutions and even a possible rebellion. Public dissatisfaction and hopelessness could quickly develop into open opposition against the Communist regime.
Author: Pedro Roig is Executive Director of the Cuban Studies Institute. Roig is an attorney and historian that has written several books, including the ‘Death of a Dream: A History of Cuba’.
(OPINIÓN) CUBA POR DENTRO: SUCESIÓN A TRAVÉS DE UNA JUNTA MILITAR?
Consciente de la fragilidad de la sucesión dinástica, el general Raúl Castro está poniendo a sus generales de confianza en pleno control de las tres Regiones Estratégicas de las Fuerzas Armadas Cubanas. Este es un ejercicio para facilitar la sucesión a través de una Junta Militar.
El huracán Irma dañó severamente las infraestructuras de electricidad, agua, vivienda, transporte, agricultura y turismo. Para hacer frente a la devastación masiva, el General Raúl Castro, que actuaba como comandante supremo del Consejo de Defensa Nacional, fortaleció la autoridad de las Fuerzas Armadas en Cuba nombrando a tres generales para que gestionaran las Regiones Estratégicas con poder primordial sobre los órganos rectores del Estado.
En control de estas Regiones Estratégicas se encuentran el General Leopoldo Cintra Frias (Región Occidental), el General Joaquín Quintas Sola (Región Central) y el General Ramón Espinosa Martín (Región Oriental). Estos generales son altamente confiables en el círculo de poder de la familia Castro. Los generales a cargo de los tres ejércitos, oriental, central y occidental, permanecen en su posición actual, pero ahora están subordinados a la nueva estructura.
La Autoridad de Regiones Estratégicas está específicamente enmarcada en la Constitución comunista de Cuba (Artículo 101- Ley No.75) para emergencias nacionales excepcionales. Proporciona un control total sobre las Fuerzas Armadas, los departamentos del Partido Comunista y todas las burocracias gubernamentales, incluyendo la distribución de alimentos y agua, así como las actividades judiciales y económicas. Estos tres generales son en realidad procónsules de sus regiones estratégicas bajo el mando supremo del general Raúl Castro.
Este desastre natural ha creado una crisis de múltiples complejidades. Después del huracán Irma, los generales están a merced de acontecimientos incontrolables. Es evidente que una catástrofe de tal magnitud ha colocado al régimen comunista en una situación frágil.
La devastación del huracán Irma ha llevado a la infraestructura de Cuba a su punto de ruptura y algunos servicios públicos cruciales al borde del colapso. La furia del huracán ha paralizado la economía deficiente de la isla y la capacidad financiera del general Raúl Castro para pagar la reconstrucción.
Con la economía en ruinas y el subsidio de Venezuela en un profundo declive, Cuba tiene pocas fuentes sustanciales de ingresos. Una fuente son las remesas, en su mayoría de cubanos en Miami con parientes en la isla. El otro es el narcotráfico, un antiguo comercio en el que el régimen de Cuba tiene una experiencia significativa.
En 1991, inmediatamente después de la desintegración de la Unión Soviética y su subsidio masivo a la isla, Fidel Castro activó una poderosa presencia cubana en el mercado de cocaína de los mil millones de dólares en los Estados Unidos y Europa. En la actualidad, la veterana fuerza de élite de Raúl Castro está de vuelta en el negocio de drogas con los cárteles colombianos y venezolanos de la droga.
Es evidente que el proceso de reconstrucción será largo y difícil. Una economía en declive, baja productividad y corrupción no producirá la riqueza necesaria para la tarea de reparar la infraestructura que se derrumba.
Esta es una preocupación importante de la élite militar, ya que una mayor insatisfacción pública después de un largo período de miseria y pobreza podría convertirse en demandas de soluciones e incluso una posible rebelión. La insatisfacción pública y la desesperanza podrían convertirse rápidamente en una abierta oposición contra el régimen comunista.
Autor: Pedro Roig es Director Ejecutivo del Instituto de Estudios Cubanos. Roig es un abogado e historiador que ha escrito varios libros, incluyendo la muerte de un sueño: una historia de Cuba.
Agencies/BabaluBlog/Cuban Studies Inst./Alberto de la Cruz/ Internet Photos/ Arnoldo Varona/ TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.