The slaves arrived to Cuba from distant African lands during the XVI century, brought in the dirty cellars of the slave ships, customs and traditions and if they are talking, they incorporated their own voices into the Spanish language, which despite the implacable passage of time persist until our days. The use of black labor, after the almost extermination of the aborigines in the colonial era, left traces of the various dialects within lexicon and phonetics on the island, even for the Spanish, who succeeded in imposing Castilian as the language that we Cubans are talking about today.
The voices used by some people in marginal neighborhoods, especially in Havana, belong to the efik language of Calabar, which is currently the capital of the Cross River State, in Nigeria, where hundreds of men came to the largest island of the Antilles. women, captured as animals and subjected to slavery.
The words used in that environment are not vulgar or of antisocial origin, such is the case of the verb ñampiar, which means to kill for the natives of the African area of Calabar and they say that in Havana in the 30s there was a character that He used to visit funeral homes, even if he did not know the deceased.
His practice, which consisted of greeting the mourners, offering their condolences, approaching the box, sitting down and saying goodbye punctually at 10 o’clock at night, after consulting his pocket watch, it became habitual, to the extreme that people He began to call it by the nickname of “Námpiti Sparrow”, in reference to the aforementioned word.
It is said that he appeared neat and impeccably dressed in a black hat and coat in the various places dedicated to the funeral honors in the capital city, and paradoxically, on the day of his death, very few came to the wake of whoever he was in life, Námpiti Sparrow , creator of the popular and very Cuban expression.
CUBANISIMAS FRASES POPULARES IMPORTADAS: LO QUE QUIERE DECIR “ÑÁNPITÍ GORRIÓN”
Los esclavos llegados a Cuba desde lejanas tierras africanas durante el siglo XVI, trajeron en las sucias bodegas de los barcos negreros costumbres y tradiciones y si del hablar se trata, incorporaron voces propias al idioma español, que a pesar del implacable paso del tiempo persisten hasta nuestros días. El empleo de la mano de obra negra, tras el casi exterminio de los aborígenes en la época colonial, dejó huellas de los diversos dialectos dentro de léxico y la fonética en la isla, incluso para los españoles, que lograron imponer el castellano como la lengua que hablamos los cubanos en la actualidad.
Las voces usadas por algunas personas en barrios marginales, especialmente de La Habana, pertenecen a la lengua efik de Calabar, que actualmente es la capital del estado de Cross River, en Nigeria, de donde llegaron a la mayor de las Antillas cientos de hombres y mujeres, capturados como animales y sometidos a la esclavitud.
Las palabras utilizadas en ese ambiente no son vulgares ni de origen antisocial, tal es el caso del verbo ñampiar, que quiere decir matar para los oriundos de la zona africana de Calabar y cuentan que en La Habana de la década del 30 existió un personaje que acostumbraba a visitar las funerarias, aunque no conociera al difunto.
Su práctica, que consistía en saludar a los dolientes, ofrecerles su pésame, acercarse a la caja, sentarse y despedirse puntualmente al filo de las 10 de la noche, luego de consultar su reloj de bolsillo, se hizo habitual, al extremo que la gente comenzó a llamarlo por el mote de “Námpiti Gorrión”, en alusión al citado vocablo.
Se dice, que se presentaba pulcra e impecablemente vestido de saco y sombrero negro en los diversos lugares dedicados a las honras fúnebres en la ciudad capitalina, y paradojicamente, el día de su fallecimiento muy pocos acudieron al velorio de quien en vida fuera, Námpiti Gorrión, artífice de la popular y cubanísima expresión.
Agencies/Arrajatabla/Alberto Denis/Internet Photos/ Arnoldo Varona/ TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.