FRANCE OPENS ITS DOORS TO THE ECONOMIC COOPERATION WITH CUBA.
France became the first European country to strengthen ties with the new president of Cuba, Miguel Diaz-Canel, whose country they have destined investments despite the embargo that the United States has been applying since 1962, intensified after the arrival of Donald Trump. France has around 30 companies working on the island.
The French Minister of Foreign Affairs, Jean-Yves Le Drian, met on Saturday 28 July with the President of Cuba as part of a brief visit to the Caribbean island to “strengthen” the links between Paris and Havana. Díaz-Canel and Le Drían described the development of economic and commercial relations as “favorable” and “recognized the growing role of French companies” in the island’s economy, especially in the electricity, transport and construction sectors.
In the run-up to the arrival of Le Drian, Cuba and France announced a railway development agreement for 40 million euros or 46 million dollars.
The “collaboration project between the Union of Railways of Cuba (UFC) and the National Society of French Railways (SNCF) will allow the modernization of the Luyanó workshops in Havana and Camagüey,” according to the official Cuban newspaper Granma.
The idea is to put diesel locomotives to work, recover the wagons destined for the transport of passengers and rescue the so-called “French train”, which is now going through a period of frequent cancellations of its itineraries and breaks that paralyze it for days in the workshops of the UFC.
In October 2016, both countries created a fund of 231 million euros, which resulted from the structuring and dispensation of a large part of the Cuban debt with France. With this fund, that part of the debt will be converted into investments.
The news has been well received in a country that has seen abruptly the capacity of transportation through the rail network. If in 1992 Cuban trains moved 33 million passengers, in 2016 that figure had fallen to 7.8 million, according to data compiled by the National Office of Statistics and Information (ONEI).
However, among the UFC employees the most widespread opinion is that the national railroad needs more than patches and donations.
“It is necessary to make a comprehensive and profound restructuring because the entire road network is almost a century behind and repair shops do not have modern structures, so every time a locomotive or a car is driven, they break quickly”, they need.
In recent years France has positioned itself strongly in Cuba, where companies such as Bouygues, one of the giants of industry and construction, execute much of the civil work that is carried out in the country, especially hotels.
FRANCIA ABRE SUS PUERTAS A LA COOPERACIÓN ECONÓMICA CON CUBA.
Francia se convirtió en el primer país europeo en estrechar lazos con el nuevo presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, a cuya nación han destinado inversiones pese al embargo que aplica Estados Unidos desde 1962, recrudecido tras la llegada al poder de Donald Trump. Francia tiene alrededor de 30 empresas trabajando en la isla.
El ministro francés de Relaciones Exteriores, Jean-Yves Le Drian, se reunió el pasado sábado 28 de julio con el Presidente de Cuba en el marco de una breve visita a la isla caribeña para “fortalecer” los vínculos entre París y La Habana. Díaz-Canel y Le Drían calificaron de “favorable” el desarrollo de las relaciones económicas y comerciales y “reconocieron el papel creciente de empresas francesas” en la economía de la isla, sobretodo en los sectores eléctricos, de transporte y de la construcción.
En la antesala a la llegada de Le Drian, Cuba y Francia anunciaron un acuerdo de desarrollo ferroviario por 40 millones de euros o 46 millones de dólares.
El “proyecto de colaboración entre la Unión de Ferrocarriles de Cuba (UFC) y la Sociedad Nacional de Ferrocarriles Franceses (SNCF) permitirá la modernización de los talleres de Luyanó en La Habana y Camagüey”, según informó el diario oficial cubano Granma.
La idea es poner a funcionar las locomotoras diésel, recuperar los vagones destinados al transporte de pasajeros y rescatar el llamado “tren francés”, que ahora atraviesa un momento de frecuentes cancelaciones de sus itinerarios y roturas que lo paralizan por días en los talleres de la UFC.
En octubre de 2016 ambos países crearon un fondo de 231 millones de euros, que resultó de la estructuración y dispensa de buena parte de la deuda cubana con Francia. Con este fondo, esa parte de la deuda se convertirá en inversiones.
La noticia ha sido bien recibida en un país que ha visto caer abruptamente las capacidades de transportación a través de la red ferroviaria. Si en 1992 los trenes cubanos trasladaron a 33 millones de pasajeros, en 2016 esa cifra había caído hasta los 7,8 millones, según datos recopilados por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).
Sin embargo, entre los empleados de la UFC la opinión más extendida es que el ferrocarril nacional necesita más que remiendos y donaciones.
“Hay que hacer una reestructuración integral y profunda porque toda la red vial tiene casi un siglo de atraso y los talleres de reparaciones tampoco cuentan con estructuras modernas, por eso cada vez que se pone a circular una locomotora o un vagón se rompen rápidamente”, precisan.
En los últimos años Francia se ha posicionado con fuerza en Cuba, donde empresas como Bouygues, uno de los gigantes de la industria y la construcción, ejecutan buena parte de la obra civil que se lleva a cabo en el país, sobre todo hoteles.
Agencies/ ELUniversal/Amanda Acevedo/ Internet Photos/ Arnoldo Varona/ TheCubanhistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.