A CUBAN MYTHOLOGICAL CHARACTER: THE GÜIJE.
From Cuban mythology is born the Güije, a kind of goblin that lives in rivers, puddles, streams, lagoons and mountains, always entangled in Nature itself, without explanations perhaps as a guardian when Man indiscriminately ends it.
In each town of the largest of the Antilles there is, at least, a story about them, because no one escapes the magic of those tiny beings of dreams.
Rough and mocking, evil or bloodthirsty but in love and lascivious. Lovers of ripe fruits, cooked pork and guava candy or some rum addicts … elusive and naughty.
The prominent Cuban historians José Luciano Franco and José Rafael Lauzán agreed in affirming that the güijes were created by the Spanish colonizers to frighten the children and prevent them from bathing at will in the rivers and lagoons of the island. Ignorance gave loose reins in the beliefs of adults who spread it.
Part of the popular imaginary left faith in its multiple versions among which highlights those fantastic beings arrived at the Antilles encased in a botija brought from Africa in a Portuguese ship dedicated to slave traffic. Upon reaching the mainland, the clay vessel broke and the imps were released.
Many claim to have seen it, sitting somewhere, but nobody confirms it. Other stories relate that once managed to catch him …. Fed by Christian, Jewish, Chinese and African beliefs is described as a human being of black race and small stature that lives hidden waiting for the careless walker to cast some spell and kidnapped into the water forever.
That is why El Güije appears in literature, music, plastic arts, films, children’s series and Cuban cartoons.
And the prominent Cuban poet Jesus Orta Ruiz in the verses of his tenth “Apparition” evokes the güije in its broad spectrum of transculturations when defining it: “Jigüe, dwarf creature / of black and long hair, / child-fish of a mermaid / Amerindian or African “(2)
Because between the myth and the legend the Güije moves especially the peasant festivals. After the flight of the attendees to the celebration, the sweet güije stole food and drinks that moved to his burrow.
In the inventory of stories highlighted protagonist “this jumping and inaccessible goblin” highlights protagonist in the river La Bajada, who made his own during the eighteenth century Villaclareño village of Remedios.
Popular memory treasures fanciful stories about vigilant güijes that helped runaway slaves evade the pursuit of ranchers.
Noctámbulo was the one who fixed his refuge in the Yayabo river of the town of Sancti Spíritus. The oral tradition recounts how, on full moon nights, the mocking dummy used to appear on the bridge of that road to scare passers-by.
The central city of Santa Clara, between two rivers, also has its güije, hence the plastic artist from Villa Clara, Ramon Limonte, arrived at the mythical character and carved it on the city boulevard. For more than two decades, the mythological being of colorful stones has its tribute: “El Monumento al Güije”.
UN PERSONAJE MITOLÓGICO CUBANO: EL GÜIJE.
De la mitología cubana nace el Güije, una especie de duende que vive en los ríos, charcos, arroyos, lagunas y los montes, enredado siempre en la Naturaleza misma, sin explicaciones quizás como un guardián cuando el Hombre indiscriminadamente acaba con ella.
En cada pueblo de la mayor de las Antillas existe, por lo menos, un relato sobre ellos, pues nadie escapa a la magia de esos diminutos seres de sueños.
Retozones y burlones, malignos o sanguinarios pero enamoradizos y lascivos. Amantes de las frutas maduras, la carne de cerdo cocida y el dulce de guayaba o algunos adictos al ron… escurridizos y traviesos.
Los destacados historiadores cubanos José Luciano Franco y José Rafael Lauzán coincidieron en afirmar que los güijes fueron creados por los colonizadores españoles para asustar a los niños y evitar que se bañaran a su antojo en los ríos y lagunatos de la isla. La ignorancia dio riendas sueltas en las creencias de adultos que la difundieron.
Parte del imaginario popular dejó fe en sus múltiples versiones entre la que resalta a esos fantásticos seres llegados a las Antillas encerrados en una botija traída desde África en un navío portugués dedicado al tráfico esclavista. Al llegar a tierra firme, el recipiente de barro se quebró y los diablillos quedaron en libertad.
Muchos dicen haberlo visto, sentado en algún lugar, pero nadie lo confirma. Otros cuentos refieren que una vez lograron atraparlo…. Alimentado por las creencias cristianas, judías, chinas y africanas se describe como un ser humano de raza negra y pequeña estatura que vive escondido a la espera al descuidado paseante al que echa algún sortilegio y lo rapta en el agua para siempre.
Por eso aparece El Güije en la literatura, la música, las artes plásticas, filmes, series infantiles y dibujos animados cubanos.
Y el destacado poeta cubano Jesús Orta Ruiz en los versos de su décima “Aparición” evoca al güije en su amplio espectro de transculturaciones al definirlo: “Jigüe, criatura enana / de negra y larga melena, / niño-pez de una sirena / amerindia o africana”
Porque entre el mito y la leyenda se mueve el Güije especialmente las fiestas campesinas. Tras la huida de los asistentes al festejo, el goloso güije robaba comestibles y bebidas que trasladaban a su madriguera.
En el inventario de cuentos resalta protagónico “este saltarín e inatrapable duende” resalta protagónico en del río La Bajada, quien hizo de las suyas durante el siglo XVIII en el villaclareño poblado de Remedios.
La memoria popular atesora fantasiosas historias acerca de güijes justicieros que ayudaron a los esclavos fugitivos a evadir la persecución de los rancheadores.
Noctámbulo era el que fijó su refugio en el río Yayabo de la villa de Sancti Spíritus. La tradición oral recoge cómo en las noches de luna llena el enanillo burlón solía presentarse en el puente de esa vía para asustar a transeúntes.
La central ciudad de Santa Clara, entre dos ríos, también tiene su güije, de ahí que el artista plástico villaclareño Ramón Limonte, llegó al mítico personaje y lo esculpió en el boulevard citadino. Desde hace más de dos décadas el ser mitológico de coloridas piedras tiene su homenaje: “El Monumento al Güije”.
Agencies/ Radio Habana/ Guadalupe Y.Díaz/ Internet Photos/ Arnoldo Varona/ TheCubanhistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.