When one speaks of Varadero, one can not fail to mention a work that was nothing more than the dream of a well-known American millionaire Dupont in the years before the Revolution in Cuba. We can not stop talking about “Xanadu”, or the house of Dupont or the Mansion Las Américas as it has been called indistinctly.
This story has been told by fishermen from the area whose parents had been employees of the Dupont family before 1959.
The mansion was completed on December 30, 1930, after the American millionaire of French origin Alfred Irenee Dupont for 90 thousand pesos bought 180 hectares of land in the Hicacos Peninsula, a long and narrow strip of land that goes into the sea and where is Varadero. The property included eight kilometers of virgin land, but he chose the rocky hills of San Bernardino.
In 1927, the 49-year-old American millionaire then retired from the presidency of the chemical empire that his grandfather Éleuthère had created in 1802 and began looking for a quiet place to spend his retirement. Like many Americans of that time he found it in Cuba. It was his dream come true.
The Xanadu Mansion Today. Tourism.
The design of the house was entrusted to Govantes and Cabarrocas, one of the most prestigious architectural firms that Cuba has had. The construction cost one million 300 thousand dollars, a fortune for that time and was in charge of the Frederick Snare Corporation, the same one that years later built the emblematic Hotel Havana Hilton, today Habana Libre, and that developed the urbanization Country Club, the current Cubanacán including the Laguito and that was the idea of the North American engineer Frederick Snare.
Snare arrived in Cuba in 1899 and undertook work in the city of Matanzas, then founded in New Jersey the construction company that operated under his name and had subsidiaries in Chile, Colombia, Ecuador, Peru, Puerto Rico, Venezuela and of course Cuba, where he executed some of the most important works that were undertaken on the Island during the first half of the 20th century, such as the installations of the US naval base in Guantánamo, the aqueduct of Santiago de Cuba, the Tarafa port in Camagüey, and the plants Nickel of Nicaro and Moa, among many others, as well as the on-site inspection of the construction of the tunnel of the bay of Havana.
For the construction of Xanadu, precious woods such as mahogany, cedar, sabicú and jiquí were brought from Santiago de Cuba to the ceilings, doors, railings and columns, as well as Cuban, Italian and Spanish marble for the bathrooms. He also created a golf course on the ground in front of the house. Dupont had domesticated several iguanas that, like little dogs, came to eat from his hand. ”
At the end of 1949, the construction, at a cost of three million pesos, of the famous “Internacional” hotel began. The land where this hotel of about 14 thousand square meters was built, was sold by Dupont, through the Company “Peñas de Hicacos S. A” in 150,000 pesos, at 120 pesos per square meter (he had paid it to 4 or 5 cents).
In the summer of 1957, Mr. Irenee Dupont left an afternoon of the Xanadu Mansion, when the rain stopped, and when he went down one of the stairs he slipped and broke his leg. He was transferred to the United States and never returned to Varadero.
He died in that country on December 12, 1963 at 86 years of age. Interestingly, this same day was inaugurated, in the mansion built by him in Varadero, the restaurant “Las Americas”. Thus ended a dream, which for its owner had become a reality for years.
EL SUEÑO DEL MILLONARIO NORTEAMERICANO DUPONT EN CUBA: LA MANSIÓN “XANADU”.
Cuando se habla de Varadero no puede dejar de mencionarse una obra que no fue mas que el sueno de un conocido millonario norteamericano Dupont en los años antes de la Revolucion en Cuba. No podemos de dejar de hablar de “Xanadu”, o la casa de Dupont o la Mansión Las Américas como se ha llamado indistintamente.
Esta historia ha sido narrada por pescadores del área cuyos padres habían sido empleados de la familia Dupont antes de 1959.
La mansión fue terminada el 30 de diciembre de 1930, después que el millonario estadounidense de origen francés Alfred Irenee Dupont por 90 mil pesos compró 180 hectáreas de tierra en la Península de Hicacos, larga y estrecha franja de tierra que se adentra en el mar y donde se encuentra Varadero. La propiedad incluía ocho kilómetros de terrenos vírgenes, pero él escogió las colinas rocosas de San Bernardino.
En 1927, el millonario estadounidense entonces de 49 años, se retiró de la presidencia del imperio químico que en 1802 había creado su abuelo Éleuthère y comenzó a buscar un lugar tranquilo donde pasar su jubilación. Al igual que muchos norteamericanos de aquella época lo encontró en Cuba. Fue su sueño hecho realidad.
El diseño de la casa le fue encomendado a Govantes y Cabarrocas, una de las firmas de arquitectos más prestigiosas que ha tenido Cuba. La construcción costó un millón 300 mil dólares, toda una fortuna para esa época y estuvo a cargo de la Frederick Snare Corporation, la misma que años más tarde construyera el emblemático Hotel Havana Hilton, hoy Habana Libre, y que desarrolló la urbanización Country Club, la actual Cubanacán incluyendo el Laguito y que fue idea del ingeniero norteamericano Frederick Snare.
Snare llegó a Cuba en 1899 y acometió obras en la ciudad de Matanzas, luego fundó en New Jersey la empresa constructora que operó bajo su nombre y contó con filiales en Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Puerto Rico, Venezuela y por supuesto Cuba, donde ejecutó algunas de las obras más importantes que se acometieron en la Isla durante la primera mitad del siglo XX, como las instalaciones de la base naval norteamericana en Guantánamo, el acueducto de Santiago de Cuba, el puerto Tarafa, en Camagüey, y las plantas de níquel de Nicaro y Moa, entre muchas otras, así como la inspección a pie de obra de la construcción del túnel de la bahia de La Habana.
Para la construcción de Xanadu se trajeron de Santiago de Cuba maderas preciosas como caoba, cedro, sabicú y jiquí para los techos, puertas, barandas y columnas, así como mármoles cubanos, italianos y españoles para los baños. También creó un campo de golf en el terreno frente a la casa. Dupont había domesticado varias iguanas que como perritos venían a comer de su mano”.
A finales de 1949, se inicia la construcción, a un costo de tres millones de pesos, del famoso hotel “Internacional”. El terreno en donde se construyó este hotel de unos 14 mil metros cuadrados, fue vendido por Dupont, a través de la Compañía “Peñas de Hicacos S. A” en 150.000 pesos, a unos 120 pesos el metro cuadrado (él lo había pagado a 4 o 5 centavos).
En el verano de 1957, Mr. Irenee Dupont salió una tarde de la Mansión Xanadú, al cesar la lluvia, y al bajar una de las escaleras resbaló y se partió una pierna. Fue traslado a los Estados Unidos y nunca más regresó a Varadero.
Falleció en ese país el 12 de diciembre de 1963 a los 86 años de edad. Curiosamente, este mismo día se inauguró, en la mansión construida por él en Varadero, el restaurante “Las Américas”. Así terminó un sueño, que para su dueño se habia convertido en realidad por años.
Agencies/Memorias Cubanas/Carlos Rodríguez/Internet PHotos/ Arnoldo Varona/ TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.